La Municipalidad de Sáenz Peña activó de manera preventiva el sistema integral de bombeo urbano ante las abundantes lluvias registradas y el pronóstico de nuevas precipitaciones, poniendo en funcionamiento 18 bombas en estaciones fijas y portátiles ubicadas en cuencos y barrios estratégicos, realizando en paralelo el descenso anticipado del nivel de los reservorios, la limpieza periódica de canales y cunetas en toda la ciudad, el monitoreo permanente de la situación climática y la habilitación de la línea 103 para la atención de emergencias, con el objetivo de optimizar el escurrimiento del agua y reducir el impacto del exceso hídrico en los vecinos.
El secretario de Servicios Públicos, Pablo Álvarez, detalló la localización y el funcionamiento de cada estación de bombeo, subrayando que el esquema fue diseñado para cubrir cuencos y zonas históricamente afectadas por acumulación de agua. Según explicó, la planificación responde a estudios previos de comportamiento hídrico urbano y a la experiencia acumulada en eventos climáticos recientes.
En ese marco, Álvarez precisó que «el sistema de bombeo se encuentra en pleno funcionamiento en la ciudad», remarcando que la activación simultánea de las estaciones permite acelerar el escurrimiento y reducir el tiempo de permanencia del agua en la vía pública.
Las autoridades municipales señalaron que este despliegue técnico forma parte de una política sostenida de gestión del riesgo hídrico, orientada a minimizar el impacto de fenómenos climáticos intensos.
El funcionamiento permanente del sistema busca garantizar una respuesta inmediata ante variaciones en el volumen de precipitaciones.
DISTRIBUCIÓN DE BOMBAS Y TAREAS PREVENTIVAS
De acuerdo con la Municipalidad, cuatro bombas operan en el cuenco ubicado en la intersección de la calle 33 y la ruta 95, otro grupo de cuatro se encuentra activo en el cuenco de la ruta 16 y calle 68, mientras que dos equipos funcionan en la estación del Parque Temático. Estas áreas concentran una parte significativa del caudal pluvial que recibe la ciudad durante lluvias intensas.
Asimismo, se encuentran en funcionamiento tres bombas en el sector de Ginés Benítez, una en el barrio Puerta del Sol y otra en el barrio La Salada. A este esquema se suman tres bombas portátiles instaladas de manera preventiva: una en el barrio Sarmiento, otra en el barrio 713 y la tercera en el barrio San Martín, ampliando la capacidad de respuesta ante eventuales desbordes.
Desde el municipio también se destacó que de manera continua se trabaja en la reducción del nivel de agua de los reservorios urbanos. Esta tarea se realiza con antelación a los eventos de lluvia, con el fin de que los reservorios se encuentren en condiciones óptimas para recibir nuevos aportes hídricos sin comprometer su capacidad operativa.
En paralelo, se ejecutan tareas periódicas de limpieza de canales y cunetas en toda la ciudad. Estas intervenciones resultan clave para asegurar el correcto escurrimiento del agua por pendiente natural, evitando obstrucciones que puedan generar acumulaciones localizadas o desbordes hacia la vía pública y zonas habitadas.
Las autoridades remarcaron que estas acciones preventivas forman parte de una planificación integral que combina infraestructura, mantenimiento y monitoreo constante.
El objetivo central es sostener la funcionalidad del sistema de drenaje urbano frente a escenarios climáticos adversos.
MONITOREO, RECOMENDACIONES Y ASISTENCIA
A VECINOS
Pese al despliegue técnico, desde el municipio se advirtió que cuando los milimetrajes de lluvia son elevados en períodos cortos de tiempo no se pueden descartar complicaciones propias de este tipo de fenómenos climáticos. Esta advertencia se vincula a la naturaleza imprevisible de las lluvias intensas y a la saturación rápida de los sistemas de escurrimiento.
En ese sentido, se solicitó la colaboración de los vecinos, especialmente evitando arrojar residuos en la vía pública, canales, cunetas y desagües. La acumulación de desechos en estos puntos críticos puede dificultar el drenaje del agua y agravar los efectos de las precipitaciones, incluso con el sistema de bombeo en funcionamiento.
El municipio informó que la situación se monitorea de manera permanente, teniendo en cuenta que el pronóstico meteorológico no es alentador. Para los próximos días se esperan nuevas lluvias, con milimetrajes que podrían ser significativos, lo que obliga a mantener activos todos los dispositivos de control y respuesta.
Ante cualquier situación de emergencia, los vecinos pueden comunicarse a la línea 103, habilitada para la atención de contingencias relacionadas con el clima y el estado de la infraestructura urbana. Esta línea permite canalizar avisos y coordinar intervenciones rápidas en los distintos barrios.
Desde la administración local se indicó que «desde el municipio se continuará trabajando para optimizar el escurrimiento del agua y brindar mayor previsibilidad al vecino».

