Dos casos de abusos sexuales fueron elevados a juicio en la provincia. Uno de ellos tiene de imputado a un policía, el otro a un catequista (ver nota aparte).
El primero de los hechos tiene a un agente, cuya audiencia se realizará en la Cámara Primera en lo Criminal de Sáenz Peña.
Se trata de un presunto abuso sexual a un menor de edad, presentada en 2020 en la División Violencia Familiar y de Género Interior de la segunda ciudad del Chaco.
Con el ofrecimiento de pruebas tanto a la fiscal de Cámara como a la defensa, se espera que antes de fin de año se inicie este juicio.
La defensa, asumida por el abogado César Collado, solicitó una serie de información suplementaria y aportó nuevos elementos de prueba.
El policía que cumplía funciones en la División 911 al momento de ser detenido, fue imputado por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante y corrupción de menores.
Fue apartado de sus funciones, a pesar de todos los recursos que presentó la defensa, «con una simple denuncia mi cliente fue procesado, el fiscal nunca hizo revisar al chico», dijo Collado.
En el marco de la investigación tanto el policía como el menor prestaron declaración. El efectivo policial dio su versión de lo ocurrido y la defensa aportó una serie de pruebas y testigos que demostrarán que «los acontecimientos son diametralmente opuestos a lo plasmado en la mencionada denuncia», señaló el abogado del imputado.
LA DENUNCIA
La misma fue realizada en la División Violencia Familiar y de Género Interior de Sáenz Peña por un menor de edad (16), vendedor ambulante, quien señaló que un agente de Policía, a quien conoce, y que cumple funciones en la División 911 lo pasó a buscar para llevarlo a su casa.
Una vez en el domicilio del policía comenzaron a tomar bebidas alcohólicas. Luego de eso, el agente se acostó en la cama e invitó al joven a hacer lo mismo a su lado.
El menor en la denuncia señaló que el agente intentó besarlo y luego lo hizo por la fuerza, lo abrazó, se sentó sobre sus piernas mientras permanecía acostado. El joven se quiso escapar, pero su acompañante lo tomó por la espalda y no lo dejó salir.
Luego de eso, le sacó el pantalón y le practicó sexo oral sin el consentimiento del muchacho.
Al día siguiente viajaron hacia Resistencia en un móvil policial, y volvieron cerca por la tarde a la casa del joven, donde se bajó y el policía siguió su camino.
La víctima solicitó una prohibición de acceso y acercamiento hacia él y su familia, porque el efectivo policial lo amenazó con pegarle un tiro si no estaba con él.
El fiscal en turno dispuso que el efectivo policial sea notificado de la acta de imputación en libertad por amenazas. Por otro lado se instruyen actuaciones administrativas de carácter de sumarísima.