Silvio E. Buittoni
Chaco tiene, después de casi una década, una enorme posibilidad de regresar a la Liga Nacional de Basquetbol (LNB). Es gracias a la enorme campaña realizada por Villa San Martín en la temporada 2021 de la Liga Argentina, la segunda categoría del basquetbol subcampeón mundial.
El Tricolor, con su acceso a la final de la Conferencia Norte y su tercer puesto final, se colocó en la inmejorable posición de ser el primer oferente para adquirir la plaza en la elite que puso en venta Libertad de Sunchales.
Esta posibilidad, a todas luces excepcional, no sería algo descabellado ni mucho menos para una provincia basquetbolera como el Chaco, hoy sin representante en la LNB, categoría donde otras -algunas vecinas- con mucho menos peso histórico y resultados en el mundo naranja tienen uno y hasta tres equipos.
Entonces, sería muy, pero muy bueno que el Estado pudiera -una vez más y a través de sus innumerables recursos (Ley de Sponsorización, entre otras)- acompañar y ser motor del acceso de un equipo chaqueño a la máxima categoría del basquetbol nacional.
Son muchos, los requisitos que se deben cumplir para poder aspirar a ser parte de la elite naranja de la Argentina. Empezando por lo deportivo -sí, obvio- donde Villa mostró que con un equipo con fuerte sentido de pertenencia -su columna vertebral y cuerpo técnico son chaqueños, por ejemplo-, puede mostrar lo que el Chaco es capaz de hacer.
También está lo de la infraestructura, desde lo deportiva -donde Resistencia ya mostró más de una vez (la última en la muy exitosa «burbuja» de la Liga Argentina donde Villa fue el anfitrión), de qué es capaz. Porque tiene estadios en condiciones además de hoteles y recursos humanos que tranquilamente pueden -como de hecho ya lo hacen estos últimos-, pertenecer a la elite naranja nacional.
Todo ello, sumado a la inagotable cantera de jugadores en que se ha constituído el Chaco, hacen que se esté ante una oportunidad «única».
Es, básicamente, cuestión de tomar una decisión -política- que permita a la provincia -se reitera, con fuerte tradición basquetbolera- meterse nuevamente en la máxima categoría del país, lugar donde solo estuvo dos veces por los históricos ascensos de Unión Progresista de Villa Ángela.