La iniciativa invita a participar activamente en el trabajo de campo que la fundación desarrolla en el norte del Chaco, donde la biodiversidad convive con las condiciones extremas del monte chaqueño.
«Buscamos personas entusiastas, comprometidas y con ganas de aprender», explicó Débora Abregú, bióloga y coordinadora de conservación del Proyecto El Impenetrable de la Fundación Rewilding Argentina, en diálogo con Radio Libertad.
«No hace falta ser veterinario o biólogo. Lo más importante es tener vocación, curiosidad y la disposición de convivir con la naturaleza en su estado más puro», remarcó.
Rewilding: recuperar lo
que el hombre extinguió
Abregú detalló que el equipo de Rewilding trabaja en la reintroducción y recuperación de especies y ambientes degradados. «Nuestra tarea es volver a traer al monte chaqueño aquellas especies que desaparecieron por acción humana. Trabajamos con programas de reintroducción y reubicación, que incluyen desde el cuidado en cautiverio hasta las liberaciones y el seguimiento posterior», explicó.
Entre las especies con las que trabajan se destacan el yaguareté, el ciervo de los pantanos, el guanaco, la nutria gigante y la tortuga yabotí, esta última considerada la tortuga terrestre más grande de la Argentina. «Ya hemos liberado 72 ejemplares de tortuga yabotí en la zona, y seguimos monitoreándolas con telemetría para conocer sus desplazamientos y reproducción», señaló la especialista.
El llamado a voluntarios
La nueva convocatoria busca incorporar personas para colaborar en los proyectos de yaguareté y tortuga yabotí, con posibilidad de sumarse también a otras líneas de trabajo dentro del parque. «Las personas seleccionadas participarán en tareas de monitoreo, mantenimiento de recintos, alimentación de ejemplares y registro de datos. Es un trabajo muy dinámico, que combina el contacto directo con la naturaleza y la ciencia aplicada a la conservación», detalló Abregú.
Respecto a los requisitos, aclaró que no es necesario tener formación profesional en biología o veterinaria, aunque sí se prioriza a quienes ya hayan tenido experiencias en ambientes naturales exigentes. «El Impenetrable es un área de temperaturas altas, donde muchas veces se superan los 40 °C. Por eso buscamos gente que sepa adaptarse y que tenga entusiasmo. El resto se aprende sobre la marcha», dijo.
Los voluntarios seleccionados recibirán acompañamiento y capacitación durante su estadía. «Pedimos un período mínimo de permanencia de dos meses, porque lleva tiempo adaptarse a la dinámica del lugar y aprender las rutinas de trabajo. Después de esa etapa, los voluntarios ganan autonomía y asumen mayores responsabilidades», explicó.
Cómo es la vida en el corazón del monte chaqueño
El Centro de Reintroducción del Yaguareté, ubicado dentro del Parque Nacional El Impenetrable, es uno de los principales espacios de trabajo del equipo. Allí se albergan ejemplares en distintas etapas de su proceso de reinserción.
«Algunos animales están próximos a ser liberados, otros permanecen bajo cuidado permanente. Las tareas incluyen su alimentación, limpieza de recintos, mantenimiento del entorno y monitoreo mediante cámaras trampa», precisó Abregú.
Estas cámaras registran la presencia y comportamiento de los animales en el monte, sin necesidad de interferir directamente. «Son nuestros ojos cuando no estamos. Nos permiten seguir sus movimientos y detectar otras especies que comparten el hábitat», comentó.
Además, los voluntarios colaboran en el seguimiento de tortugas yabotí liberadas, que portan transmisores en sus caparazones. «Con una antena podemos ubicarlas en el monte, especialmente a las hembras, para controlar puestas de huevos y desplazamientos.
Es un trabajo apasionante, que requiere paciencia y observación», señaló la coordinadora.

