Durante su alegato ante el tribunal, la abogada defensora Celeste Ojeda sostuvo que su clienta Marcela Acuña no tuvo participación alguna en la planificación ni en la ejecución del homicidio de Cecilia Strzyzowski, ocurrido el 2 de junio de 2023.
A lo largo de su exposición, pidió al tribunal “no confundir las emociones con las pruebas” y planteó que su defendida actuó en un contexto familiar complejo, intentando evitar un conflicto con su esposo.
Ojeda expresó ante los jueces que “Marcela no ideó ni participó del homicidio de Cecilia, sino que se enteró que algo grave sucedió con su hijo y a partir de allí realizó actos y todo lo que estuvo a su alcance para tratar de ocultar lo que había pasado”.
Según la defensa, esa conducta no constituye participación en el hecho principal sino una reacción instintiva frente al miedo y la conmoción. La letrada insistió en que Acuña no estuvo presente al momento del crimen y que su intervención posterior se limitó a intentar contener la situación.
“Lo que hizo fue intentar evitar que Emerenciano Sena se entere, no encubrir un homicidio”, señaló ante el tribunal, diferenciando la figura del encubrimiento de la participación directa.
Además, Ojeda cuestionó la línea acusatoria sostenida por la querella y el Ministerio Público Fiscal, al considerar que “muchas de las interpretaciones están más en la imaginación de las partes acusadoras que en las pruebas del expediente”. En ese sentido, pidió que se analicen los elementos objetivos, como los registros telefónicos y las cámaras, sin dejarse influenciar por el impacto mediático del caso.
Finalmente, la defensora solicitó que se encuadre la participación de Marcela Acuña como «la considere dentro de un «encubrimiento simple» y no agravado. “Ella no buscó encubrir un crimen, buscó evitar una tragedia familiar aún mayor”, concluyó ante los magistrados en la jornada número once del juicio por el femicidio de Cecilia Strzyzowski.

