Una nena (11) se convirtió en madre, producto de un presunto abuso sexual, del cual se abrió una investigación. Por lo pronto, sus padres fueron detenidos por supuesto encubrimiento.
Este aberrante episodio sucedió en Castelli y se descubrió a partir del ingreso de la pequeña víctima al Hospital del Bicentenario General Güemes con «sangrado ginecológico» y un «aborto incompleto».
Según el informe médico, la nena presentaba lesiones e indicios de abuso sexual. Horas después de la internación, su madre se presentó en el hospital con un bebé recién nacido, presuntamente hijo de la niña. La noticia generó una fuerte conmoción en la comunidad.
De acuerdo con las primeras investigaciones, la niña ingresó al hospital cerca de las 6 del pasado miércoles. Por orden del fiscal Jerónimo Roggero, las autoridades allanaron el domicilio familiar, donde secuestraron una sábana, un pantalón y una toalla con manchas.
Estos elementos serán analizados para determinar su vinculación con el caso.
El recién nacido, que fue llevado al hospital por la madre de la menor, se encuentra en el área de Neonatología bajo estricta observación médica.
El fiscal del caso ordenó la detención de los padres de la menor, identificados como G.S. (37) y E.S. (36). La pareja ha sido acusada inicialmente del delito de encubrimiento.
La rápida intervención de la justicia busca esclarecer los hechos y determinar quién es el responsable del abuso, mientras la menor permanece internada, bajo observación y resguardo.
DETALLES
DEL CASO
La doctora Mirian Jacquet, coordinadora de la Unidad de Protección Infantil (UPI), dialogó con NG Federal sobre la situación y la investigación en curso.
«Nuestra intervención se debe al requerimiento de la fiscalía, luego de que la niña ingresara al hospital con hemorragia. Ante ello, se constató que hubo un alumbramiento y se inicia la investigación correspondiente».
La menor y su bebé fueron internados, mientras los padres quedaron detenidos por encubrimiento.
La especialista detalló que la alerta surgió gracias a la hermana de la menor, de apenas siete años: «Ella fue quien informó que había un nacimiento. Sin esa denuncia, probablemente no habríamos podido rescatar al bebé a tiempo, estuvo 20 horas a la intemperie con hipotermia y déficit respiratorio».
Jacquet también advirtió sobre la gravedad del hecho: «Estos casos de abuso intrafamiliar son más frecuentes de lo que creemos.
Generalmente los detectamos cuando ingresan al hospital, pero muchas situaciones quedan ocultas dentro de los hogares».