El cannabidiol (CBD), un compuesto no psicoactivo derivado del cannabis, ha captado la atención como posible alternativa para el tratamiento del dolor crónico. Sin embargo, la evidencia científica sobre su eficacia presenta resultados mixtos.
Por ejemplo, una revisión sistemática publicada en Pain Management Nursing analizó 15 estudios sobre el uso de CBD en el manejo del dolor crónico. Los resultados mostraron que entre el 42% y el 66% de los participantes experimentaron una reducción del dolor con el uso de CBD solo o en combinación con THC. Sin embargo, tres estudios no encontraron mejoras significativas, y uno presentó hallazgos mixtos .
Por otro lado, una revisión de la Agency for Healthcare Research and Quality indicó que los productos con una proporción equilibrada de THC y aceite de cannabi podrían ofrecer una pequeña disminución en la severidad del dolor neuropático. No obstante, también se observaron efectos adversos como mareos y sedación
Estudios Destacados
- Un estudio de 2020 con 131 pacientes con dolor crónico encontró que el 53% pudo reducir o eliminar el uso de opioides tras introducir un extracto rico en CBD .Fuente: PMC
- Sin embargo, una revisión publicada en The Journal of Pain señaló que de 16 ensayos clínicos aleatorizados, 15 no mostraron un efecto analgésico superior al placebo, y se asociaron con tasas aumentadas de eventos adversos graves .
A pesar de algunos resultados prometedores, la evidencia actual sobre la eficacia del CBD en el tratamiento del dolor crónico es limitada y, en ocasiones, contradictoria. Además, la calidad y concentración de los productos de CBD disponibles en el mercado pueden variar considerablemente, lo que afecta su eficacia y seguridad.
Es esencial que los pacientes consulten a profesionales de la salud antes de iniciar cualquier tratamiento con CBD y que se utilicen productos de alta calidad y de fuentes confiables.
El CBD muestra potencial como tratamiento para el dolor crónico, pero se necesita más investigación para confirmar su eficacia y seguridad.