A poco más de un año de la pandemia, las estaciones de servicio siguen enfrentando un escenario adverso producto de la paralización económica y las restricciones a la circulación. Sin embargo, con las nuevas medidas sanitarias, se comenzó a percibir una alza en la actividad.
Si bien los últimos indicadores conocidos no son favorables, aún no se publicaron los datos de junio, en mayo la venta de combustible registró una caída del 13,6%, comparando el mismo mes del año anterior, también en un escenario similar, y una baja mensual del 8,1%, según señaló a Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha). La evolución del expendio de combustibles desde el inicio de la pandemia viene siguiendo un patrón idéntico al de la actividad económica general en todo el país, indicaron. «Esto permite inferir que los sectores que no han logrado regresar a la normalidad pre-Covid (turismo, gastronomía, entretenimiento, algunas actividades comerciales) pueden estar imponiendo un techo tanto a la actividad económica como al expendio de combustibles», indicó Cecha en el documento
Ante esta situación otros dirigentes del sector también realizaron su lectura, como lo hizo, el titular de la Cámara de Estaciones de Servicio y Afines del Nordeste (Cesane), Faruk Jalaf, en diálogo con el diario misionero Primera Edición: «las estaciones de servicio estamos en el filo de la navaja, porque nuestros márgenes son muy finitos, son un 8% aproximadamente», reconoció. Para Jalaf «la gente hace economía, consume menos y sale menos por la situación». También agregó que «los consumidores tienen otras prioridades y se cuidan más con el consumo de combustible».
Mientras que el presidente de la Federación de Empresarios de Combustibles de la República Argentina, Vicente Impieri, en contacto con surtidores.com recordó que si bien «en el primer trimestre de este año se observó una recuperación de la demanda de combustibles en estaciones de servicio; nunca se llegó a los niveles registrados antes de la pandemia, pero el crecimiento era sostenido», comparó. Al tiempo que consideró: «esta situación cambió por completo a partir del 15 de abril, luego de la sanción del DNU 241/2021 y las medidas adoptadas por el gobierno nacional y los gobiernos locales con el objetivo manifiesto de contener la propagación del Covid-19 en nuestro país. Las restricciones a la circulación, el cierre de actividades y la interrupción de las clases presenciales en gran parte del país impactaron de lleno en las ventas de combustibles en las últimas semanas de abril, en el mes de mayo y en los primeros días de junio», destacó.
Es por esto que «la reanudación de las clases presenciales a partir de mediados de junio y el levantamiento de ciertas restricciones impactaron positivamente en la demanda de combustibles durante las últimas semanas de junio y primeros días de julio. Si bien todavía no estamos en los niveles pre-pandemia se está observando nuevamente una recuperación de las ventas», indicó.
Demanda
Al hablar sobre la demanda Jalaf Añadió que «está entre un 10% y un 15% por debajo de los valores normales. No recuperamos los valores de antes de la pandemia, que ya venían bajos, o sea 2019 ya había una caída en la venta pero ni siquiera esos valores se han logrado», explicó. Por ello detalló que «estamos aguardando que se siga reactivando la economía».
Asimismo, recordó que durante el año pasado «fuimos declarados esenciales y no vendíamos nada. Vendíamos un 10% y para colmo ese 10% eran para ambulancias, seguridad, entre otros, que son vales por lo general», remarcó.
Advirtió que «tuvimos que bancarnos todo ese tiempo con capital propio. En una estación, uno no se da cuenta pero se va vendiendo el producto y no se puede reponer. O sea, se recibe algo de efectivo y se lo va gastando, pagando sueldos, impuestos, pagando todo. Y apenas conseguimos dos meses de ATP nada más, de ayuda al trabajo de los esenciales, y estuvimos como seis meses así. Pero como se tomó como patrón valores históricos de otros años a los dos meses ya se cortó», detalló. Asimismo, apuntó que «en otros rubros, directamente no tenés con qué y bueno hay que cerrar, pero al menos ya no hay más pérdida. Acá te vas comiendo tu capital de giro sin darte cuenta».
«Estamos a la espera de que se siga reactivando la economía, pero creo que ya estamos en un punto que muy poco se va a reactivar», contó
salarios
Mientras que por otra parte ambos dirigentes señalaron el acuerdo salarial con los trabajadores: «tenemos por delante el gran desafío de hacer frente al aumento salarial del 25,5% programado en tres cuotas del 8,5% a ser aplicados en los meses de julio, agosto y octubre próximos», precisó Impieri. «Decimos que es un gran desafío porque las perspectivas de crecimiento de los ingresos por ventas no son muy favorables, considerando que partimos de un nivel de demanda relativamente bajo junto con cierto congelamiento en los precios de venta en surtidor desde mediados de mayo último».
Mientras que Jalaf comparó el aumento del precio de los combustibles con el acuerdo paritario: «El gremio cerró las paritarias para los trabajadores en un 48%, pero el combustible según las declaraciones del presidente de YPF quedará en el 32% de incremento». A raíz de esto, especificó que «este año vamos a terminar con un déficit de alrededor del 16%, entre el aumento que hay que pagar al personal y lo que vale el combustible» y consideró: «Es mucha diferencia, el mayor costo para nuestro sistema es la mano de obra», añadió.
Asimismo, subrayó que «lo que siempre se habló es que en Latinoamérica el costo del combustible siempre tiene que rondar el valor de 1 dólar. Por eso, estamos desfasados un poco. La nafta súper debería llegar a los $100, hay un retraso ahí».