El jefe de la Policía del Chaco, Ariel Acuña, reconoció que la inseguridad volvió a adueñarse de la provincia y que necesita más agentes en la calle para prevención. En una entrevista brindada en La Radio, el comisario general no tuvo problemas para reconocer que hacen lo que pueden, pero en muchos casos no alcanza, considerando que entre los piquetes y la vuelta de cierta «normalidad», los robos se incrementaron debido a la falta de agentes en la vía pública.
«Es una realidad, no es una sensación, la percepción de los vecinos es real, los hechos existen», dijo el funcionario policial, ratificando que los delitos se incrementaron en estas semanas, con un auge de la delincuencia que hasta tiene la desfachatez de subir sus «hazañas» en las redes sociales.
Acuña se refirió a que las estadísticas que lleva la Policía hablan por sí solas, en alusión a los robos y hurtos en la provincia, en especial de motos.
TIEMPOS DISTINTOS
En otro orden, el titular de la cúpula policial reflexionó respecto a los tiempos actuales en relación a la época en que la cuarentena estaba en fase 1.
«Estamos en una época distinta, antes había poca gente en la calle y los índices bajaron, pero ahora con más flexibilidad empezaron a salir y hay algunas que se olvidaron las medidas de seguridad», remarcó.
En ese contexto, hizo mención a que hay personas que son descuidadas en cuanto a seguridad, aunque eso no da ningún derecho al robo, «pero es parte del paisaje».
«Estamos con meses de mucho frío, hay menos gente en la calle, hay mucha soledad y eso lleva a que se cometan fechorías sin ser vistos», aseveró.
MENOS POLICíAS
La presencia policial es constante, pero no suficiente, de acuerdo a lo considerado por Ariel Acuña. Para el jefe, mucho personal debe afectarse, diariamente, a controlar las manifestaciones sociales que el Estado no encuentra soluciones para evitarlas. Personal que debe realizar patrullajes de prevención, como ser la Caminera o del Cuerpo de Operaciones Motorizadas, se suma a los uniformados afectados a Casa de Gobierno y aledaños, para vigilar que los piqueteros no se pasen de raya.
De todas formas, remarcó que los efectivos que prestan servicios en las comisarías jurisdiccionales sigue cumpliendo su trabajo en los respectivos barrios.
«Estamos trabajando buscando la vuelta, hay agentes que se recargan, hay que sacarlos de otra función, otros que deben cumplir doble turno y a veces no alcanza la cantidad de patrullajes y controles», señaló.
LOS ROBOS
En cuanto a la ola de robos registrados en los últimos tiempos, el comisario general hizo mención a una reunión mantenida con los jefes de la Dirección General de Seguridad Metropolitana y del Departamento Investigaciones Complejas para llevar adelante un dispositivo que permita trabajar en el esclarecimiento de varios ilícitos.
«No solo trabajamos en base a denuncias, pero también captamos informes que rescatamos de medios periodísticos y redes sociales, hay sujetos que los comentan», puntualizó.
MENOS VIOLENCIA
También se refirió a, según su óptica, a cierta disminución en el uso de la violencia para cometer asaltos.
Para el jefe de la Policía del Chaco, la gente va recuperando la normalidad de su vida con respecto al año pasado, que la pasó encerrada y, por ende, «habían pocas presas circulando por las calles», lo que obligaba al delincuente a ejercer la violencia para cometer sus fechorías.
«Ahora hay más presas fáciles, por eso hay menos violencia en los robos», añadió, en alusión a que en la calle se presentan mayores oportunidades para los amigos de lo ajeno para apropiarse de efectos.