«Queremos hacer visible este trabajo para que otras mujeres se animen», subrayó Lidia, con trece años de experiencia en el rubro. Sus vivencias y los avances necesarios en el rubro.
Lidia (o Lulú, apodo por el cual la conocen) es chofer de remises en Resistencia desde hace trece años. Actualmente presta servicios en la empresa Remises Lavalle de la capital chaqueña. Sus servicios son cada vez más demandados por mujeres, que sienten mayor seguridad en los viajes realizados a bordo de un remís manejado por su mismo género o también por madres que piden el servicio para transportar a sus niños.
«Las mujeres jóvenes, las mamás, llaman pidiendo que sean mujeres las que vayan a buscarlas; muchas lo hacen por temor», relató en diálogo con Radio Provincia, ratificando que «la mayoría prefiere viajar con mujeres».
En el repaso por sus vivencias en el trabajo, Lidia también reveló que algunos pasajeros «acosan» a las remiseras. «Muchas veces tuve que ponerlos en su lugar», aseguró.
La empresa de remises que opera en la capital chaqueña tiene unos 70 choferes, entre quienes hay siete conductoras. Según indicó Lidia, no hubo hasta el momento iniciativas para capacitar al personal sobre violencia de género. «Sería muy interesante capacitarnos», respondió, también en vistas de la disposición nacional para el otorgamiento del carné de conducir previa capacitación en ese aspecto.
Seguras y tranquilas
«Tengo pasajeras que me llaman directamente, porque ya se sienten seguras y tranquilas», comentó y sumó: «Ayer me llamó una chica y me dijo que no quería viajar con ningún varón. Hice una excepción, porque yo no trabajo los domingos». En esa línea, ratificó que la tendencia de requerir conductoras se acentuó en los últimos tiempos.
De los relatos de pasajeras, Lidia contó que las referencias son que los choferes «las llevan por lados por donde no deben llevarlas, les dicen cosas, las acosan». También «les piden sus números de teléfono y quieren salir con ellas». «Muchas se bajan a mitad de camino y otras se tiraron del auto», afirmó.
Lidia dejó claro que en la empresa donde trabaja «no hay quejas de este tipo». «Es un rubro difícil porque siempre fue de varones, pero ahora estamos conquistando muchos rubros. Es un trabajo que hacemos muy bien las mujeres», destacó.
Citó además que la Remisería Lavalle cuenta con una aplicación a disposición de los pasajeros, donde figuran nombre y apellido del chofer, la patente del vehículo, el importe estimado del viaje y permite seguir en tiempo real el recorrido hasta el destino.
Visible
«Queremos hacer visible el trabajo para que otras mujeres se animen», subrayó Lidia, aunque indicó que «es también una profesión peligrosa». «Me han robado plata y otras cosas, me apuntaron con un arma», contó. Como precaución dijo que desde entonces no levanta pasajeros en la calle, y solo acepta aquellos que llaman a la empresa o a su celular.
Por último, recordó que en Resistencia hace tiempo hubo «una remisería de mujeres», aunque señaló: «No sé por qué no prosperó». «Esto es un trabajo que nos permite mantener a nuestras familias», concluyó.