El Senado de la Nación arrancó el tratamiento de la reforma laboral en un clima de máxima tensión política. El peronismo impugnó la conformación de las comisiones que comenzarán a analizar el proyecto impulsado por el Gobierno nacional, anunció que no participará de las reuniones y adelantó que judicializará todo el proceso. El escenario en la Cámara alta anticipa una etapa de alta conflictividad institucional.

El primer choque se produjo durante la conformación de la Comisión de Trabajo y Previsión Social, instancia clave para el avance de la iniciativa oficial. Allí se enfrentaron la senadora de La Libertad Avanza, Patricia Bullrich, y el jefe del bloque peronista, José Mayans, quien denunció una grave violación al reglamento del Senado y a la Constitución Nacional.
“Este proyecto nace torcido de entrada. Para justificar la incompetencia de Bullrich, la vicepresidenta dice ‘tengo competencia’, violando también el reglamento y la Constitución”, lanzó Mayans al tomar la palabra. Y advirtió: “Si así inician el tratamiento de una ley que cambia la estructura laboral de la República Argentina, esto va derecho al Poder Judicial, porque nace totalmente viciado”.
El senador formoseño recordó antecedentes recientes y sostuvo que no existió una sesión formal en la que se aprobara la conformación de las comisiones. “Ayer podían haber llamado a una reunión de emergencia y se salvaba todo. Fue la propuesta que hicimos, con todos los votos. Esto ya pasó el año pasado y nos costó un senador por comisión”, reprochó.
Desde el mismo bloque, Martín Soria reforzó la impugnación y endureció el tono: “No vamos a convalidar esta vulneración compulsiva y arbitraria del reglamento y de la Constitución. Que todos los argentinos tomen nota: no vamos a formar parte de esta integración ilegal”.
Pese a las objeciones, la Comisión de Trabajo y Previsión Social quedó formalmente constituida y Patricia Bullrich fue designada presidenta. La senadora desestimó los cuestionamientos y pidió avanzar: “Simplemente, Presidente, proceda a lo que vinimos a hacer: la elección de autoridades y la puesta en marcha de la Comisión”.

El momento más tenso se dio tras la votación. Mientras Bullrich anunciaba la convocatoria al debate, Mayans —sin micrófono— gritó desde su banca: “¡Acá hacen lo que se les canta las pelotas!”. La frase sintetizó el clima de ruptura que atraviesa al Senado.
Sin inmutarse, Bullrich cerró la reunión y confirmó la citación: “Estando constituida la Comisión, se convoca a las 11 de la mañana para el debate de la ley. Muchas gracias”.
Finalmente, el peronismo ratificó que no participará de las reuniones de comisión y que recurrirá a la Justicia para frenar el tratamiento del proyecto, al considerar que carece de legitimidad desde su origen. Así, el debate de la reforma laboral comienza envuelto en una fuerte disputa política y con un Parlamento profundamente dividido.

