El reconocido escritor, periodista y ensayista chaqueño Mempo Giardinelli estuvo en la ciudad norteña santafesina para presentar su última obra: «Paraná, crónicas de un río herido», una investigación profunda sobre uno de los bienes estratégicos más importantes de la Argentina, en el marco de la Feria del Libro local.
Durante su visita, el autor de obras como «Luna caliente» y «La revolución en bicicleta» compartió sus reflexiones en los estudios de Radio Hoy, en una entrevista acompañado por el secretario municipal de Cultura, Lucas Ferro. Giardinelli, quien ha publicado una docena de novelas y de libros de cuentos y ensayos publicados en más de 30 países, se mostró complacido de estar en la ciudad y agradeció la invitación.
Su nuevo libro, que ya genera gran interés, aborda la preocupante situación del río Paraná.
Giardinelli profundizó en las razones por las cuales considera que el Paraná está «herido». Afirmó: «El Paraná es un río que se está muriendo, lo están matando». Explicó que esto sucede porque «hoy es un río descontrolado, un río que no tiene dueño. No hay más banderas argentinas en el río Paraná, no sé si se han dado cuenta».
El autor criticó las «concesiones que hizo el gobierno de Menem» hace «30 y pico de años», calificándolas de «malas, en el mal estilo menemista», lo que llevó a «apropiaciones para compañías extranjeras». Señaló que «todo es un puerto tras otro, son todos puertos de extranjeros, no hay un solo puerto argentino». Además, Giardinelli lamentó que «el río se fue descuidando» y que está «mal dragado, está dragado a lo bestia».
Al referirse a la responsabilidad de los gobiernos, el escritor afirmó: «Los gobiernos argentinos, esto hay que decirlo prácticamente todos, Menem para acá, no han tenido el cuidado. Y cuando digo todos, desgraciadamente digo todos, o sea, sin excepción, no hago bandería política, desde Menem para acá, todos los gobiernos argentinos desperdiciaron el río. Y por eso el río ya no es nuestro».
Tan grave es esto, tan peligroso, que hay quienes piensan que entre 5 y 10 años más el río Paraná va a empezar a tener problemas muy serios de navegación, porque está mal dragado, porque no está atendido. El río requiere atención
Por eso, subrayó la importancia de generar conciencia, especialmente entre los 13 millones de argentinos que advirtió viven a orilla del río Paraná y que «no tienen ni idea de esto que estoy hablando».
A esto sumó que «ha habido todo un proceso que las empresas y los malos sistemas de propiedad estatal que el río no solo no lo cuidaron sino que permitieron que el uso del río fuese de alguna manera marginal, descuidado casi que a propósito, y esto también le ha dañado mucho al río porque el río no tiene identidad y hay ribereños que tienen muchos años y que dicen que en unos 10 años más el río de la Plata va a entrar en agonía fluvial».
En este libro, Giardinelli lanza una pregunta que sacude:
«¿Sería imaginable que Estados Unidos entregara el río Mississipi? ¿O que Francia entregara el Sena, o Alemania el Danubio, o Rusia el Volga? ¿Por qué, entonces, Argentina cede el Paraná a empresas extranjeras y deja librado el destino de su comercio exterior al control y los intereses foráneos?».
Con una prosa lúcida y apasionada, el autor denuncia décadas de corrupción, entrega y abandono del río Paraná, equiparando su privatización con la ocupación británica de las Islas Malvinas. Paraná, crónica de un río es un libro necesario, que articula entrevistas, datos científicos, confidencias e investigación documental para dejar un mensaje claro: sin soberanía sobre el Paraná, no hay soberanía nacional.
«El único que puede controlar esto es el Estado. Hasta Menem, el río Paraná es un río sano y el Estado argentino desde la época de Perón -y antes de Perón, inclusive de los años 30- el río Paraná siempre tuvo un régimen, siempre tuvo una forma de cuidado», recordó Giardinelli, revelando que «la Argentina llegó a tener la tercera flota más importante del mundo en comercio exterior a través de una línea que se llamó Elma, Empresa Línea Marítima Argentina, que se fundó en los años 40 y la repotenció después Perón». «Fue el caballito de batalla», destacó.
Debido a sus ideas políticas, denunció que «claramente» es discriminado por medios y periodistas de Buenos Aires.
«Yo escribo en Página 12, soy cofundador de Página 12 y ese diario, bueno o malo, te guste o no, compite con los grandes diarios tradicionales y obviamente esos grandes diarios tradicionales -y algunos periodistas en particular que eran o son muy malos colegas- por ahí discuten. Yo no me pongo a discutir con ninguno, no hago polémica con ninguno. Si quieren opinar, que opinen. Yo me remito a los hechos», recalcó.
Para Giardinelli, «el Paraná es una forma de predicar». «Es como si yo fuera un cura que esté ahí bendiciéndolo todo el tiempo porque creo que hay que salvar el río. Y para salvar el río lo primero que tiene que tener es conocimiento», concluyó.
