La iniciativa pretende visibilizar la enfermedad autoinmune y poco frecuente que afecta la piel y puede comprometer otros órganos de las personas.
En el marco del Día Internacional de la Esclerodermia, el pasado martes 29 Resistencia iluminó de color azul el frente del edificio de la Municipalidad ubicada en avenida Italia al 150. La iniciativa pretende visibilizar la enfermedad autoinmune y poco frecuente que afecta la piel y puede comprometer otros órganos de las personas.
La esclerodermia es una enfermedad crónica que no tiene tratamiento específico, ni cura. Su curso es muy variable y afecta a la piel de forma localizada y/o también, puede expandirse y comprometer a las articulaciones, músculos, huesos y otros órganos. Para determinar el diagnóstico, es necesario consultar a un especialista.
La secretaria de Desarrollo Humano e Identidad, Laura Balbis entregó a Vilma Ojeda (paciente de esclerodermia) de la carpeta protocolar donde el intendente Gustavo Martínez firmó la resolución que declara a la esclerodermia de interés municipal para promover actividades vinculadas al cuidado y la prevención de la enfermedad para todos los vecinos y vecinas de Resistencia.

“La enfermedad afecta la piel generando dificultad en la movilidad, perdida en la elasticidad y puede alcanzar otros órganos, creando diferentes complicaciones de forma progresiva: “Cuesta mucho llegar al diagnóstico porque cuando las personas consultan y sienten los síntomas, la enfermedad ya está avanzada”, sostuvo el subsecretario de Prevención, Nutrición y Salud, Cristian Obregón.
Además sugirió recomendaciones para las personas que padezcan síntomas similares: “Los vecinos y vecinas deben concretar los controles médicos y clínicos habituales ante los mínimos síntomas, como rigidez en las manos o pérdida de la movilidad de las articulaciones de la mano, consultar a un médico clínico que generalmente derivará a un especialista”.
Los síntomas de esclerodermia
Depósitos de calcio en los tejidos conectivos.
Fenómeno de Reynaud, estrechamiento de los vasos sanguíneos de las manos o los pies.
Inflamación del esófago, el tubo entre la garganta y el estómago.
Piel gruesa y tirante en los dedos.
Manchas rojas en las manos y la cara.