El presidente de la Unión Industrial del Chaco, Aldo Kastón, entrevistado por LA VOZ DEL CHACO trazó un diagnóstico crítico sobre la situación del sector en la provincia y a nivel nacional. En diálogo con la prensa, advirtió que la actividad industrial atraviesa “un momento muy complicado” y que “no hay ningún tipo de elemento que indique un repunte”. En su análisis, relacionó esta crisis con la caída del consumo interno y la creciente apertura de importaciones.
El dirigente sostuvo que el 32% del consumo interno actual proviene de productos importados, un porcentaje que “no se daba desde hace más de 100 años”. Según explicó, esto implica una reducción drástica en la producción nacional: “Se está importando como nunca para el consumo interno. Eso significa que no hay industria nacional”.
Kastón consideró que esta política no es un fenómeno pasajero, sino parte de un modelo económico que “abarata costos importando a valores chinos”, pero que “regala el mercado y ahora también la mano de obra”. Para el titular de la entidad industrial, “la única manera de revertir esta situación es con un plan de industrialización del país, que este gobierno no tiene”.
CONSECUENCIAS EN EMPLEO Y CONSUMO
Uno de los efectos más visibles de la crisis es la caída del empleo privado. Kastón aseguró que “se perdieron 170.000 empleos privados” y que se registraron despidos también en el sector público. “¿De qué manera podés explicar que haya menos pobreza si se redujo todo?”, cuestionó, al referirse a las estadísticas oficiales.
El empresario sostuvo que la pobreza es visible en las calles: “Ves colas más largas en las iglesias y más gente durmiendo en la calle con un invierno difícil. Eso no es por elección, es porque caíste del sistema”, afirmó. En su visión, hay un proceso de exclusión social que avanza a la par del debilitamiento del mercado laboral.
Sobre el impacto en el consumo, explicó que “la gente ha pasado de consumir productos de primera calidad a comprar solo lo que puede pagar”, e incluso, “está financiando la comida en tres cuotas con tarjeta de crédito”. A su entender, esta es una señal clara del deterioro económico de los hogares.
INFRAESTRUCTURA Y RETIRO DEL ESTADO
Kastón también alertó sobre el impacto del freno a la obra pública y el deterioro de la infraestructura vial. “El estado de las rutas es una calamidad. Se están haciendo bacheos superficiales, pero no hay reparaciones profundas”, aseguró. Ejemplificó con el caso de la ruta 16, entre Resistencia y Presidencia Roque Sáenz Peña, donde “transitar de noche es un peligro”.
Para el dirigente, el “retiro del Estado” tiene consecuencias concretas: “Menos rutas, menos reparaciones, menos señalética”. A su vez, criticó la instalación de radares en rutas en mal estado: “Te aplican radares donde debiera haber por lo menos buenas rutas. Es una contradicción”, señaló.
En este marco, calificó de “medida arbitraria” la exigencia de cumplir límites de velocidad en tramos donde el deterioro del pavimento impide una circulación segura. “Imponen medidas para autos de calidad extraordinaria, pero tenemos que andar a 80 km por hora”, ironizó.
Realidad de los parques industriales
Consultado sobre la situación de los parques industriales en Tirol, Fontana, Barranqueras y otras localidades chaqueñas, Kastón aseguró que “todas están en un estado de depresión”. Si bien reconoció que algunas empresas se sostienen mejor que otras, aclaró que “el rubro alimenticio es el único que resiste, porque la gente tiene que comer”.
Aun así, destacó que incluso en este sector se observa una caída en la calidad del consumo. “Se pasó de consumir productos de primera a segunda y tercera calidad, y luego a reducir directamente el consumo”, explicó. La tendencia se agrava con el endeudamiento para alimentos, que refleja la falta de poder adquisitivo.
Además, remarcó que no se han inaugurado nuevas industrias en la provincia y que los despidos han sido constantes. “Cada vez hay menos mano de obra, eso es clásico. No hay reactivación ni inversión en nuevos proyectos”, expresó con preocupación.
Impacto de la apertura
de importaciones
Otro de los ejes del diagnóstico de Kastón fue la apertura indiscriminada de importaciones. “No se puede competir con valores chinos. Se permite importar cualquier cosa y eso destruye la producción nacional”, afirmó. Indicó que productos como “naranjas de Egipto o pastas de Albania” ya están presentes en góndolas de supermercados del país.
El dirigente sostuvo que “la industria nacional está bajando los precios, pero no se están reduciendo los impuestos internos”, lo que agrava la situación del sector. “La promesa de baja de impuestos no se ha cumplido para la industria local. Sí se ha hecho para los productos importados, lo cual es otro golpe más”, dijo.
Al respecto, expresó que “el gobierno nacional no menciona directamente a la industria en sus discursos ni en sus políticas”. En ese sentido, consideró que “la industria ha quedado fuera de los parámetros de decisión del gobierno actual”.
Comparación con los años 90
Al comparar el contexto actual con el de los años noventa, Kastón opinó que “es lo mismo, pero mucho más rápido”. Según explicó, “lo que en los años noventa se logró en cinco o seis años, hoy se está logrando en dos: una ecuación de cero industria”.
Con esta afirmación, el titular de la Unión Industrial del Chaco expresó su preocupación por la velocidad con la que se está desmantelando el aparato productivo del país. Afirmó que, en este modelo, “solo sobreviven las industrias de proximidad o de urgencia, como las alimenticias”, mientras que el resto queda fuera del sistema.
Finalmente, remarcó que “no hay un horizonte claro de reactivación” y que “el gobierno carece de un plan de desarrollo industrial”. En su diagnóstico, esta ausencia de rumbo genera incertidumbre, paraliza inversiones y agudiza la caída del empleo.