La concejala Lucila Masín, del Frente Chaqueño, mantuvo una reunión con empresarios gastronómicos locales para abordar la orden de desmantelamiento de los balcones gastronómicos emitida por el Ejecutivo municipal.
Al concluir, la edila consideró en declaraciones a Radio Natagalá el encuentro como «muy positivo», destacando la posibilidad de intercambio de diagnósticos y propuestas ante una situación que, a su juicio, careció de espacios de diálogo previos.
Masín explicó que la decisión del Ejecutivo fue «unilateral», al no abrir instancias de negociación. Señaló que desde su espacio legislativo impulsarán una ordenanza que permita habilitar estos espacios con condiciones específicas. Paralelamente, los empresarios podrían avanzar con un recurso judicial.
Según Masín, no existe en el Código de Tránsito de Resistencia una prohibición explícita sobre los balcones gastronómicos. «Hicimos un análisis exhaustivo y en ningún artículo encontramos esa restricción», afirmó.
MODELOS EN OTRAS CIUDADES Y EL CONTEXTO POST-PANDÉMICO
La concejala argumentó que ciudades como Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires, con códigos de tránsito similares, han implementado este tipo de estructuras a través de ordenanzas. «No somos un caso aislado; otras ciudades lo han regulado adecuadamente», indicó.
Masín resaltó que los balcones surgieron como respuesta a la pandemia sanitaria, cuando se buscaban nuevas formas de garantizar la distancia entre comensales. Hoy, sostiene, «atravesamos una pandemia económica» que también requiere respuestas creativas desde el Estado.
La edil considera que estos espacios no solo benefician la economía de los locales gastronómicos, sino que son puntos de encuentro y atractivo turístico. En su visión, eliminarlos sin alternativas es ignorar el esfuerzo del sector privado por sostener la vida urbana.
PROYECTO LEGISLATIVO Y ESCENARIO POLÍTICO
El proyecto de ordenanza fue elaborado desde su concejalía y compartido con los empresarios gastronómicos para su revisión. «Queremos que sea una construcción colectiva», expresó Masín. La propuesta también cuenta con el respaldo del bloque Ser, agrupación opositora.
Sin embargo, reconoció que no cuentan con los votos suficientes para aprobar la norma por sí solos. «Esperamos que los concejales del oficialismo al menos se abran al debate», dijo, aludiendo a la necesidad de una mayor independencia del Poder Legislativo respecto del Ejecutivo municipal.
La concejala remarcó que es posible definir criterios técnicos para habilitar balcones: dimensiones, requisitos de seguridad, tasas específicas y seguros. También subrayó que no existen antecedentes de accidentes viales relacionados con estas estructuras.
Una ordenanza posible en un escenario complejo
Respecto a la ordenanza en cuestión, Masín explicó que solo requiere mayoría simple para su aprobación. El texto establece criterios para el funcionamiento de los balcones: dimensiones acotadas al frente del local, medidas de seguridad, y el pago de una tasa por ocupación del espacio público.
Actualmente, los empresarios gastronómicos pagan alrededor de $360 mensuales por el uso de estos espacios. La concejala propone incluir ese monto y otros requisitos en una normativa clara y transparente.
La ordenanza también contemplaría la posibilidad de habilitar nuevos balcones, según condiciones de tránsito y ubicación. «Debemos optimizar el espacio público desde una mirada integral», argumentó Masín.
Críticas a la gestión municipal
Masín cuestionó la falta de espacios de intercambio institucional con el Ejecutivo local. Desde el inicio de la actual gestión, solo se produjeron dos reuniones formales con el intendente. «No existe un ámbito colectivo donde los once concejales podamos debatir», afirmó.
También criticó la dinámica legislativa actual, en la que los proyectos se aprueban sin un debate profundo. Puso como ejemplo la iniciativa de Ficha Limpia, aprobada sin discusión previa en comisiones. «Los debates deben ser reales, no una formalidad», sostuvo.
A su juicio, el Ejecutivo toma decisiones que el Legislativo simplemente debe acatar. Masín calificó como «autoritaria» esta forma de conducción, que limita la capacidad de propuesta de los representantes de la oposición.
Falta de transparencia y dificultades de acceso a la información
Masín denunció obstáculos reiterados para acceder a la información pública. Pese a la adhesión municipal a la ley correspondiente, aseguró que no se cumple en la práctica. «Un pedido de informe del año pasado recién fue respondido esta semana», ejemplificó.
En cuanto a la habilitación original de los balcones gastronómicos, precisó que no se ha podido encontrar una ordenanza. El único documento disponible es una resolución de intendencia. «Ni siquiera como concejales tenemos acceso fluido a esa documentación», enfatizó.
Para la edil, esta situación refleja una burocratización del sistema que afecta tanto a los representantes como a los vecinos. «Imaginen lo que debe ser para un ciudadano común intentar acceder a esta información», agregó.