El presidente Javier Milei ofrecerá hoy una cadena nacional para explicar los lineamientos del proyecto de presupuesto 2026, que marcará la hoja de ruta económica del país para el próximo año.
Aunque aún no se conocen los detalles completos, el Gobierno anticipó que las metas estarán alineadas con el acuerdo vigente con el Fondo Monetario Internacional, que fija un objetivo de superávit primario del 2,2% del PBI.
Con los gobernadores apuntando directamente hacia la Casa Rosada, se tratará de una presentación clave para dar letra a las carteras de Hacienda provinciales en materia de previsiones, crecimiento, inflación, gasto y financiamiento del Estado.
El proyecto será enviado al Congreso como iniciativa de ley y, según adelantó el Ejecutivo, incluirá estimaciones de crecimiento económico e inflación previstas, que surgen de los compromisos asumidos en el marco del programa de Facilidades Extendidas.
La expectativa está centrada en la posibilidad de que el presupuesto incluya señales políticas de previsibilidad para los mercados y las provincias.
Se remarca que luego de meses de ajustes y turbulencia electoral, el Gobierno busca consolidar la tendencia hacia el equilibrio fiscal y mostrar un esquema sostenible de financiamiento hacia el interior del país y el mundo.
PROYECCIONES ECONÓMICAS
Las proyecciones oficiales establecen un crecimiento del 4,5% del PBI en 2026, lo que representaría una recuperación luego de un período de contracción. Esta meta está acompañada por una estimación de inflación que oscilaría entre el 7% y el 12%, niveles considerablemente más bajos que los registrados en años previos. Se trata de objetivos ambiciosos que, de cumplirse, implicarían un cambio sustancial en el panorama económico.
En paralelo, se prevé una reducción de los subsidios económicos como porcentaje del PBI. Pasarían de representar el 1% a 0,8%, aunque los destinados al sector energético permanecerían en 0,6%.
El gasto en pensiones experimentaría un leve incremento, pasando del 6,7% del PBI en 2025 al 6,8% en 2026, mientras que la asistencia social se mantendría estable en torno al 3,2%. Estos ajustes reflejan un intento de preservar los programas sociales esenciales en un contexto de consolidación fiscal. La obra pública, por su parte, continuaría en el mismo nivel que en 2024, representando el 0,4% del PBI.
Estas cifras son consistentes con los compromisos asumidos por el país ante organismos internacionales, aunque el proyecto podría introducir modificaciones.
El Gobierno ya dio señales en este sentido al elevar de 1,3% a 1,6% la meta de superávit primario inicial.