La Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro) analizó el impacto de las lluvias intensas y prolongadas que generaron anegamientos y pérdidas significativas en cultivos, infraestructura y caminos rurales en diversos puntos del país.
La entidad expresó su preocupación por las consecuencias económicas y sociales de este fenómeno, que pone en riesgo la continuidad de numerosas explotaciones agropecuarias, especialmente las de menor escala.
El presidente de Coninagro, Lucas Magnano, y la consejera Patricia Luke destacaron la necesidad de una intervención urgente del Estado para atender las demandas del sector y amortiguar las pérdidas ocasionadas.
En ese sentido, la entidad advirtió que la magnitud de los daños ocasionados por las inundaciones requiere la aplicación de medidas excepcionales.
En este contexto, la organización solicitó la implementación de líneas de crédito con tasas subsidiadas, así como la extensión de los plazos fiscales y bancarios para los productores damnificados.
Tales medidas, explicaron, resultan imprescindibles para evitar el colapso financiero de explotaciones pequeñas y medianas que, en muchos casos, son pilares de las economías regionales.
Coninagro, a la vez, remarcó que los costos de reparación de infraestructura y de reimplantación de cultivos superan ampliamente las posibilidades de los productores en este momento.
Por ello, insistió en la necesidad de contar con políticas crediticias flexibles, acompañadas por una asistencia técnica que permita reordenar las tareas productivas y prevenir nuevas pérdidas ante eventuales eventos climáticos futuros.
FORTALECIMIENTO
En paralelo a los pedidos de asistencia directa, Coninagro anunció que promoverá en el Congreso de la Nación el tratamiento urgente de la ley de emergencia agropecuaria, con el propósito de reforzar el Fondo Nacional de Emergencias Agropecuarias (Foneda).
Según explicaron, la actualización de este instrumento es fundamental para mejorar la capacidad de respuesta del Estado frente a la creciente frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos.
Este fondo, creado para atender emergencias productivas, se considera hoy insuficiente ante el aumento de la vulnerabilidad climática que afecta a las zonas rurales.
Coninagro plantea que la actualización del Foneda debería incluir una revisión integral de sus mecanismos de aplicación, garantizando una distribución más ágil de los recursos y una coordinación efectiva entre Nación, provincias y municipios.
Además, propone que los criterios de elegibilidad y asignación de fondos sean revisados para priorizar a los pequeños y medianos productores, quienes suelen ser los más afectados por las contingencias ambientales.
La iniciativa busca instalar el debate sobre la resiliencia del sistema agropecuario frente a un contexto de cambio climático acelerado.
Adversidad
Las intensas lluvias registradas en los últimos meses provocaron anegamientos prolongados en zonas rurales, deteriorando caminos, afectando el acceso a los establecimientos y comprometiendo la producción de granos, frutas, hortalizas y forrajes. Esta situación, según la entidad, genera un efecto dominó sobre toda la cadena agroindustrial, con impacto directo en el empleo, el abastecimiento y las exportaciones.
Claves
La entidad impulsará en el Congreso el
tratamiento de la ley de emergencia
agropecuaria para fortalecer el
Fondo Nacional de Emergencias
Agropecuarias.
El objetivo es garantizar la continuidad de las
economías regionales y mejorar la respuesta estatal ante los fenómenos climáticos
extremos.

