Jeffrey Berk, arquitecto responsable del diseño del Portal del Cielo, el templo evangélico más grande del país, declaró el lunes en calidad de testigo ante la Fiscalía Federal de Resistencia.
Fue en el marco de la investigación preliminar por presunto lavado de activos y evasión que lo tiene en la mira a Jorge Ledesma, pastor y líder de la Iglesia Cristiana Internacional.
Berk no es un improvisado, publicó el portal judicial Litigio: es reconocido por su trayectoria en el desarrollo de obras educativas, institucionales y religiosas de gran envergadura. Su estudio tiene sede en Martínez, provincia de Buenos Aires, y lleva más de 30 años en el rubro.
Además del Portal del Cielo, encabezó proyectos de gran escala, como la sede corporativa del Grupo Sancor Seguros en Sunchales, el Makerspace de la Universidad de San Andrés, el edificio del Colegio de Abogados de Lomas de Zamora y diversos colegios bilingües en Nordelta, Hurlingham y Martínez.
Según pudo saber Litigio, en su testimonio, Berk reveló que fue contratado por Ledesma en 2013, luego de que el pastor no estuviera satisfecho con algunas propuestas iniciales.
El estudio realizó el anteproyecto, el desarrollo, la documentación ejecutiva y la dirección de la obra. La aprobación municipal se obtuvo en julio de 2015, después de un estudio de impacto ambiental y una evaluación conjunta con la Secretaría de Obras Públicas municipal y la Universidad Nacional del Nordeste (Unne).
El contrato inicial de honorarios en marzo de 2013 fue de poco más de $1.3 millones (casi USD240 mil aproximadamente a valor de ese año), pagado en ocho cuotas a través de transferencias bancarias de la Fundación Cielos Abiertos.
Asimismo, Berk señaló que todas las facturas, tanto las suyas como las de los subcontratistas, se emitían directamente a la fundación. Su rol era auditar los trabajos, los volúmenes realizados y verificar que los costos unitarios y las fórmulas de actualización de precios, como las de la Cámara Argentina de la Construcción, fueran correctos. Indicó que cobraba un 2,5% más IVA de lo que se iba liquidando por avance de obra.
Describió la construcción como un proceso por etapas, que incluyó la preparación del terreno, fundaciones con lodo bentonítico, la estructura de hormigón visible, el techo metálico, y la instalación de gradas y núcleos sanitarios. A pesar de los avances, la obra aún está incompleta, con un progreso estimado entre el 40% y el 60%.
Hágalo usted mismo
El arquitecto mencionó que aún faltan elementos como cielos rasos, revestimientos, losas de cemento alisado en las gradas, ventanas, y un ascensor.
También destacó que el edificio de oficinas detrás del escenario solo cuenta con fundaciones y hormigón. Berk expresó su preocupación por el uso del templo antes de su finalización, señalando que algunas construcciones se realizaron de manera «precaria» o sin ser parte del proyecto original.
«Como que están en una etapa de ‘hágalo usted mismo’», reconoció el arquitecto. «Me enojé un poco porque si uno ve la fachada, uno ve que está el foyer (hall de entrada), una curva linda, y no sé, algún voluntarioso le puso un cascarudo cuadrado que será para recibir a gente en los domingos o en actos que están haciendo. Pero no es parte del proyecto, es una variación rara», añadió.
El arquitecto afirmó que la municipalidad de Resistencia otorgó una habilitación parcial en octubre de 2024 para las partes que están más avanzadas. Puso en duda que el pastor continúe trabajando con su estudio y reconoció que la última vez que viajó al lugar fue en enero del año anterior.
En relación a las cosas que aún faltan en la obra, el arquitecto hizo hincapié en la cuestión eléctrica. «Si bien tienen la aprobación de conexión de Secheep, hay que hacer la instalación eléctrica, hay que comprar el transformador. Hasta ahora están saliendo del paso con un generador móvil», sostuvo.
En su testimonio, nombró varias empresas y proveedores que participaron en la obra, todas contratadas directamente por la fundación de Ledesma: Melmix, Líder, Airblock, Pierantoni, Ascent, Construcciones Metálicas Garín y Bertoncini, entre otras.
Berk afirmó que no participó en la contratación de las sillas de madera ubicadas en las tribunas del templo, que fueron fabricadas por la empresa G y F, ni en los proyectos de audio y video que se instalaron más tarde.
La fundación Cielos Abiertos fue la encargada de la contratación de personal y la compra de materiales.