Tal como anticipó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), en las últimas horas un potente frente frío avanzó sobre el centro y norte del país generando un marcado descenso de temperatura, poniendo fin a los primaverales días de inicios de agosto. De esta forma continúa la tendencia de alta variabilidad térmica que sigue dominando el panorama meteorológico en el país en estos últimos meses.
El descenso térmico que tuvo lugar ayer fue muy pronunciado, especialmente en el Litoral argentino, donde las marcas de la mañana fueron entre 10 °C y 12 °C más bajas que 24 horas antes.
De esta forma, en Resistencia, después de los 33 °C de máxima que se registró el domingo, el termómetro alcanzó ayer una máxima de 17 °C y una mínima de 11 °C.
Para hoy continuará el descenso de temperatura que llevará la mínima a 6 °C y la máxima a 13 °C que denota otro brusco descenso de más de 10 °C entre un día y otro. El frío persistirá las jornadas subsiguientes con mínimas de 4 °C a 5 °C y máximas que irán subiendo progresivamente de 16 °C a 24 °C, como se espera el domingo, en que las temperaturas mínimas comenzarán a superar los 10 °C y las máximas a los 20 °C.
Variabilidad tÉrmica
A modo de ejemplo, del contraste térmico muy pronunciado y poco frecuente que se observa en este período, el domingo a la tarde la provincia de Santa Fe, que posee una gran extensión, registraba marcas de más de 32 °C en el norte y de menos de 8 °C en la parte sur.
A ambos lados del frente las condiciones eran más que opuestas. Mientras el norte argentino seguía presentando condiciones estables con temperaturas de más de 35 °C, en el centro del país el frente avanzaba con tormentas fuertes en el centro de la provincia de Buenos Aires, dejando incluso caída de granizo chico, pero muy abundante en diversas localidades.
Lo que se observa estos últimos meses es una alta variabilidad térmica que se presenta en el país, y los pronósticos a más largo plazo indican que seguirán siendo frecuentes las alternancias breves entre períodos más cálidos y más fríos que lo normal.
Mientras que por otro lado los pronósticos de un posible evento La Niña en primavera y verano, sumado a un invierno seco, con poca nieve en el sector cordillerano y un río Paraná con niveles extremadamente bajos no son el mejor augurio para afrontar el próximo verano.
No se espera que esta perspectiva cambie en el corto o mediano plazo, por lo que la situación probablemente se agrave con el transcurso de los próximos meses, con el aumento de las temperaturas propio de la época del año y las lluvias erráticas que se prevén en el mediano y largo plazo.