El inicio de la segunda semana de esta nueva «fase 1» fue distinta a la anterior: más controles y mayor exigencia del pasaporte Covid evidenciaron la preocupación por evitar la propagación del virus.
Desde ayer temprano regresaron los retenes que fueron una postal de la cuarentena 2020. En varios accesos a la capital chaqueña se apostaron los efectivos policiales y se observaron largas filas de autos esperando su turno para mostrar el permiso, si es que lo tenían.
Aquellos que no contaban con ese pasaporte, por una cuestión humana quizás, no se los multaba, pero se los invitaba a pegar la vuelta hasta gestionar ese permiso.
Hubo casos excepcionales, que siempre existen, y se autorizó la circulación, pero fueron escasos.
Otro aspecto saliente fue el microcentro: al contrario que el sábado de la semana pasada, esta vez no fue tanto el movimiento de personas, a pesar del pago de sueldos a jubilados y que los comercios siguen abiertos.
La situación de la pandemia está complicada, y la crisis económica va a la par, pero hay una diferencia: el virus tiene consecuencias letales.
A diferencia del sábado pasado, ahora son más rigurosas las inspecciones
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