Daniela Petrucci, presidenta del Colegio de Arquitectos del Chaco, expresó su preocupación por las demoras en la aprobación de legajos por parte del municipio de Resistencia y destacó la necesidad de establecer un diálogo institucional para abordar este problema que afecta tanto a los profesionales como a los ciudadanos.
«Nosotras asumimos hace menos de un mes como conducción del Colegio, luego de conformar el colectivo de Mujeres Arquitectas del Chaco en noviembre del año pasado. Al no presentarse otra lista, fuimos ratificadas en la asamblea del 29 de abril», explicó Petrucci.
Con esta nueva conducción, el objetivo es imprimir una impronta participativa, ampliar la base de matriculados y convocar a arquitectos que hoy no están colegiados.
«Nuestro trabajo está basado en valores como el compromiso colectivo, la ética profesional, la defensa del trabajo digno y la equidad de género. Estos principios no son solo declaraciones, sino que se traducen en acciones concretas que ya hemos empezado a implementar», señaló.
Ampliar la base
y fortalecer
el rol gremial
«Queremos sumar a todos los profesionales de la arquitectura, no solo a los independientes que se matriculan, sino también a los que trabajan en relación de dependencia, en el Estado, en empresas o en el ámbito académico. El Colegio debe ser una institución que los contenga a todos», afirmó.
Explicó que la Ley del Colegio establece en su artículo 8 la incumbencia gremial, un aspecto históricamente desatendido. «Nuestra intención es también acompañar a los colegas en las situaciones que atraviesan dentro de las instituciones en las que se desempeñan. Si logramos una participación activa, podremos tener más injerencia como institución», dijo.
Más beneficios,
más compromiso profesional
En cuanto a los beneficios de la colegiación, Petrucci detalló que los profesionales activos figuran en una base de datos pública en la página del Colegio, lo que permite a la ciudadanía consultar y contratar arquitectos verificados. Además, destacó la existencia de un tribunal de ética donde se pueden canalizar denuncias o conflictos.
«No solo es un beneficio para el profesional, también es un resguardo para la sociedad», aseveró. «La sociedad tiene derecho a contar con profesionales habilitados, con matrícula activa, que respondan a un código de ética y a estándares de calidad. Por eso también trabajamos en campañas de difusión para que el comitente entienda por qué es importante contratar a un arquitecto matriculado», agregó.
Petrucci señaló que están desarrollando propuestas de acción social, como tasas diferenciadas para trabajos en barrios populares: «Este año ingresaron al Colegio un 30% menos de expedientes respecto a años anteriores. La situación laboral se ha deteriorado de manera notoria. Podemos generar trabajo y soluciones a problemas estructurales que sufren las comunidades, con relevamientos y proyectos participativos».
Asimismo, mencionó que tienen como meta reactivar convenios con organizaciones barriales y movimientos sociales para desarrollar proyectos de infraestructura comunitaria».
Paralización
de la obra pública
Respecto al contexto económico y su impacto en el ejercicio profesional, Petrucci fue categórica: «La crisis es muy fuerte. La paralización de la obra pública afecta a los arquitectos que tienen empresas constructoras, pero también a quienes trabajaban en esas empresas.
Es un problema mayúsculo sin una solución clara por ahora, debido a una decisión política del gobierno nacional de frenar la obra pública».
Consultada sobre las obras clandestinas, fue enfática al señalar: «El poder de Policía lo tiene el municipio, no el Colegio. Y en este contexto de falta de trabajo, no vamos a perseguir a colegas que están tratando de subsistir. Si hay una irregularidad, es el municipio quien debe actuar».
«Lo que sí nos preocupa es que esa falta de control derive en construcciones precarias o inseguras, que no cumplen con normativas técnicas. Eso pone en riesgo a quienes habitan esos espacios.
Por eso insistimos en fortalecer la institucionalidad y el trabajo conjunto entre Colegio y municipio», remarcó.
Catastro y burocracia: un cuello de botella
Uno de los principales problemas, según explicó, es la demora en la tramitación de expedientes en el área de Catastro del municipio de Resistencia.
«Es un conflicto que arrastramos hace años. No se trata de buscar culpables, sino de establecer un diálogo sincero con las autoridades. El más perjudicado termina siendo el comitente, que pierde tiempo y dinero por trabas burocráticas», comentó.
Petrucci cuestionó el impacto que tiene esa situación en la ciudadanía: «Muchas veces el comitente decide construir igual porque no puede esperar. Si una obra se demora un mes por un trámite, la inflación termina licuando su inversión. Lo terminamos poniendo de rehén en una disputa entre instituciones».
Al referirse a las causas de las demoras, descartó que la falta de tecnología sea el problema: «El municipio tiene el sistema GO, que es digital, y el Colegio también trabaja con plataformas digitales para la presentación de documentación. El problema es otro: falta de diálogo y de acuerdos sobre los criterios para la aprobación de expedientes».
Desde el Colegio, propusieron la conformación de una mesa técnica permanente que reúna a funcionarios municipales y representantes de los colegios profesionales: «Queremos que los criterios sean claros, previsibles, públicos. Y que las observaciones técnicas no se conviertan en excusas para frenar un expediente durante semanas».
Contra la desregulación del ejercicio profesional
Finalmente, Petrucci se manifestó en contra de la desregulación del ejercicio profesional propuesta por el gobierno nacional. «Una desregulación permitiría que cualquier arquitecto del país trabaje en el Chaco sin presentar papeles ni acreditar su título. La sociedad quedaría desprotegida, podría estar contratando a un estudiante avanzado, no a un profesional», explicó.