Con la publicación del decreto 461 en el Boletín Oficial, el Gobierno oficializó la disolución de la Dirección Nacional de Vialidad. En Chaco, hay 151 trabajadores en incertidumbre. Carlos Londra, integrante del distrito, advierte sobre posibles despidos y el colapso del sistema vial sin el Estado.



Este lunes se oficializó la disolución de la Dirección Nacional de Vialidad (DNV), un organismo clave en el desarrollo y mantenimiento de la infraestructura vial del país. El Decreto 461, publicado en el Boletín Oficial, dispone el traspaso del personal y funciones al Ministerio de Economía, aunque sin certezas sobre el futuro de sus más de 5.000 empleados en todo el país.
Carlos Londra, ingeniero del Distrito Chaco y miembro de la Asociación de Profesionales de Vialidad Nacional, explicó la situación que atraviesan los trabajadores tras el anuncio del Gobierno. “Hoy se publicó el decreto que nos pasa al Ministerio de Economía, con las mismas funciones que teníamos, pero dentro de una estructura nueva que aún no está definida”, indicó.
“Hoy se publicó el decreto que nos pasa al Ministerio de Economía, con las mismas funciones que teníamos, pero dentro de una estructura nueva que aún no está definida”
Carlos Londra
La principal preocupación es la posibilidad de despidos masivos. “En su momento, el administrador general transmitió que pretendían una reducción del orden del 30% del personal. Eso representa aproximadamente 1.500 trabajadores en todo el país”, reveló Londra. En la seccional Chaco trabajan actualmente 151 personas, y no se sabe si el recorte será proporcional.
Mientras tanto, en todo el país se están realizando asambleas, presentaciones judiciales y otras acciones gremiales para frenar el avance de la medida. “Hoy salimos de acá y seguimos en estado de asamblea. Los pasos a seguir se definirán colectivamente”, aseguró.
“En su momento, el administrador general transmitió que pretendían una reducción del orden del 30% del personal. Eso representa aproximadamente 1.500 trabajadores en todo el país”

Consultado sobre el funcionamiento reciente del organismo, Londra fue claro: “Estamos complicados. Desde el inicio de esta gestión se implementó la política de ‘obra pública cero’. Hubo mantenimiento, pero con recursos limitados y decisiones centralizadas que entorpecen todo”.
Respecto al anuncio del Gobierno de licitar al sector privado unos 9.300 kilómetros de rutas troncales, el ingeniero fue crítico. “A título personal, creo que las concesiones no son el mejor sistema. Hace poco finalizó la concesión de Caminos del Río Uruguay con el concesionario quebrado, empleados sin cobrar y el camino destruido”.
La desaparición de la DNV marca un cambio estructural en la forma en que el Estado argentino gestiona su red vial, una decisión que ya genera fuerte rechazo entre trabajadores y gremios del sector, y que anticipa una etapa de conflictividad en todo el país.
Fotos: Osvaldo Ramírez