Se realizó en la provincia, el primer encuentro del año del Consejo Federal Agropecuario (CFA) Regional NEA 2025, con la participación de autoridades nacionales y ministros del área productiva del Chaco, Corrientes, Formosa, Misiones, Santa Fe, Entre Ríos y Santiago del Estero. La jornada se desarrolló con una agenda centrada en temas vinculados al desarrollo agroindustrial regional.
Durante la apertura, se destacó la importancia de promover políticas comunes para fortalecer el potencial productivo del Noreste Argentino, considerando las particularidades agroecológicas y sociales de la región. La reunión permitió intercambiar diagnósticos, compartir experiencias y avanzar en definiciones sobre sanidad animal, innovación tecnológica y financiamiento.
Uno de los principales anuncios fue la firma de un Convenio de Standard Sanitario Básico para frigoríficos por parte de Misiones y Santiago del Estero, junto al Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).
De esta manera, ya son 13 las provincias adheridas a este acuerdo, que busca garantizar condiciones mínimas de inocuidad y sanidad en los productos cárnicos.
El estándar establecido por el convenio contempla normas estructurales, higiénico-sanitarias y operativas para los establecimientos de faena, con el objetivo de asegurar la calidad de los alimentos y proteger la salud pública. Las autoridades destacaron que la firma del acuerdo fortalece el control sanitario y mejora la competitividad de las economías regionales.
AVANCES EN SANIDAD REGIONAL Y NUEVAS ESTRATEGIAS PRODUCTIVAS
En el ámbito sanitario, se abordaron problemáticas específicas del NEA como el HLB (Huanglongbing), la mosca de los frutos y la garrapata bovina. Sobre esta última, representantes de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía de la Nación expusieron los avances y estrategias actuales para su control.
Se mencionaron medidas orientadas a mejorar la cobertura de tratamientos, incorporar tecnologías para la detección temprana y promover prácticas de manejo integrado. También se evaluaron líneas de acción articuladas con los gobiernos provinciales y organismos técnicos.
Además, se presentó el concepto de ganadería de precisión, destacando cómo la incorporación de tecnologías como la trazabilidad electrónica puede potenciar la eficiencia del sector.
La trazabilidad, según los expositores, permite optimizar procesos, reducir pérdidas y garantizar información confiable sobre el origen y sanidad de los animales.
En ese marco, se analizó el potencial del desarrollo de la producción de búfalos en la región, tanto por su capacidad de adaptación como por su demanda creciente en mercados especializados. Se expusieron experiencias piloto y se discutió la necesidad de políticas diferenciadas para fomentar esta alternativa productiva.
El encuentro también sirvió para trazar un panorama general de distintos sectores productivos del NEA como el forestal, el citrícola, el arroz, el algodón y la yerba mate. Las exposiciones permitieron identificar desafíos comunes y oportunidades de articulación interprovincial.
Derogación del peso mínimo
Otra medida reciente destacada en el marco del encuentro fue la de derogar la resolución 68/2007 y sus modificatorias, que establecían el peso mínimo de faena para bovinos. La medida, según la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, responde a la necesidad de otorgar mayor flexibilidad a los productores.
Desde su implementación, la normativa fijaba un piso de 140 kilos res para hembras y 165 kilos para machos, con el objetivo de incidir en la calidad y la productividad.
Sin embargo, los datos históricos indican que estas metas no fueron alcanzadas de manera sostenida y que los factores que influyen en el peso de faena son múltiples.
Según los funcionarios nacionales, «la eficiencia productiva no depende de este tipo de intervenciones», y países sin regulaciones similares han logrado mejores resultados. La decisión busca «favorecer la interacción espontánea entre oferta y demanda» y avanzar hacia un esquema «más racional y moderno».
En este sentido, se remarcó que la eliminación del peso mínimo permitirá adecuar las decisiones productivas a las condiciones de cada región, respetando los tiempos biológicos y las estrategias comerciales de los productores ganaderos.
La medida fue bien recibida por varios representantes provinciales, quienes coincidieron en la necesidad de un Estado que acompañe y no imponga restricciones que afectan la competitividad.
Unificación de políticas
Otro de los temas expuestos fue el decreto 408/2025, mediante el cual el gobierno nacional disolvió los regímenes específicos de promoción ganadera por especie.
Se trata de esquemas que estaban destinados a fomentar la producción ovina, caprina, bubalina y bovina en zonas áridas, y que ahora se considera necesario revisar.
Las autoridades nacionales señalaron que la fragmentación de políticas según especie animal y región terminó generando una dispersión de recursos y una pérdida de eficacia. En palabras de la Secretaría, «la vigencia simultánea de regímenes específicos contribuyó a una fragmentación innecesaria de la política agropecuaria».
En particular, se mencionó que el régimen ovino, vigente desde 2001, no logró incrementar el stock ganadero, que cayó de 13 millones de cabezas a menos de 12 millones en la actualidad.
Además, se remarcó que el sistema de Aportes Reintegrables y No Reintegrables dejó de ser eficiente. En cuanto a la ganadería caprina, si bien se reconocen logros puntuales, como mejoras en sanidad y comercialización, se indicó que el régimen vigente desde 2006 no alcanzó un impacto estructural y actualmente se encuentra inactivo.
También se abordaron los casos de la ganadería bubalina y bovina en zonas áridas, cuyos marcos legales (Ley 27076 y 27066, respectivamente) resultaban poco adaptables a las necesidades actuales del sector.
Un instrumento clave
Otro de los puntos destacado fue el desempeño de los warrants como herramienta de financiamiento en el primer cuatrimestre de 2025.
Según la Subsecretaría de Mercados Agroalimentarios, se registró un récord histórico en su emisión, tanto en pesos como en dólares. Los warrants emitidos alcanzaron los USD1.300 millones y más de $57 mil millones, lo que representa un incremento interanual del 229% y del 281%, respectivamente.
Este crecimiento se atribuye a las reformas normativas que modernizaron y ampliaron el alcance de este instrumento.
El warrant es una herramienta que permite obtener crédito utilizando mercadería como garantía. Su uso ha crecido especialmente en el sector agroindustrial y en las economías regionales, que encuentran en este mecanismo una vía ágil y segura para acceder al financiamiento.
Uno de los aumentos más notorios fue en la emisión de warrants sobre azúcar, que se multiplicó por más de 80 en términos interanuales. También sobresalió la incorporación de warrants sobre ganado bovino en pie, por un total de $2.700 millones, habilitada por reformas recientes a la Ley 9643.
Las provincias que más utilizaron esta herramienta fueron Tucumán, Buenos Aires y Jujuy en el caso de warrants en pesos, y Buenos Aires, Santa Fe y Tierra del Fuego en el caso de los emitidos en dólares.
Perspectivas regionales
La jornada concluyó con un balance general de las políticas nacionales vinculadas al agro y su impacto en las provincias del NEA. Las autoridades destacaron que la eliminación de regulaciones obsoletas y la unificación de esquemas apuntan a mejorar la eficiencia y el desarrollo del sector.
Los representantes provinciales coincidieron en la importancia de mantener estos espacios de articulación interjurisdiccional, que permiten fortalecer capacidades, generar consensos y adecuar las políticas a las realidades locales.
También se valoró el abordaje integral de los desafíos sanitarios y productivos, así como la apuesta por herramientas modernas de financiamiento y tecnología.
El CFA Regional NEA 2025 sentó las bases para un año de trabajo coordinado, con foco en la sanidad, el crédito, la productividad y la equidad territorial. Las próximas reuniones permitirán evaluar avances y ajustar estrategias según los resultados.
Finalmente, se reafirmó el compromiso de las provincias y de la Nación con un modelo de desarrollo agropecuario competitivo, sostenible y con mayor inclusión productiva.