El fin de semana largo en Sáenz Peña fue similar a lo que, habitualmente, sucede todos los días: robos por doquier.
Pero si a esto se agrega la complicidad de un sector de la sociedad, el tema se agrava.
Es lo que ocurrió el pasado sábado: una pareja fue sorprendida por un delincuente cuando salía de su casa en auto. Se le cruzó un desconocido que los apuntó con un arma de fuego y, tras amenazarlos con dispararles, les sustrajo sus respectivos celulares: un iPhone 11 y un iPhone X, valuados en $300 mil.
Iniciada la investigación y con los datos obtenidos de varias cámaras de seguridad, se logró determinar que el sospechoso, identificado como Sincue Segovia, estuvo involucrado, ese mismo día, en otro hecho delictivo de similares características -intento de robo a una pareja- por el cual su compañero terminó detenido, pero él logró darse a la fuga tras una persecución policial por distintos barrios.
Siguiendo con la investigación, los agentes determinaron que el delincuente en cuestión estaría en inmediaciones de calle 22, entre 31 y 33, del barrio Santa Mónica, ofertando teléfonos celulares, los cuales tendrían las mismas características a los denunciados como sustraídos.
ESCAPE
CON AYUDA
El joven, al notar la presencia policial, se dio a la fuga y comenzó una nueva persecución en la que al cruzar una cuneta arrojó sobre el pastizal una bolsa de nylon y se refugió en el barrio aborigen Quinta 14, donde comenzó a pedir ayuda.
Al constatar el contenido de la bolsa, los efectivos notaron que contenía un teléfono celular iPhone 11 y otro iPhone, modelo X, ambos en buen estado.
Mientras personal de Investigaciones de Sáenz Peña realizaba el secuestro de este elemento, en el lugar empezó a reunirse un grupo de personas, algunas de ellas conocidos y familiares del sospechoso de haber sustraído los teléfonos celulares.
Para evitar mayores inconvenientes, los efectivos policiales se retiraron del lugar, aunque se procura la detención del mencionado Sincue Segovia.