La convocatoria presidencial se realizó tras la contundente victoria de La Libertad Avanza (LLA) en 16 de los 24 distritos, una elección que dejó al mandatario con un sólido respaldo político. Milei buscó enviar un mensaje de institucionalidad y fortaleza, tanto hacia la ciudadanía como hacia actores internacionales, particularmente Washington, en un contexto de atención global sobre la situación económica y política de Argentina. La reunión se configuró como un espacio para mostrar unidad y capacidad de diálogo con las provincias, en paralelo a las tensiones internas que atraviesa su gestión.
El encuentro contó con la asistencia de gobernadores como Osvaldo Jaldo (Tucumán), Carlos Sadir (Jujuy), Raúl Jalil (Catamarca), Jorge Macri (CABA), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Claudio Poggi (San Luis), Alberto Weretilneck (Río Negro), Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Gustavo Valdés (Corrientes), Marcelo Orrego (San Juan), Hugo Passalacqua (Misiones), Ignacio Torres (Chubut), Claudio Vidal (Santa Cruz), Gustavo Sáenz (Salta), Martín Llaryora (Córdoba), Sergio Ziliotto (La Pampa) y Gerardo Zamora (Santiago del Estero). Por Mendoza asistió la vicegobernadora Hebe Casado y por Chaco su par Silvana Schneider, mientras que Zulma Reina reemplazó al gobernador neuquino Rolando Figueroa.
En contrapartida, no fueron invitados los gobernadores peronistas Axel Kicillof (Buenos Aires), Ricardo Quintela (La Rioja), Gildo Insfrán (Formosa) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur). La exclusión de estos mandatarios refleja la polarización política y la estrategia de Milei de concentrar la reunión en quienes se muestran más receptivos a los cambios impulsados por su administración.
EL GABINETE Y EL ESCENARIO POLÍTICO
Más allá de los gobernadores, el Presidente reunió a su Gabinete en pleno, lo que evidenció un gesto de unidad frente a la interna de las tribus del Gobierno y las negociaciones por la conformación de carteras ministeriales. Entre los presentes se encontraban Karina Milei (secretaría general de la Presidencia), Luis Caputo (Economía), Sandra Pettovello (Capital Humano), Mario Lugones (Salud), Manuel Adorni (vocero presidencial), Luis Petri (Defensa), Patricia Bullrich (Seguridad), Santiago Bausili (BCRA), Federico Sturzenegger (Desregulación), Lisandro Catalán (Interior), Guillermo Francos (jefe de Gabinete) y Pablo Quirno (canciller).
El encuentro también contó con la presencia de asesores como Santiago Caputo y la secretaria Legal y Técnica, María Ibarzabal Lousteau. La configuración de la mesa refleja la intención de Milei de consolidar un frente amplio de interlocución con las provincias, donde se incluyeron los principales referentes del Ejecutivo para sostener los debates sobre reformas de fondo y transmitir un mensaje de cohesión política.
El Presidente abrió el diálogo con los mandatarios en torno a cuatro ejes centrales: reforma fiscal e impositiva, reforma y modernización laboral, reforma del Código Penal y Presupuesto 2026. Los gobernadores hicieron especial hincapié en que el presupuesto cumpla con criterios de equilibrio fiscal y manifestaron su interés en continuar la discusión sobre la redistribución del impuesto a los combustibles líquidos, un tema que seguirá siendo parte de futuras reuniones.
El cónclave marcó un giro en la relación de Milei con las provincias, ya que la convocatoria se canalizó a través del jefe de Gabinete y del ministro del Interior, en un gesto de institucionalización y profesionalización del vínculo con los mandatarios. La reunión fue interpretada como un paso estratégico para consolidar la agenda legislativa en un Congreso que requerirá acuerdos y consensos parciales.
El encuentro también permitió evaluar la situación particular de gobernadores que lograron mantener su influencia en el Congreso pese a perder las elecciones provinciales, como Rolando Figueroa en Neuquén, cuya representación parlamentaria permitirá a su distrito participar activamente en futuras discusiones.

 
		