El miércoles por la mañana, una mujer denunció en la comisaría Cuarta capital que un ciudadano de 26 años, al que conoce del barrio, ingresó a su casa y se llevó una garrafa de 10 kilos. Mediante ello, el personal de la División Delitos contra la Propiedad llevó a cabo la investigación y halló a Kevin M. en cercanías de su domicilio, en la intersección de las calles Tatú Carreta y Mansilla.
Al ser trasladado a la División Antecedentes, se anoticiaron que era solicitado por una causa supuestas lesiones, a solicitud de la Comisaría jurisdiccional. Por ello, lo llevaron a la unidad solicitante, donde quedó alojado y notificado de su aprehensión en ambas causas.
Ahora lo que pasó durante el arresto fue increíble: Cuando los agentes lo localizaron, iniciaron la intervención para detenerlo, sin embargo Kevin opuso resistencia, arrojando golpes de puño hacia el personal y gritando a viva voz que sus familiares lo ayudarían a escapar.
Mientas el joven era esposado, sus familiares se acercaron y comenzaron a entorpecer el procedimiento. Pese a que la Policía utilizó elementos de disuasión, los delincuentes continuaron arrojando piedras. Una de ellas impactó en un sargento, por lo que tuvieron que irse del lugar. No hubo otras detenciones.
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