El Guácaras 15 – Festival Internacional de Cine 100% Regional- se realizará hoy, desde las 19, en la plaza del pueblo de Santa Ana de los Guácaras (Corrientes) con el urutaú como animal emblema de esta edición. La entrada será libre y gratuita.
Este año, el histórico festival que desde 2010 se celebró en cuatro jornadas, deberá concentrarse en una única edición especial de un día, como consecuencia directa de la reducción y ausencia de apoyos institucionales que históricamente acompañaron su realización.
Aun así, el Guácaras elige mantenerse de pie. Y lo hace preservando su corazón: la pantalla encendida, el encuentro comunitario y la defensa del cine regional.
En efecto, con pantalla gigante y de calidad, el público o guacaradores, como les gusta decir a la organización, podrá seguir disfrutando de la experiencia única de ver cine al aire libre.
Además, tendrá lugar la famosa «guantina», cantina donde se ofrecen bebidas y comida para disfrutar del cine en familia.
Una edición comprimida
A pesar de la reducción de días, el festival sostendrá sus cuatro competencias oficiales, que son el motor del Guácaras y su aporte directo a la formación de nuevas pantallas:
Competencia Oficial
«Providencia» – director Yamila Palacios (Corrientes); «Yvu» – director Oscar Pérez (Paraguay); «El valiente de los humedales»- director David Salmón (Caá Catí- Santa Ana); «Gallina» – directora Ana Arza Lascurain (Paraguay).
Competencia Universitaria
«Misiones 1756» – director Leonel Benítez (Misiones); «Las que sostienen» – directora Agustina Lazarte (Resistencia); «Operativo tarot» – directora Irina Lugo (Resistencia); «Limbo SA» – director Elías Máximo Domínguez (Formosa); «Retrato de una serpiente» – directora Ana Belén Monzón (Corrientes); «Otra noche para el olvido» – director Lucas Cabrera Sarrionandia (Barranqueras).
Competencia de Colegios Secundarios
«Cicatrices» – director Matías Araujo (Corrientes); «Tres colillas» – directora Tania Rojas (Caá Catí); «El misterio en la estancia» (Santa Ana); «El mensaje»- director Francisco Torres (Corrientes); «La leyenda de Tito» – director Cine Joven comunitario (Posadas).
Competencia de Videoclip
«Harakiri/ Mauro Siri» – director Gabriel Leandro Otero (Corrientes- Chaco); «No seas pelotudo» – directora Fátima Cabrera (Corrientes- Chaco); «Florecer / Gicela Méndez Ribeiro» – directora Romy Vlachof (Santa Ana); «Carbón y algodón / Alon» – director Lucas Ezequiel Mambrín (Resistencia); «El ojo / Una Boreal» – directora Agustina Martínez Krais (Resistencia).
En total, 20 obras seleccionadas serán proyectadas el sábado 6, reafirmando el compromiso del festival con realizadores, estudiantes y con la comunidad audiovisual que encuentra en el Guácaras un espacio indispensable para mostrar y pensar el cine regional.
Del territorio y para el territorio
Desde hace 15 años, el Guácaras sostiene un objetivo central: ser una ventana de exhibición para realizadores del cine regional y acompañar el crecimiento de la industria audiovisual desde sus raíces.
No es un emprendimiento privado ni comercial: es un bien cultural regional y provincial, construido con trabajo voluntario, articulación comunitaria y apoyos institucionales que, en los últimos años, dejaron de sostenerse.
En varias oportunidades, el festival incluso fue mencionado en campañas como una política cultural a acompañar. Pero la realidad actual es concreta: ese acompañamiento se discontinuó.
El contexto
El cine argentino no se financia con impuestos nuevos, sino con el propio cine. En 2025 se vendieron en el país entre 35 millones y 36 millones de entradas, a un promedio de $5 mil, lo que implica un aporte de alrededor de $17.500 millones anuales al Incaa provenientes exclusivamente del 10% del valor de esas entradas.
A pesar de esto, el Guácaras ya lleva dos años sin recibir apoyo del Incaa, aun presentando proyectos acordes a su trayectoria, alcance e impacto.
El propio Instituto reconoce que los festivales son esenciales para garantizar exhibición, nuevas pantallas, formación de audiencias y desarrollo federal. Eso es exactamente lo que el Guácaras hace y seguirá haciendo. El Guácaras sigue porque las campañas pasan; la cultura permanece. Respaldar festivales, procesos creativos y pantallas comunitarias es invertir en trabajo, identidad y futuro, aunque algunas gestiones de gobierno no lo entiendan así.
El Guácaras no suspende, resiste
Se concentra en un día, pero no renuncia a su espíritu. El presente es desafiante, pero el sentido del Guácaras permanece intacto: abrir una pantalla en el corazón del territorio, generar encuentro y sostener la circulación de las miradas regionales.
Esta edición especial, concentrada en una sola jornada que debió ser una fiesta de aniversario, es hoy un gesto de continuidad.
Una forma de decir que el cine comunitario, cuando está arraigado, encuentra siempre la manera de proyectarse y ese es nuestro tesoro.
Hoy, desde las 19, en la plaza de Santa Ana de los Guácaras, la pantalla volverá a encenderse. Y con ella, la certeza de que la cultura no se suspende: se sostiene, se comparte y se defiende colectivamente.

