El médico pediatra Luis Obeid, entrevistado por Radio Natagalá, ratificó que su posicionamiento frente al debate sobre las vacunas no responde a una lógica ideológica ni a una adhesión automática a posturas extremas, sino a una lectura racional basada en evidencia científica comprobada.
En ese sentido, sostuvo que en materia de vacunación no existe margen para la tibieza, ya que se trata de un campo donde la subjetividad queda desplazada por datos verificables, estudios clínicos y resultados sanitarios medibles a nivel poblacional.
Obeid remarcó que su defensa de la vacunación se apoya en su formación académica y en su trayectoria profesional dentro del sistema de salud.
Asimismo, explicó que, a diferencia de otros debates sociales o políticos donde pueden coexistir miradas diversas, en el caso de las vacunas la discusión debe anclarse en la ciencia y no en percepciones individuales. Señaló que la vacunación constituye una herramienta central de la prevención en salud pública y que su eficacia se refleja en la reducción de enfermedades graves, internaciones y muertes evitables.
El pediatra subrayó que el objetivo de las vacunas no es comercial ni político, sino sanitario. Indicó que vacunar implica dotar a la población de herramientas preventivas que disminuyen el impacto de enfermedades infecciosas, protegen a los grupos de riesgo y evitan el colapso del sistema de salud. Desde su perspectiva, la efectividad de una política sanitaria debe medirse por resultados concretos y no por discursos.
Además, Obeid sostuvo que la evidencia histórica demuestra que el aumento de la expectativa de vida está directamente relacionado con las campañas de vacunación masiva. Recordó que hace un siglo la esperanza de vida era considerablemente menor y que el desarrollo de vacunas permitió controlar enfermedades que antes resultaban mortales, especialmente en la infancia.
Finalmente, afirmó que la discusión sobre vacunas no puede desligarse del análisis de los índices sanitarios. Para el médico, el debate debe centrarse en datos objetivos y comparables, evitando afirmaciones infundadas que puedan generar confusión o temor en la población.
LA OBLIGATORIEDAD Y EL ROL DEL ESTADO
Luis Obeid sostuvo que en la Argentina la vacunación obligatoria, gratuita y universal constituye un derecho establecido por ley y forma parte de la cultura sanitaria del país. En ese marco, advirtió que existen corrientes que se oponen explícitamente a ese esquema legal y que buscan deslegitimar el rol del Estado en la promoción de la vacunación.
El exdiputado señaló que ciertos encuentros realizados en ámbitos institucionales, como la Cámara de Diputados de la Nación, no son hechos casuales ni aislados.
Según expresó, esos espacios poseen una fuerte carga simbólica y transmiten mensajes que van en contra de la legislación vigente en materia de vacunación. Afirmó que, detrás de consignas aparentemente informativas, subyace una oposición directa a la vacunación obligatoria.
Por otra parte, Obeid explicó que el debate sobre la obligatoriedad no puede analizarse sin tener en cuenta el contexto cultural, educativo y sanitario de cada país. Comparó experiencias internacionales como Francia, Suecia e Inglaterra, y sostuvo que los resultados en términos de tasas de vacunación no dependen únicamente de la imposición legal, sino también de la confianza social, la educación sanitaria y la fortaleza del sistema de salud.
Sin embargo, aclaró que esas comparaciones no habilitan a trasladar mecánicamente modelos extranjeros a la realidad argentina. Señaló que cualquier cambio en el esquema actual debería ser producto de un debate profundo, gradual y basado en indicadores concretos, y no de decisiones improvisadas o ideológicas.
Para Obeid, el Estado tiene la responsabilidad indelegable de garantizar políticas de prevención, entre ellas la vacunación, y de comunicar con claridad los beneficios y riesgos, siempre desde una perspectiva de costo-beneficio sanitario.

