Mañana, los ciudadanos del Chaco acudirán nuevamente a las urnas en el marco de las elecciones legislativas nacionales 2025. Se trata de una jornada electoral decisiva que definirá la composición de la representación provincial en el Congreso de la Nación, al mismo tiempo que delineará el futuro político de la provincia.
El proceso electoral contempla la renovación de cuatro bancas en la Cámara de Diputados y tres en el Senado, junto con sus respectivos suplentes.
La definición de estos cargos será determinante para el equilibrio de fuerzas a nivel nacional, ya que el oficialismo provincial, alineado con La Libertad Avanza, y el peronismo chaqueño disputan el control del espacio legislativo.
La competencia entre ambas fuerzas políticas se anticipa ajustada. El oficialismo busca consolidar su influencia en el Congreso, mientras que la oposición peronista apunta a recuperar protagonismo tras una etapa marcada por divisiones internas. En este escenario, cada voto adquiere un peso significativo para el futuro institucional y político del distrito.
Desde el entorno del gobernador Leandro Zdero se subraya la importancia de mantener la sintonía con la gestión nacional encabezada por el presidente Javier Milei. Los dirigentes oficialistas afirman que el respaldo de la Casa Rosada resulta clave para «consolidar el rumbo de orden y libertad» que guía las políticas provinciales.
Por su parte, el espacio justicialista sostiene que estas elecciones implican mucho más que una simple disputa legislativa.
Según fuentes del peronismo, «no se trata solo de votar legisladores, sino de defender los derechos que hoy están en riesgo», en referencia a los debates nacionales sobre derechos sociales y políticas públicas.
MECÁNICA DEL VOTO Y BOLETA ÚNICA
Por primera vez en la historia electoral del Chaco, se implementará el sistema de Boleta Única de Papel (BUP). Este nuevo mecanismo busca simplificar el proceso de votación y reducir el uso de múltiples boletas partidarias, garantizando mayor transparencia y orden en el acto electoral.
Cada votante recibirá una boleta con dos secciones: una para cargos nacionales y otra para cargos provinciales y municipales. Esta estructura permitirá una votación más ágil y organizada, preservando la libertad de elección en cada categoría.
El procedimiento exige que el elector se presente en la mesa con su Documento Nacional de Identidad físico. No se aceptarán fotos digitales ni certificados de documentación, ya que solo se considera válida la presentación del DNI original.
Una vez en el cuarto oscuro o cabina, el votante deberá marcar su preferencia en la boleta. Si comete un error, podrá solicitar una nueva al presidente de mesa, quien estará autorizado para entregarla y registrar la devolución de la anterior.
Al finalizar, el ciudadano deberá plegar la boleta y depositarla en la urna correspondiente. Este acto marcará la validez del voto emitido, que será contabilizado en los escrutinios provisorio y definitivo.
OBLIGACIÓN DEL SUFRAGIO Y CONSECUENCIAS
DE LA AUSENCIA
El voto es obligatorio en la República Argentina para todos los ciudadanos de entre 18 y 70 años. Aquellos que no concurran a las urnas y no justifiquen su ausencia incurrirán en una infracción electoral que puede derivar en sanciones económicas y administrativas.
La normativa vigente establece multas que oscilan entre los $50 y los $100 para quienes no participen del proceso sin causa debidamente acreditada. Estas sanciones buscan promover el cumplimiento del deber cívico y reforzar la participación ciudadana en los procesos democráticos.
Los electores que no voten podrán justificar su inasistencia dentro de los 60 días posteriores al acto electoral, ingresando al sitio web oficial www.electoral.gob.ar. Allí deberán completar una declaración jurada o presentar la documentación que respalde el motivo, como enfermedad, viaje u otra causa contemplada por la ley.
Aquellos que no regularicen su situación serán incorporados al Registro de Infractores al Deber de Votar. Estar incluido en ese registro puede implicar restricciones para la realización de trámites ante organismos públicos y algunas instituciones.
Entre las limitaciones posibles se destacan la imposibilidad de renovar el DNI o el pasaporte, así como dificultades para inscribirse en concursos o empleos del ámbito estatal, debido a que ciertas dependencias exigen la constancia de voto como requisito administrativo.
Una jornada de impacto nacional
Más de 1 millón de chaqueños se encuentran habilitados para emitir su voto en estas elecciones legislativas. El resultado no solo definirá la representación del Chaco en el Congreso, sino también el peso relativo de las principales fuerzas políticas en el nuevo mapa nacional.
Los comicios se desarrollarán entre las 8 y las 18, en todo el territorio provincial. Una vez finalizado el horario de votación, comenzará el conteo de votos en las distintas mesas dispuestas en escuelas y centros habilitados.
Se prevé que los resultados provisorios comiencen a difundirse a partir de las 21 de mañana, tras la finalización de la veda informativa y el cierre de las urnas. La publicación de los primeros datos permitirá conocer la tendencia general del escrutinio.
La jornada electoral estará bajo la supervisión de las autoridades de mesa, fiscales partidarios y representantes del Poder Judicial Electoral, quienes garantizarán la transparencia del proceso en cada etapa.
Veda electoral y normas de conducta
Desde las 8 de ayer rige la veda electoral en toda la provincia. Durante este período se prohíben diversas actividades vinculadas a la campaña política y a la difusión de información partidaria, con el fin de garantizar la neutralidad del proceso.
Entre las restricciones principales figuran la realización de actos proselitistas, la publicación o difusión de encuestas y la venta de bebidas alcohólicas desde las 20 del sábado hasta las 21 de mañana.
Asimismo, no se permite portar insignias o símbolos partidarios ni organizar eventos públicos que no estén directamente vinculados al acto electoral. Estas medidas buscan preservar el orden y la tranquilidad en la jornada previa y durante los comicios.
El cumplimiento de la veda será supervisado por las autoridades electorales y de seguridad. Su violación puede acarrear sanciones previstas por la legislación nacional, que incluyen multas y la eventual inhabilitación para ejercer funciones públicas o participar en futuras elecciones.
El objetivo de la veda es proteger el derecho de los votantes a decidir sin presiones ni interferencias externas, garantizando un clima de respeto y reflexión en la víspera del sufragio.

