El ministro de Salud, Sergio Rodríguez, entrevistado por La Radio advirtió que la discusión pública sobre las vacunas ha tomado un rumbo que se aleja de la evidencia científica y del sentido común. Frente a afirmaciones infundadas, señaló que su cartera decidió no involucrarse en “polémicas” que no puedan sostenerse técnicamente, y afirmó que solo existe margen para un debate serio cuando del otro lado hay interlocutores capaces de discutir “con la evidencia científica con la que se trabaja y no simplemente la impresión de alguien de la calle”.
Rodríguez describió la preocupación que genera la circulación de falsedades científicas, como expresiones que atribuyen a las vacunas componentes desconocidos o efectos extravagantes, fenómeno que —según indicó— “enloquece a la gente” y debilita la confianza pública. En este sentido, remarcó que las percepciones infundadas a menudo terminan ocupando el lugar del análisis riguroso, lo cual obliga a reforzar las explicaciones basadas en datos verificables.
Durante la apertura de un encuentro sobre golpes de calor, el ministro señaló que dos hechos históricos transformaron la expectativa de vida a escala global: la mejora en las condiciones básicas de vivienda y el acceso al agua potable, y la incorporación sistemática de las vacunas. “Eso no lo dice un ministro de Salud, eso lo dice la historia y lo dicen los números”, afirmó, al destacar el impacto sostenido de ambas mejoras en la salud poblacional.
En relación con el COVID-19, Rodríguez subrayó que el mundo enfrentó un virus desconocido, frente al cual la población carecía de respuesta inmunológica previa. Explicó que, mientras la gripe circula desde hace décadas y genera una inmunidad adquirida por contacto o vacunación, el coronavirus encontró a la humanidad sin defensas básicas. El ministro sostuvo que este factor explica la gravedad inicial de la pandemia y la importancia que tuvo la inmunización para controlar la mortalidad.
RESPONSABILIDAD
SOCIAL Y CONVIVENCIA
El ministro enfatizó que, más allá de las posturas individuales, la vacunación es una responsabilidad social que forma parte de las normas de convivencia en comunidades organizadas. Explicó que las decisiones de no vacunarse no solo afectan a quien las toma, sino también a terceros expuestos a enfermedades prevenibles. “Yo puedo decidir no vacunarme ahora. Estoy absolutamente responsable si yo soy un vector de la enfermedad”, advirtió.
Para ilustrar su posición, Rodríguez comparó las normas sociales adquiridas desde la infancia con las obligaciones colectivas vinculadas a la salud pública. Sostuvo que, así como nadie puede actuar sin reglas en la vía pública, tampoco se puede evitar la responsabilidad que implica impedir la transmisión de enfermedades. Consideró que el calendario nacional de vacunación es una herramienta que articula esa convivencia en el plano sanitario.
Rodríguez destacó que Argentina posee uno de los calendarios de vacunación más completos del mundo y que su existencia no responde a una ideología particular, sino al trabajo acumulado de especialistas y equipos técnicos.
El ministro sostuvo que renunciar a la vacunación debilita el rol preventivo del Estado y transforma al sistema sanitario en un aparato centrado exclusivamente en la enfermedad. Señaló que la misión esencial de su cartera es prevenir, evitar que los ciudadanos desarrollen patologías y sostener las herramientas de cuidado, entre ellas la inmunización sistemática.
Desinformación, un riesgo para la salud
Consultado sobre la eventual existencia de intencionalidad detrás de los mensajes antivacunas, Rodríguez afirmó que no es posible determinar si estos discursos responden a “buena o mala intención”, pero advirtió que existe “muy poca inteligencia emocional” y una interpretación incorrecta de la evidencia científica. Explicó que la inteligencia emocional permite a las sociedades adaptarse a eventos críticos, como ocurrió con la pandemia.
El ministro detalló que las vacunas contra el COVID-19 utilizaron plataformas tecnológicas basadas en modificaciones genéticas de virus inocuos, un procedimiento común en biotecnología moderna. Recordó que técnicas similares se emplean para generar resistencia a herbicidas en especies vegetales y que la ingeniería genética permitió avances como los anticuerpos monoclonales, desarrollados por un científico argentino galardonado con un Premio Nobel, que hoy constituyen tratamientos esenciales para múltiples enfermedades.
Rodríguez también señaló que el movimiento antivacunas moderno se originó en un estudio fraudulento que vinculaba la vacunación con el autismo. Explicó que, al revisarse los datos, se comprobó que el informe contenía falsificaciones en los resultados, pacientes inventados y análisis sin sustento. La expulsión del autor de la Academia Nacional de Medicina del Reino Unido confirmó la falta de validez científica del trabajo, y el ministro afirmó que quienes continúan replicando esa teoría “son parte de la mentira”.
Abastecer, un desafío logísitico
En cuanto al sistema de salud del Chaco, Rodríguez reconoció que la provincia enfrenta dificultades relacionadas con el abastecimiento de medicamentos, derivadas de factores económicos y administrativos. Indicó que existen proveedores que demoran entregas, especialmente en insumos oncológicos, y señaló que se está trabajando para normalizar la situación.
El ministro explicó que la dinámica nacional en materia de insumos de salud está cambiando y que estas modificaciones impactarán en las políticas provinciales. En los foros de ministros se discuten modelos para mejorar la accesibilidad y la adquisición de medicamentos, lo que podría requerir ajustes administrativos. Señaló que el Chaco está avanzando, aunque más lentamente de lo deseado, en la compra internacional de insumos debido a los menores costos.
Asimismo, destacó que la provincia está gestionando la adquisición de vacunas contra la fiebre amarilla a través de la Organización Panamericana de la Salud, lo que garantiza transparencia y favorece la reducción de costos. Rodríguez señaló que estas estrategias podrían modificar el comercio local de insumos al generar ahorros que permitirán redestinar recursos a otras áreas críticas del sistema.
Pese a las dificultades actuales, sostuvo que la situación es mejor que la observada al inicio de su gestión y subrayó que las mejoras se están logrando en un contexto nacional complejo. Aclaró que los problemas están identificados y que se trabaja simultáneamente en diversas soluciones estructurales.

