En un esfuerzo coordinado y maratónico, la organización Conin Barranqueras, liderada por su presidenta Claudia Leguiza, completó la distribución de 16.100 kilos de leche en polvo a 300 comedores y merenderos en el área metropolitana del Chaco.
Esta operación, que se llevó adelante en colaboración con el Ministerio de Desarrollo Social y otras organizaciones, con el objetivo de paliar la crisis alimentaria en la región antes de la fecha de vencimiento de la leche, el 30 de julio próximo.
La distribución se realizó en un plazo de cinco días, utilizando cinco vehículos, en la semana previa al 30 de julio, fecha de vencimiento de la leche y cubrió el área metropolitana del Chaco, específicamente en Barranqueras, Vilelas, Fontana y Resistencia.
Claudia Leguiza, en declaraciones a Radio Natagalá, destacó la importancia de la distribución eficiente y la colaboración entre diversas entidades para evitar la superposición de esfuerzos y maximizar el alcance del recurso.
«La leche que recibió Conin Barranqueras ya fue distribuida en su totalidad. 16.100 kilos distribuidos en 300 comedores y merenderos que no han interrumpido su labor desde hace mucho tiempo. Esa fue la premisa con la que nos fijamos al requisito», declaró Leguiza.
Un Desafío Logístico
La distribución se llevó adelante en solo cinco días, utilizando cinco vehículos para cubrir Barranqueras, Vilelas, Fontana y Resistencia. Leguiza subrayó la complejidad del operativo: «Llegar a 300 merenderos en el Gran Resistencia con cinco vehículos, no fue fácil. En cinco días. Es mucho. Es un trabajo maratónico».
El trabajo en equipo y la coordinación fueron esenciales para evitar la superposición de entregas. «Articulamos con distintas organizaciones y también lo vimos con el Ministerio de Desarrollo Humano de la provincia de El Chaco, más que nada para no superponer las entregas», explicó Leguiza.
«Desarrollo Humano viene haciendo entregas a distintos merenderos que están en actividad. Y teníamos una base de datos y dijimos, bueno, juntémonos, hagamos bien las cosas, para no superponer y que el recurso llegue a más cantidad de merenderos y comedores funcionando», aseveró.
El cruce de datos fue fundamental para el éxito de la operación. «El Ministerio tiene una base de datos con 400 y pico de merenderos, nosotros teníamos una base propia de 150 merenderos. En el cruce de datos, solamente hubo 20 que se superponían», detalló Leguiza. Esto significó que se pudieron identificar a aproximadamente 530 merenderos en total, aunque no todos pudieron recibir la leche debido a la limitación de recursos y tiempo.
Asimismo, explicó: «Desde nuestro lugar, hacemos las visitas y detectamos el problema. Siempre estamos yendo a ver si hay alguien que necesita que nosotros le pidamos que vaya a las fundaciones a seguir el tratamiento. Y esta era una oportunidad de poder ayudarlos y de todos».
El enfoque de Conin Barranqueras no solo se limita a paliar el hambre, sino a asegurar una nutrición adecuada para el desarrollo integral de los niños. «Nuestra materia prima en la recuperación de los niños no solo es despertar a las madres, sino también ayudarlas con la leche y que el tratamiento esté en función de lo indicado por la nutricionista», señaló Leguiza, subrayando la importancia de la leche en sus programas de nutrición.
La Importancia
de los Merenderos
En el área metropolitana, existen aproximadamente 550 merenderos y comedores, de los cuales más de 300 fueron asistidos en este operativo. Estos centros son cruciales para la comunidad, proporcionando alimento y apoyo a miles de familias.
«En función de la cantidad de personas que declaró cada uno que asiste, estamos rondando las 16 mil personas. Para mí eso se traduce más en 16 mil familias», mencionó Leguiza, destacando la amplia red de apoyo que se logró activar para esta distribución.
«Según las estimaciones de Conin Barranqueras, alrededor de 16 mil personas, que en muchos casos representan a familias enteras, se benefician de los merenderos», indicó, destacando que muchas veces las personas llevan la leche en botellas para compartirla en sus hogares.
«Nosotros hicimos el cálculo como para pedir la leche, hicimos un promedio de las personas que asisten a cada merendero y es cincuenta, cincuenta y cinco personas. Digo personas porque como sabemos no van con una tacita. Al merendero se va con una botella plástica, más grande o más chica. Porque llevan a compartir en la familia.
La mayoría de los casos arrancan para distribuir a las seis de la tarde, tardecito. Porque a veces es lo único que tienen para cenar. Y llevan la botella porque lo comparten en familia.
Entonces nosotros particularmente evaluamos esa situación y preferimos hacerlo de esa manera», comentó.
Compromisos
Uno de los grandes desafíos fue la fecha de vencimiento de la leche. «El día que vi aterrizar el primer Hércules, no les voy a negar que se me cayó un lagrimón de alegría. Y después dije, pucha, qué rápido que se me va a ir la alegría si el 30 de julio ya vence y tenemos que consumir antes», confesó.
La rapidez y eficiencia en la distribución fueron cruciales para garantizar que la leche llegara a quienes la necesitaban antes de su vencimiento.
Venta ilegal
Además del desafío logístico, Conin Barranqueras enfrentó la problemática de la venta ilegal de la leche en el mercado negro. «Recibí un montón de capturas de amigos preocupados porque había ventas de leche en el Facebook», indicó Leguiza, quien personalmente verificó que ninguna de las leches distribuidas por su organización se encontraba en venta ilegalmente.
«Todos sabemos dónde hay ferias donde se comercializa mercadería. El Tiro Federal, por ejemplo. Desconozco cómo llega. Personalmente fui al Tiro Federal el sábado a la mañana. Pero miré todas las leches Vidalac, que era la marca que nosotros recibimos.
Ninguna de las que estaban en venta ahí, como bien le aclaro a todos, nosotros tomamos datos que son precisos, que es el número de lote, la fecha de vencimiento, la cantidad de gramos que traía la leche y sobre todo el packaging que nosotros recibimos, no tenía ninguna impresión que dijera prohibida su venta, de ningún tipo», aseguró.
Y continuó describiendo: «Nos fuimos turnando y todos hicimos el recorrido, para ver si en algún momento encontramos una caja de la partida que nosotros nos tocó distribuir. Como no lo encontramos, no procedimos con las indicaciones que teníamos. Las indicaciones son simples, hay que ir y hacer la denuncia. Eso, nada más. No hay que hacer un escándalo, hay que ir y hacer la denuncia».
«Armamos todas las planillas. Cuando digo planillas es lo que nos llegó vía correo electrónico para que cuando hagamos la entrega cada responsable de merendero pusiera todos sus datos recepcionando la firma, la aclaración, el número de documento, de puño y letra, los días y horarios que funcionan.
De esa manera tenemos, digamos, la posibilidad de recorrer. Y ver qué se está haciendo. Ya que sabemos que son merenderos, voy a reiterar esto, que están funcionando ininterrumpidamente desde hace bastante mucho tiempo», describió el proceso de control.
La experiencia también resaltó la importancia de reeducar a la comunidad sobre la venta ilegal de alimentos destinados a programas sociales. «Yo no creo que haya que pelear, yo creo que hay que reeducar. Porque normalizamos algo que no debe ser normal, o sea, normalizamos muchas cosas», reflexionó Leguiza.
El éxito del operativo dejó varias lecciones y reflexiones para Conin Barranqueras. «Esto sirvió para sacar varias conclusiones y creo que hay que seguir trabajando en esta cuestión», afirmó.
Una de las principales conclusiones es la necesidad de una mayor coordinación entre las distintas organizaciones y el Estado. «Primer trabajo, sigamos trabajando juntos. Articulemos acciones», instó la titular de Conin.
El operativo de distribución de leche en polvo cerca de vencer fue un claro ejemplo de cómo la coordinación y el compromiso pueden superar desafíos logísticos y organizativos. Claudia Leguiza y su equipo en Conin Barranqueras, junto con el apoyo del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y otros voluntarios, demostraron que es posible llegar a miles de familias en necesidad en un tiempo récord.
«Para mí el título es: si trabajamos articuladamente los objetivos se cumplen», concluyó, encapsulando el espíritu de colaboración que caracterizó el operativo.