El crecimiento del área central de Resistencia constituye un fenómeno complejo que en las últimas dos décadas transformó profundamente la estructura física y funcional de la capital chaqueña.
En este contexto, el becario Sebastián Vargas, estudiante de Arquitectura de la Universidad Nacional del Nordeste (Unne), desarrolla una investigación destinada a analizar las dinámicas que acompañaron esta evolución urbana.
Su trabajo se enmarca dentro del proyecto «Políticas urbanas del Área Metropolitana del Gran Resistencia (AMGR)», con el propósito de generar nuevos conocimientos sobre los procesos de urbanización en contextos de incertidumbre y cambio.
El estudio, que cuenta con el apoyo de una Beca de Estímulo a las Vocaciones Científicas del Consejo Interuniversitario Nacional, se encuentra bajo la dirección de la doctora arquitecta Marina Scornik y la codirección del arquitecto Julio César Borges Nogueira.
Junto a ellos, Vargas integra un equipo de investigación que busca aportar herramientas para comprender las transformaciones del paisaje urbano de la ciudad y orientar políticas que promuevan un desarrollo sostenible y equilibrado en el tiempo.
Resistencia, como núcleo del sistema metropolitano del Gran Resistencia, experimentó un proceso de expansión residencial y diversificación funcional en su centro histórico. Este fenómeno estuvo acompañado por un crecimiento vertical que modificó la fisonomía tradicional de la ciudad, marcada históricamente por edificaciones de baja altura.
En las últimas dos décadas, la construcción de edificios destinados a usos comerciales, administrativos y residenciales redefinió la densidad y la configuración del espacio urbano.
El investigador observa que este crecimiento no estuvo exento de dificultades estructurales. «El área central enfrentó obstáculos relacionados con servicios básicos, congestión del tránsito, capacidad de estacionamiento, transportes públicos, energía eléctrica, agua y cloacas», señala el informe.
A pesar de estas limitaciones, las normativas municipales introdujeron una flexibilidad que permitió la densificación en sectores estratégicos, con repercusiones en la calidad de vida y en la sostenibilidad del entorno urbano.
EL DESAFÍO DE LA PLANIFICACIÓN URBANA
El trabajo de Vargas se inscribe en el proyecto de investigación PI 21C004 «Políticas urbanas y estrategias de gestión en el Área Metropolitana del Gran Resistencia en contextos de incertidumbre», acreditado por resolución 776/21 del Consejo Superior de la Unne.
Este proyecto busca evaluar los procesos de urbanización en distintas localidades del AMGR, identificar sus consecuencias sociales y ambientales, y proponer estrategias de intervención innovadoras basadas en escenarios posibles.
El equipo interdisciplinario que integra el becario está compuesto por profesionales y estudiantes de arquitectura comprometidos en la construcción de conocimiento científico aplicado. Entre ellos se encuentran la doctora Marina Scornik, el arquitecto Julio César Borges Nogueira y la becaria María Eugenia Urbina, quienes comparten la premisa de que comprender el pasado reciente del crecimiento urbano es clave para planificar el futuro de manera sustentable y equitativa.
Uno de los principales objetivos del proyecto es «estimular la creatividad y la resiliencia para enfrentar los desafíos de la urbanización contemporánea».
En ese sentido, los investigadores destacan la importancia de analizar el rol de las políticas públicas locales, las normativas edilicias y los actores sociales en la configuración del espacio urbano, considerando que cada decisión técnica tiene consecuencias directas sobre el hábitat y la movilidad de los habitantes.
Vargas explica que su investigación busca «identificar los cambios que transformaron el paisaje urbano en las últimas dos décadas, con el fin de aportar conocimiento para futuras normativas que promuevan un desarrollo urbano sostenible».
Esta aproximación apunta a la generación de lineamientos técnicos que orienten las políticas municipales hacia un crecimiento más equilibrado y respetuoso de la infraestructura existente.
» LA OBRA
El estudio parte de una hipótesis central: que «la identificación de los patrones de crecimiento urbano y transformación del área central de Resistencia permitiría aportar lineamientos para futuras intervenciones en la ciudad y redacción de normativas que mejoren la calidad de vida de la población».
Desde esa premisa, la investigación busca establecer una base empírica que sirva de referencia para la toma de decisiones en materia de planificación territorial.
La metodología se estructura en tres etapas complementarias. En primer lugar, el relevamiento de información sobre la temática incluye conceptos como Renovación Urbana, Transformación Urbana y Gentrificación.
En esta fase se recopilan estudios previos elaborados por investigadores del Instituto de Planeamiento Urbano y Regional, entre ellos Brian A. Thomson, y otros académicos de las facultades de Arquitectura y de Ingeniería de la Unne. Además, se analizan las normativas que rigieron en diferentes períodos históricos de la ciudad.
En la segunda etapa, denominada Análisis y Diagnóstico, el equipo examinará la evolución del área central a partir de herramientas cartográficas, fotográficas y estadísticas.
Finalmente, la etapa de Reflexiones tiene como objetivo elaborar propuestas y lineamientos para abordar los problemas detectados, que podrán aplicarse tanto en investigaciones académicas futuras como en la formulación de políticas públicas.

