Tras la difusión de una posible eliminación del monotributo, el presidente Javier Milei negó el viernes que su gobierno impulsara esta medida y aseguró que se trataba de «mentiras y operaciones de delincuentes que usan la patente de periodistas».
Sin embargo, el anuncio generó preocupación en distintos sectores. En ese marco, el delegado de la CGT en Chaco y secretario general de Atsa local, Adrián Bellomi, analizó el escenario y advirtió sobre el impacto laboral que podría generar una modificación de este régimen y la eventual reforma laboral que impulsa el oficialismo.
En diálogo con LA VOZ DEL CHACO, Bellomi consideró que la versión surgida en medios afines al Gobierno no fue casual. «Creo que fue más un globo de ensayo para ver cómo repercutía en la sociedad. Lo larga el Ministerio de Economía a través de los medios de comunicación afines», señaló.
Y planteó una contradicción que, según él, deja al descubierto la incertidumbre: «¿A quién le creemos: al Ministerio o al Presidente?».
El dirigente pidió esperar precisiones oficiales, pero advirtió que cualquier cambio debe analizarse en profundidad. «Habría que ver si realmente es así, cuáles son los alcances y si perjudica de la manera que dicen que va a perjudicar», sostuvo. «El monotributo está bien para registrar bajos ingresos, pero mal cuando se usa para fraude laboral», aseveró.
Bellomi explicó que el monotributo cumple un rol importante para sectores de bajos ingresos. «Es una forma de tener registrados a aquellos trabajadores con una propuesta de bajos ingresos, y creo que eso está muy bien», afirmó.
Sin embargo, fue tajante respecto del uso abusivo del régimen: «Cuando el monotributo se usa para fraude laboral, cuando un trabajador en relación de dependencia está bajo monotributo, eso es fraude liso y llano. No debería ser así».
Para el dirigente, si el Gobierno elimina o modifica el régimen sin contemplar una transición, la consecuencia sería grave. «¿Qué quedarían esos trabajadores? ¿En la informalidad? ¿O habría un posible pase a planta?», se preguntó.
Reforma laboral
Consultado sobre la reforma laboral que negocia el Gobierno, Bellomi dijo que aún no hay un proyecto formal. «No hay nada presentado oficialmente, pero conociendo las intenciones que han tenido en otros momentos, no creemos que esas reformas puedan ser beneficiosas para el trabajador ni para la generación de empleo», dijo.
Asimismo, Bellomi afirmó que la central obrera no descarta ninguna vía de acción: «Si afecta a los trabajadores, la CGT lo va a discutir en el diálogo, en el Parlamento, lo va a plantear judicialmente y, si es necesario, se llegará a la herramienta mayor que es la huelga».
Aún así, reconoció que el movimiento obrero está dispuesto a discutir modernizaciones necesarias. «No somos necios. Sabemos que hay que actualizar muchísimas leyes, convenios colectivos, y adaptarlos a nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial, la robótica o el teletrabajo», indicó.
«Se están perdiendo más empleos»
Bellomi mostró preocupación por los datos oficiales que hablan de la pérdida de 276 mil empleos y 19 mil empresas. «Eso es lo que está registrado; lo que no está registrado es mucho más: los que pasan a la informalidad o al desempleo total», afirmó.
Según el dirigente, las políticas económicas actuales agravan la situación. «Con algunas medidas que el Gobierno está adoptando, va a significar aún mayor cantidad de desempleo. Para generar empleo hay que promover la producción y la industria», sostuvo.
Conflicto en la Clínica de Urgencias
Bellomi también confirmó conflictos en el sector privado de salud. «Estuvimos en la Clínica de Urgencias, primero con un paro de 24 horas y luego de 48», indicó.
Denunció que en el establecimiento, ubicado en el Complejo Güemes, hubo despidos y contrataciones irregulares. «La semana antepasada hubo cuatro despidos y además incorporaron personal no registrado. Pagan tarde los sueldos y contratan trabajadores en completa informalidad», señaló. Atsa ya realizó las presentaciones ante la Dirección Provincial del Trabajo.
La situación de insumos también es crítica: «Ni siquiera ponen un dispenser de agua para la gente; tampoco hay para los pacientes. El sistema está totalmente desfinanciado», expresó y atribuyó el problema a aranceles bajos y pagos atrasados de obras sociales, Pami e Insssep.
«La crisis en la salud se va a profundizar»
Bellomi advirtió que el deterioro recuerda a crisis pasadas. «Esto va a profundizarse. Después de 2001, en el Chaco hubo un desastre y en 2005 fue catastrófico. Los sanatorios de la provincia colapsaron», remarcó.
Y concluyó: «Si no se corrige el rumbo, tanto a nivel nacional como provincial, la calidad de atención seguirá cayendo y habrá menos salud para la población».

