En medio de diferencias entre el oficialismo y la oposición, el Parlamento podría ser el primero de América Latina en regular la práctica por la vía legislativa.
La Cámara de Senadores vota este miércoles el proyecto de ley de «muerte digna», una iniciativa que se viene discutiendo hace ocho años en el país; el proyecto, que cuenta con el apoyo del oficialismo y que tiene una oposición con opiniones divididas, ya cuenta con media sanción.
El proyecto propone que personas con enfermedades terminales, incurables e irreversibles puedan optar por una muerte asistida, siempre que medie su consentimiento expreso y reiterado. La iniciativa volvió a la carga a comienzos de este año tras el impulso del Frente Amplio (FA) y el Partido Colorado (PC).
Con varias opiniones en contra por parte de los integrantes de la Comisión de Salud Pública, principalmente por parte de la oposición, la iniciativa logró sortear esta etapa y finalmente se tratará en el plenario este miércoles. En tanto, el proyecto ya cuenta con media sanción en Diputados desde mediados de agosto.
Una oposición dividida y un oficialismo confiado
Entre los integrantes de la comisión que se mostraron en contra se encuentra el senador colorado, Pedro Bordaberry, quien aseguró que la iniciativa «crea un derecho a la muerte» que contradice el derecho a la vida que se expone en la Constitución. Por ello, pidió una revisión de los artículos en términos penales y jurídicos.
Por otro lado, advirtió que el proyecto convertiría al Uruguay en un destino eutanásico debido a la ambigüedad de la definición de residencia. Además, cuestionó el tratamiento prematuro de la iniciativa y el hecho de que se haga antes de la votación de la ley de Presupuesto.
El senador blanco, Martín Lema, por su parte, calificó el proyecto de «pésimo», ya sea “para quienes están a favor como para quienes están en contra” de la eutanasia. En tanto, argumentó que hay faltas de garantías médicas y jurídicas y cuestionó que se discuta “sin haberse reglamentado ni implementado aún la ley de cuidados paliativos”.
En tanto, el senador del FA, Daniel Borbonet, aseguró que «es un proyecto de ley que al llegar al Senado vino con un consenso enorme». «En el Senado recibimos a todas las agrupaciones e instituciones que pidieron audiencias, desde el arzobispo Sturla hasta las agrupaciones profesionales, autoconvocados, y se escucharon a todos con mucho respeto», destacó.
En ese sentido, destacó que es un proyecto que se viene tratando hace más de cinco años y que tuvo participación de diferentes actores políticos. «En esa construcción, tuvo muchos aportes y muchos consensos. Terminaron con 64 en 92 diputados aprobándolo. ¿Qué quiere decir? Que se sumaron, y esto transversaliza a los partidos», aseguró.
Uruguay sería el primer país en aprobarla por vías parlamentarias
Si bien son varios, aunque pocos, los países del mundo que permiten el proceso de eutanasia activa —aunque con diferentes condiciones y bajo determinadas circunstancias—, Uruguay podría ser el primero de América Latina en contar con la muerte asistida no solo legalizada, sino regularizada a través de un proyecto de ley aprobado en el Parlamento. Esto se debe a que, en los casos de la región, el derecho y su práctica están regulados, pero a través de sentencias judiciales.
De esta manera, y si bien Colombia es el primero en legalizar la muerte asistida en Latinoamérica a través de la decisión de la Corte Constitucional en 1997 y su posterior incorporación a la normativa general a través de resoluciones del Ministerio de Salud, el Parlamento uruguayo sería el primero en votar una ley al respecto tras cinco años desde el primer impulso en el recinto y el intento fallido de 2022.
Ambito