Con un despliegue inusitado de seguridad (ver contratapa), llegó el momento de los alegatos de apertura y, como era de esperar, las partes tuvieron posiciones bien opuestas.
Los primeros testigos ofrecidos por la fiscalía y la querella declararon ayer, en referencia a Mercedes Valois Flores y Gloria Romero, quien luego del cuarto intermedio, seguirá declarando el lunes.
El fiscal Martín Bogado consideró que Cecilia fue engañada para ingresar al domicilio de los Sena, donde posteriormente fue asesinada.
De acuerdo a su visión, la mataron porque era considerada una amenaza para la familia (Sena) desde el momento en que manifestó su decisión de no participar más en las actividades piqueteras.
«Cecilia fue asesinada en la casa familiar, luego con el apoyo de los colaboradores, el cuerpo fue trasladado al Campo Rossi, donde la quemaron», señaló por su parte Gustavo Briend, querellante particular.
Según el Equipo Fiscal Especial (EFE), el femicidio de Cecilia Strzyzowski fue el resultado de un plan criminal previamente acordado entre los integrantes del denominado clan Sena.
HABLÓ LA DEFENSA
DEL CLAN
La abogada defensora de César Sena, Gabriela Tomjlenovic, pidió al jurado popular la absolución de su cliente.
Sostuvo que el Ministerio Público Fiscal (MPF) no logró acreditar el hecho base del crimen y que la investigación estuvo atravesada por irregularidades, entre ellas la supuesta manipulación de pruebas.
Apelando al principio de la duda razonable, indicó: «Ellos son inocentes, no se olviden de eso, de la presunción de inocencia que se encuentra intacta. Analicen serenamente la evidencia y van a ver que la única respuesta es un veredicto de absolución respecto a mi defendido».
Ricardo Osuna, abogado de Emerenciano Sena, aseguró que su cliente está ajeno a los hechos que se le imputan y criticó la forma en que el Ministerio Público Fiscal condujo la investigación.
Para el abogado «no hay certificado de defunción, no hay informe de autopsia, ni acta de defunción. Cada delito tiene su prueba madre y en este caso todo se basa en aproximaciones, no en certezas», alegó.
«Mi defendido no tuvo nada que ver con lo que se le imputa. Ni él ni otros involucrados participaron directamente en el crimen. Lo que ocurrió con Cecilia es la gran pregunta que todos se hacen, y esperamos que el juicio permita esclarecerlo», expresó.
La defensora oficial Celeste Ojeda, en representación de Marcela Acuña, afirmó que su defendida es inocente del delito de partícipe necesaria, aunque reconoció que intentó encubrir el hecho tras enterarse de lo ocurrido.
Asimismo, Ojeda sostuvo ante el jurado que Acuña no participó en el crimen ni en su planificación, y que su intervención se dio «después de los hechos», cuando habría descubierto lo sucedido en su domicilio.
Contundente declaración de la
abuela de Cecilia contra César Sena
Ayer declaró ante el jurado popular Mercedes, abuela de Cecilia Strzyzowski, en el marco de la primera jornada de testimonios del juicio por el femicidio.
En su declaración, expresó: «Vengo a pedir justicia por mi nieta que fue brutalmente asesinada». Recordó el último abrazo que recibió de Cecilia y relató que, antes del supuesto viaje a Ushuaia, su nieta le había dicho: «El avión se va a caer y me voy a morir».
Según su testimonio, fue Marcela Acuña quien le ofreció a Cecilia el trabajo en Ushuaia: «Ella nos consiguió el trabajo en Ushuaia», afirmó.
También señaló que «Marcela no la quería a Cecilia» y que la joven se mostraba «entre alegre y triste» en esos días previos a su desaparición. Contó, además, que notó muy nervioso a César Sena, pareja de la víctima, antes de perder contacto con ambos.
Doña Mercedes detalló que el 5 de junio se interrumpió toda comunicación. «César me bloqueó y a Cecilia se le rompió el teléfono», dijo. Esa misma tarde, relató, dos policías de Investigaciones llegaron a su casa y le informaron que «a Cecilia le pasó algo grave, está desaparecida».
Asimismo, agregó que César le había asegurado que «se había peleado con Cecilia y que ella le había pegado», pero la familia no volvió a saber nada de la joven.
En otro tramo de su testimonio -que publicó N9-, la abuela recordó una conversación entre Cecilia y Marcela Acuña, cuando la dirigente le regaló una remera del Che Guevara y su nieta le respondió: «Yo no estudié para ser piquetera».
También mencionó que César, en momentos de consumo de alcohol, «contaba cómo hacían desaparecer personas» y que, en otra ocasión, le dijo a Cecilia: «Ya estamos en condiciones de lavar dinero», en referencia a un emprendimiento denominado Gato Negro.

