Con la llegada de las vacaciones, aumenta la circulación tanto dentro como fuera del territorio, por esto el subsecretario de Seguridad Vial de la provincia, Juan Basail, brindó detalles de los operativos de control vehicular en las rutas e ingresos, como también de las diferentes acciones para prevenir incidentes viales de gravedad.
El funcionario, consultado por Radio Provincia, indicó que los operativos «están esquematizados y vamos rotando en cuanto a las incidencias que se van detectando. También se controla el ingreso a la provincia y en puestos fijos, por el tema de la pandemia».
En este sentido recordó que es obligatorio portar el Pasaporte Chaco para el ingreso a la provincia, y circular entre ciudades. «Ninguna persona puede circular sin el Pasaporte. Ante una eventual detención de la Policía, le exigirá el Pasaporte. Además, para el ingreso a la provincia se requiere PCR negativo de hasta 72 horas de anterioridad, vacunación o alta Covid de máximo de duración de 4 meses», agregó.
Recordó además que en el Pasaporte Chaco figura la vacunación, «de eso se trata, saber que con la inmunidad podemos circular. El esquema desde el 23 de julio en adelante, será reforzar control de ingresos con personas vacunadas, para generar dentro de nuestra provincia una inmunización.
Al tener un alto porcentaje de chaqueños inmunizados, afuera estará la amenaza. Entonces el control se dirigirá a los que vienen de afuera, y no a los chaqueños que se espera o supone que estarán inmunizados», anticipó.
Índices de siniestralidad
Estas medidas de control estatal se consideran fundamentales atento a al aumento de los índices de siniestralidad, mortalidad y morbilidad vial, medición que realiza el Observatorio Seguridad Vial del Instituto de Educación y Seguridad Vial (Isev).
Según las últimas estimaciones, correspondiente a mayo, al comparar los resultados del mismo mes del año anterior, esta tasa presentó un aumento en la siniestralidad vial grave (hechos que registran como mínimo un lesionado Grado 3, o sea con fractura), del 6,1%. En cuanto a la mortalidad vial dicha estadista también presentó, pero del 96 % respecto a mayo de 2020.
En cuanto a la morbilidad este indicador pondera los lesionados graves consecuencia de los siniestros viales. Esta Tasa presentó un aumento del 25,7% respecto a mayo de 2020. En la relación muerto por siniestro vial grave que permite establecer la gravedad o «virulencia» del siniestro vial, la relación entre mayo de 2020 y mayo de 2021 aumentó de 0,24 a 0,41 muertes por cada siniestro vial grave.
De este índice también se desprende que casi 4 de cada 10 (37%) siniestros viales se produjeron durante fines de semana. Casi la mitad de los siniestros (+47%) fueron de impacto lateral (típico urbano).
de seguridad para viajes
Desde esta institución también realizaron algunos aportes con respecto a las declaraciones más frecuentes que surgen en un siniestro vial: «No lo vi».
«Un conductor seguro debe ponderar constantemente los movimientos de todos los usuarios del tramo de vía visible sobre el que está circulando, observando con una visión de conjunto y a todo su alrededor, para estar dispuesto a reaccionar, rápida y adecuadamente.
Se debe extender la observación hasta donde sea posible, y tanto hacia adelante como hacia atrás, como a cada uno de los lados. Hay que mantener la vista en movimiento, lo cual además de brindar constante información permite mantenerse alerta, reduciendo la fatiga de la vista», dijo.
Relacionado a este factor de la visibilidad, 4 de cada 10 (36%) conductores desconocen cada cuanto tiempo es conveniente descansar cuando se conduce en viajes largos. Por esto recuerdan que la recomendación es descansar dos horas cada 150 km o 200 km, frenar en lugares seguros, hidratarse, estirar el cuerpo nunca menos de 20 minutos, lo que permite evitar que la fatiga o la somnolencia afecte al conductor.
«La fatiga o cansancio, es uno de los estados más peligrosos en la conducción, porque lleva al conductor a cometer errores», recordaron.
Por esto desde el Isev enumeraron cuáles son las «señales» que indican esta fatiga: en los ojos, se da con pesadez de párpados, picor, vista turbia, doble imagen, parpadeos y disminución de la agudeza visual. En los oídos se puede presentar con sensibilidad a los ruidos, ligero resonar y zumbidos. Otros indicadores son imposibilidad de mantener la cabeza recta, presión en la cabeza, picor de nariz, sobresaltos y brazos dormidos
Esta fatiga tiene efectos como : disminución del nivel de atención, deficiencia en la interpretación de la información, incremento del tiempo de reacción, exposición a mayores riesgos, disminución de la precisión y velocidad de las respuestas, realización de acciones incorrectas en el momento equivocado (freno, pero lo hago tarde), realización de acciones correctas pero en el orden equivocado (freno y luego enciendo las balizas para avisarle al que circula por detrás) o bien no se realiza la acción correcta (no estoy atento a las señales, no freno).
Cinturón salva vidas
El Instituto de Seguridad y Educación Vial, entidad que recientemente cumplió 36 años de labor ininterrumpida, desarrolla en las redes encuestas destinadas a conocer la «cultura vial». Estas son dirigidas por la psicóloga social María Eugenia Bertotti.
Una de las últimas consultas realizadas estuvo dirigidas a cuantificar el conocimiento del usuario sobre el cinturón de seguridad, donde más de 2 de cada 10 demostró desconocer las características del principal instrumento de seguridad en el automotor.
«Cuando un conductor de un vehículo sin cinturón de seguridad aprieta los frenos fuertemente o choca contra otro vehículo o un obstáculo rígido, en virtud de la ley mecánica de la inercia, su cuerpo continúa moviéndose a la misma velocidad que iba hasta entonces, hasta que se ve detenido violentamente por algo duro.
Este segundo choque es el que mata o lesiona. De la velocidad que lleva el vehículo en el momento del choque y de la longitud del espacio en que se detenga el mismo, depende la violencia del golpe que sufran los ocupantes en el interior del vehículo», explicaron.
Según los estudios del Grupo de Investigación de Lesiones de Siniestros Viales de la Universidad de Cornell (Nueva York), la proporción en que las diversas partes del cuerpo son afectadas por lesiones en los siniestros de automóvil, es la siguiente: Cabeza y cara: 75%; Cuello y región cervical: 7%; Pecho y región torácica: 27%; Brazos: 30%; Abdomen, pelvis y región lumbar: 16%.
«Estos porcentajes, al sumar más del 100%, nos prueban que muchas víctimas de siniestros viales resultan con lesiones múltiples por regla general en la cabeza y en otra parte del cuerpo. Las partes más afectadas son la cabeza y las piernas. El conductor y los pasajeros sin cinturón de seguridad son vulnerables a las lesiones producidas por accidentes en grados muy diferentes según el lugar que ocupan en los asientos del automóvil», resaltaron.
Usando el cinturón de seguridad se reducen las lesiones en el cerebro en un 33% y un 56%, en conductor y acompañante delantero, respectivamente. Pasa lo mismo con las heridas faciales (45% y 64%), con las lesiones en los ojos (38% y 40%) y lesiones en los pulmones (33% y 58%).
La principal ventaja del cinturón es la de «empaquetar» al automovilista en su asiento en caso de choque o vuelco, impidiendo que sea lanzado fuera del vehículo o se golpee contra las partes duras del interior del coche, liberándole así de la muerte o de lesiones graves.
«El cinturón de seguridad es un seguro de vida que se renueva cada vez que se abrocha; es un auténtico salva vidas. Sin cinturón de seguridad, un cuerpo a 100 km/h alcanza una velocidad comparable a la caída desde 40 metros de altura», dimensionaron.
» Celular al volante
Otras de las consultas tuvieron que ver con el uso del celular al conducir, donde solo el 15 % de los encuestados admitió que lo utiliza mientras se desplaza por la vía pública manejando su vehículo.
En este sentido el Isev consideró que «la percepción de seguridad y protección que aporta un móvil es especialmente significativa en momentos de urgencia o de necesidad. Por eso, llevarlo en el vehículo permite en caso de avería, colisión, accidente, congestionamiento o cualquier otro tipo de urgencia transmitir información rápida y precisa, así como demandar la ayuda necesaria».
Sin embargo, la utilización del celular al conducir genera un elevado riesgo de distracción evaluado en los siguientes datos:
Tras un minuto y medio de hablar por el celular (incluso con manos libres) el conductor no percibe el 40% de las señales, su velocidad media baja en el 12%, el ritmo cardíaco se acelera bruscamente durante la llamada, y se tarda más en reaccionar. Algunos estudios comparan la peligrosidad con la conducción con exceso de alcoho. Un alto porcentaje de conductores (entre un 30 % y un 50%) no percibe este riesgo.
Esto hace necesaria la sensibilización de los conductores en varias direcciones: disuadir a los usuarios de llamar o contestar el celular mientras conduce; desistir de realizar una llamada a quien se sabe que va conduciendo; comprender que como peatones, abstraídos en la conversación también caminamos ajenos a los riesgos viales.