Tras las elecciones desarrolladas en Corrientes con victoria rotunda de Vamos Corrientes en casi la totalidad de la provincia, el calendario electoral argentino avanza hacia un nuevo capítulo que tendrá lugar este domingo 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires, donde se pondrá en juego la renovación parcial de la Legislatura bonaerense, con 23 senadores y 46 diputados provinciales, además de cargos municipales como concejales y consejeros escolares. Se trata de un paso decisivo dentro de la secuencia electoral de 2025, ya que marcará el rumbo político del distrito más poblado del país antes de la gran cita nacional del 26 de octubre, cuando se renovarán bancas en ambas cámaras del Congreso.
La sucesión de elecciones en distintos puntos del país va configurando un mapa de tensiones políticas y realineamientos estratégicos. Misiones y Santa Fe abrieron el calendario, Corrientes lo continuó recientemente y ahora Buenos Aires concentrará la atención, en la antesala de unas elecciones legislativas nacionales que se perfilan como uno de los momentos más relevantes del año político. Esta dinámica escalonada le otorga al proceso electoral un carácter progresivo, en el que cada jornada actúa como anticipo o ensayo de lo que se definirá en el escenario nacional.
QUÉ SE VOTA EL 7 DE SEPTIEMBRE EN BUENOS AIRES
En esta instancia, los bonaerenses acudirán a las urnas entre las 8 y las 18 horas para elegir 23 senadores provinciales titulares y 15 suplentes, además de 46 diputados provinciales titulares y 28 suplentes. También se renovarán cuerpos deliberativos en el ámbito municipal, con la designación de concejales y consejeros escolares en los diferentes distritos de la provincia. La veda electoral, en vigor desde este viernes a las 8, se extenderá hasta las 21 del domingo, lo que implica tres horas más después del cierre formal de los comicios.
La Legislatura bonaerense se renueva por secciones y de manera parcial, siguiendo un esquema que asegura el recambio escalonado. En 2025 corresponde la renovación de senadores en la Primera, Cuarta, Quinta y Séptima sección electoral, mientras que en la Segunda, Tercera, Sexta y Octava se votarán diputados. Este sistema alternado se mantendrá hasta 2027, cuando el turno de las cámaras se invertirá, y continuará así sucesivamente en los ciclos posteriores.
CAMBIOS
EN EL SISTEMA
Al igual que en Corrientes, en Buenos Aires, el gobernador Axel Kicillof tomó la decisión de separar las elecciones provinciales de las nacionales con la intención de evitar complicaciones derivadas de la utilización de dos mecanismos distintos de votación en una misma jornada. Según explicó, si ambos comicios coincidían en fecha, los electores se verían obligados a utilizar la boleta partidaria tradicional en la provincia y, al mismo tiempo, la Boleta Única de Papel en el ámbito nacional. «Separar las elecciones evitó un caos en el sistema de votación», sostuvo el mandatario bonaerense al fundamentar la medida.
De este modo, Buenos Aires se suma a la lista de provincias que decidieron desdoblar sus procesos electorales y marcar un calendario propio.
Escenario nacional
Tras la jornada del 7 de septiembre en Buenos Aires, el calendario electoral se trasladará al plano nacional con las elecciones legislativas del 26 de octubre. En esa instancia, los ciudadanos de todo el país renovarán 24 bancas del Senado y 127 de la Cámara de Diputados. Será también la primera elección en la que se implemente en todo el territorio la Boleta Única de Papel, aprobada por el Congreso a fines de 2024. La medida busca agilizar el proceso, reducir costos y garantizar mayor transparencia en el escrutinio.
El contexto general del año 2025 muestra un esquema fragmentado, con provincias que decidieron desdoblar sus elecciones y otras que las mantuvieron en paralelo a la votación nacional. Buenos Aires, por su peso demográfico y político, será un termómetro central de la coyuntura, y su resultado anticipará tendencias que podrán confirmarse o corregirse en las legislativas nacionales.
Participación de extranjeros inédita
Los comicios bonaerenses de este año presentan un padrón con 14.376.592 electores habilitados, de los cuales 13.361.359 son argentinos nativos y 1.015.233 corresponden a ciudadanos extranjeros. Por primera vez, los votantes nacidos fuera del país superan el millón, lo que constituye un récord histórico.
Este crecimiento se explica por el aumento en la inscripción voluntaria en el registro especial, que habilita a los extranjeros a participar en elecciones locales y provinciales siempre que cumplan requisitos como ser mayores de edad, residir al menos dos años en el municipio, acreditar el pago de impuestos y estar inscriptos en dicho registro.
La distribución de los electores muestra que el 64,46 por ciento del padrón reside en los 26 municipios del Gran Buenos Aires. La Matanza se destaca como el distrito con mayor peso, concentrando 1.200.368 votantes, equivalentes al 8,35% del padrón provincial, de los cuales 142.910 son extranjeros. Este municipio no solo encabeza la cantidad total de electores, sino que también lidera el ranking de votantes extranjeros en la provincia.
Distritos relevantes
El mapa electoral bonaerense confirma la centralidad del conurbano en la definición política. La Primera Sección Electoral, que abarca 24 municipios del norte y oeste, suma este año 5.131.861 electores, mientras que la Tercera Sección, con 19 municipios del sur más La Matanza, alcanza 5.101.177 votantes. Estas dos secciones concentran más del 70% del electorado provincial y resultan determinantes en cualquier resultado.
Otros distritos de importancia son La Plata, con 639.839 votantes, y General Pueyrredón, que reúne 596.117 electores con cabecera en Mar del Plata. También destacan Lomas de Zamora, con 585.956; Quilmes, con 525.087; Almirante Brown, con 491.268; y Merlo, con 464.736. Completan el listado de mayor peso San Martín, Moreno y Lanús, que superan los 400.000 votantes cada uno.
En cuanto al padrón extranjero, el ranking lo encabezan La Matanza, Lomas de Zamora y La Plata, seguidos por San Martín, Moreno, Quilmes y Esteban Echeverría. Estas cifras reflejan el peso creciente de las comunidades migrantes en la dinámica electoral bonaerense, que inciden cada vez más en los resultados locales.