Un estudio del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y GRID-Arendal, una organización ambiental sin fines de lucro con sede en Noruega, advierte que para el 2050 los incendios forestales aumentarán un 30% y un 50% para fin de siglo debido a la crisis climática que sufre nuestro planeta.
Son más de 50, los científicos que trabajaron en este informe, y quienes alertan que «el calentamiento global, las sequías y los cambios de uso de la tierra», son causadas por el «desastre que genera la actividad humana». Según la proyección que hicieron «ningún rincón del planeta estará a salvo de los incendios forestales», que podrían afectar «incluso al Ártico y otras regiones que actualmente no corren ese riesgo».
La directora ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen, indicó que «debemos minimizar el riesgo de incendios forestales con mejor preparación: tenemos que invertir más en la reducción del riesgo de incendios, trabajar con las comunidades locales y fortalecer el compromiso global para combatir el cambio climático».
El documento señala también que los incendios forestales «afectan de manera desproporcionada a los países más pobres del mundo, con impactos que se prolongan mucho tiempo después de que el fuego se apaga», impidiendo su progreso hacia el desarrollo sostenible y agudizando las desigualdades sociales.
Además, los costos de la reconstrucción tras los incendios «a menudo está fuera del alcance de los países de renta baja».