En esta oportunidad el rosarino quiere entrar como uno más al vestuario, por lo cual no pidió la cinta de capitán ni la camiseta con el número 10. Una lección de humildad pese a ser el número uno.
Luego de no poder cerrar con el club que lo vio debutar, el Fútbol Club Barcelona, por problemas financieros y estructurales, Messi tuvo que tomar rumbo hacia otro país. La ‘messimanía’ llegó a suelo francés y el furor por el arribo de Lionel Andrés Messi es total, y promete ser constante hasta por lo menos dos temporadas que es lo que estará en el Paris Saint-Germain, aunque podría alargarse por un tiempo más. La llegada de Messi al equipo seguramente hará que el merchandising con su imagen y nombre se dispare, como ha sucedido todos estos años en el FC Barcelona, favoreciendo así las ganancias de Nasser Al-Khelaïfi, actual dueño del equipo parisino. Los seguidores del rosarino ya quieren tener la nueva camiseta, pero esta vez no utilizará la 10.

El rumor por los pasillos del equipo francés es que Neymar, su gran amigo y compañero de juegos como el poker o el otro clásico el blackjack, se ofreció a dejarle el número 10, el dorsal que actualmente tiene el brasilero, pero más que agradecido Leo prefirió optar por otra numeración. Había varios posibles números sobre la mesa, pero uno de ellos rápidamente se descartó, que fue la idea de lucir una numeración alta, como por ejemplo alguna por encima del número 50. Un número estrambótico que suelen utilizar algunos futbolistas como estrategia de ventas, pero en este caso con que la camiseta lleve el nombre de uno de los máximos goleadores del mundo es más que suficiente.
Al descartar la opción anterior, todo decantó en que los posibles números podrían ser la 19 o la 30, numeración que él ya vistió en sus inicios en el club catalán. Lamentablemente, el número 19 no podrá ser, ya que en la actualidad es propiedad del centrocampista español Pablo Sarabia García que ya ha participado en la primera fecha del campeonato francés.
Lionel Messi, que ya está acompañado por su familia en París, finalmente ha elegido la casaca 30, ya que es un número bastante especial para él debido a que con esta cifra debutó en el Barça un 16 de octubre de 2004 en un partido oficial en el Estadio Olímpico Lluís Companys contra el Real Club Deportivo Espanyol convirtiéndose así en uno de los canteranos más chico en debutar en Primera División. Aquel sábado, el técnico holandés Frank Rijkaard lo puso en reemplazo de Anderson Luis de Souza, más conocido como Deco, a los 37 minutos del segundo tiempo del super clásico catalán. Además, con el número 30, el 1 de mayo de 2005 tras una asistencia del centrocampista brasileño Ronaldinho Gaúcho ante el Albacete, el Mesías hizo el primero de los más de 670 goles que festejó con los colores blaugrana.
Por lo general, en el fútbol francés la camiseta con el número 30 suele ser para los arqueros. Actualmente, esta numeración en el Paris Saint-Germain la tiene Alexandre Letellier, que podrá cedérsela sin complicaciones ya que se encuentra lesionado.
Sin duda será un nuevo comienzo en varios sentidos para La Pulga, luego de haber jugado 21 años en el club español. Con un nuevo equipo por primera vez luego de ser quien es hoy en día, vuelve a sus inicios y lucirá nuevamente esa numeración que lo acompañó en los primeros pelotazos. En su llegada a la capital francesa se lo vio sonriente junto a su familia, y lo más sorprendente es que lució una camiseta con una representativa frase del Paris Saint Germain: “Esto es París”.
Resta que se someta a una revisión médica de rutina antes de firmar el vínculo con el PSG y pueda encontrarse con otros compatriotas como Ángel Di María, Leandro Paredes, Mauro Icardi y con el entrenador Mauricio Roberto Pochettino Trossero.