El catequista Juan Salvador Medina será juzgado por la Cámara Primera en lo Criminal de Resistencia el 7 de septiembre próximo por el delito de abuso sexual simple, agravado por su condición de encargado de la educación, con una pena que va de los 3 a los 10 años de cárcel. Está acusado de manosear a uno de sus alumnos (4).
«Hemos sido notificados por parte de la Cámara Primera sobre el inicio del debate oral y público que dará a conocer lo que nosotros entendemos como un caso de abuso sexual agravado por ser una persona que tenía a su cargo la guarda y el cuidado de este niño», indicó Pablo Vianello, abogado de la familia de la víctima.
En octubre de 2017, Salvador Medina, responsable de la clase de catequesis en el jardín de infantes del Colegio San José Obrero, fue denunciado por supuesto abuso sexual. La causa está caratulada como Medina, Juan Salvador s/abuso sexual simple, agravado por su condición de encargado de la educación.
En la acusación, se consideró que hay elementos para considerar que en fecha y horario no determinado, en 2017, en el horario entre las 14 y 17 en el interior de la iglesia ubicada en el predio del Colegio San José Obrero, en calle Molina 565 de Resistencia, el imputado Juan Salvador Medina habría «efectuado actos de tocamientos de contenido sexual en zona de los glúteos al menor», en circunstancia que el imputado se desempeñaba como catequista y el menor asistía a la Sala de 4 años Divino Niño Jesús en la mencionada institución educativa, encontrándose en ese lapso de tiempo a cargo de la guarda y de su educación religiosa.
Según consta en el expediente, el padre del niño comentó que, a partir de mediados de julio de 2017, su hijo comenzó cambiar su comportamiento, sin motivo aparente. Estaba más agresivo e irritable. Todo esto se profundizó hacia octubre de ese mismo año. No quería ir al jardín, iba al baño 5 o 6 veces al día y cada vez que sus padres le informaban que ese día tenía clases con el catequista Salvador Medina, lloraba desconsoladamente.
Finalmente, en una oportunidad, su hijo le confesó que se sentía mal porque el catequista le tocaba los glúteos cuando lo llevaba junto a sus otros compañeros de salón a la iglesia, que está ubicada a unos 40 metros del lugar de clases. Según su relato, cada vez que el catequista lo manoseaba, le decía que «era Jesús».
«Me acusaron falsamente, es todo mentira, soy inocente, me arruinaron la vida a mí y a mi familia», se defendió ante el fiscal el imputado Medina.
El juicio contra el catequista acusado de abuso en el San José Obrero ya tiene fecha
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