La intendenta de Charata, María Luisa Chomiak, valoró ayer la concreción de la llegada del agua potable a la localidad y aseguró que «nada ni nadie va a empañar» la felicidad que ese logro significa para la ciudad.
La jefa comunal rechazó de plano de esa manera las críticas y cuestionamientos de la oposición respecto de la provisión del recurso a través del segundo acueducto del interior.
«Vivimos este acontecimiento con mucha emoción y sin entrar en discusiones porque los que trabajamos todo el día no tenemos tiempo para las polémicas», sostuvo Chomiak, en declaraciones a Radio Provincia.
«Sentimos una alegría tan grande que nada ni nadie la va a empañar», enfatizó.
La intendenta respaldó las declaraciones del gobernador Jorge Capitanich, quien a inicios de semana visitó Charata donde, en una recorrida por un barrio local, dialogó con vecinos acerca de la llegada del agua potable instancia de la cual se viralizó una fotografía suya bebiendo directamente de una canilla.
«La llegada del agua era muy esperada, hay que tener en cuenta que Charata tiene 107 años, así que imagínense cuánta gente soñó con vivir este momento a lo largo de estos años», dijo Chomiak.
«Hoy tenemos una alegría inmensa por poder contar con agua potable, que llega desde el río Paraná, como se disfruta en Resistencia u otras ciudades de la provincia que disfrutan de esto desde hace mucho tiempo», explicó.
La jefa comunal aclaró, de todas maneras, que por el momento no es aconsejable ingerir el agua ya que se está llevando adelante el proceso de desinfección de las cañerías que requiere el traslado de agua a través de las redes.
«Charata se ha preparado par recibir al acueducto, tenemos kilómetros de redes domiciliarias, lo que permite tener agua a todos los barrios, inclusos los que se encuentran más alejados del centro y esto nos provoca un gran orgullo», apuntó.
EL SEGUNDO
ACUEDUCTO, CLAVE
Chomiak indicó que la obra del segundo acueducto contempla la posibilidad de dotar con el líquido vital a 26 localidades del sudoeste, que se irán incorporando de manera progresiva.
«Esta es una obra muy costosa, no solo en tiempo, sino también en recursos porque se trata de más de 530 kilómetros que hubo que canalizar para llegar al sudoeste y continúa en proceso, de hecho ya ha pasado General Pinedo, Hermosos Campo y a las demás localidades de esa región de la provincia», valoró.
La intendenta estimó que, en pocos días más, los vecinos de Charata podrán incorporar el agua que hoy ya están utilizando para lavar la ropa o regar las plantas para el consumo en sus hogares.
«Esto significa, nada más y nada menos que un cambio de vida para los charatenses», consideró.