Lentamente el río Paraná comienza a ubicarse en valores normales de su caudal, tras precipitaciones abundantes sobre su cuenca alta al sur de Brasil. Esto se debe especialmente al mayor ingreso de humedad producto a la progresiva disipación del evento La Niña.
El registro de precipitaciones abundantes sobre zonas de Brasil y el pronóstico de lluvias abundantes para zonas de Paraguay comienzan a mostrar una mejor perspectiva para los niveles del Río Paraná. No obstante, queda más de un mes, casi dos, de la época de lluvias para el sur de Brasil, ya que a partir de mayo, el nivel de precipitaciones cae de manera significativa. Por esto, lo que resta del verano y la primera parte del otoño pueden ser fundamentales para poder tener alguna mejora en los niveles del río, para luego mantenerse en un nivel relativamente bueno durante el período del invierno.
Recuperar l
a memoria
Ante esta situación, el especialista hídrico, Hugo Rohrmann, recordó a Radio Facundo Quiroga, que “están faltando lluvias en la región: Chaco, Santa Fe, Corrientes, Formosa, pero en Brasil, de algún modo se han normalizado las lluvias en la parte de la cuenca del río Paraná y Paraguay que es lo que está motivando esta recuperación de caudales, de la memoria del Río Paraná, que está en el orden de los 4,70 mts en Barranqueras y Corrientes que son valores normales”, sostuvo
Consultado sobre la apertura de las compuertas en las represas hidroeléctricas, el especialista explicó: “Este hecho está significando para Yacyretá y para Itaipú, que todo el agua que está viviendo por el Paraná, por un lado hacen trabajar todas las turbinas al máximo, generando energía hidroeléctrica que es lo que más le interesa y no tanto descargar por compuerta porque no es un rédito económico. Pero cuando estás lluvias, que básicamente se dieron durante enero y febrero, en la parte alta de la cuenca del río Paraná, llega con más caudal que la capacidad de almacenamiento que tienen, por lo que deben abrir la compuerta y de algún modo está indicando este aumento de alturas y caudales del Paraná que en mi opinión recuperó la memoria”, sostuvo.
Más adelante el ingeniero hídrico sostuvo que “las lluvias en Brasil han vuelto y en algunos lugares con valores apreciables, lo que está faltando es que llueva en la Región litoral, en la provincia, para terminar con esta sequía que está afectando muy definidamente al sector agropecuario en toda la región noreste del país”, destacó. “Pero este cese de la gran bajante del Paraná de algún modo alienta la esperanza de que eso también va a ocurrir acá, sea en marzo o abril o sino habrá que esperar la nueva temporada de lluvia que arranca en septiembre y octubre”, señaló.
Con respecto al final del fenómeno de La Niña, Rohormann recordó: “hay un montón de modelos que estudian el enfriamiento y calentamiento del agua del pacífico a la altura del ecuador, por que es la superficie evaporante más grande que tiene la tierra, y mueve el amperímetro de la lluvia en gran parte del planeta, todos los modelos están diciendo que a partir de marzo, abril , se normaliza con lo cual la evaporación empieza a ser normal, el aporte de humedad normal, y de algún modo las precipitaciones normales”, confirmó también.
No obstante aclaró: “no es automático, no es que hoy terminó y ya empieza a llover, pero en un proceso que lleva uno o tres meses , independientemente que no es el único factor que genera lluvias sobre la República Argentina o la cuenca del Paraná. Pero desaparece uno de los factores que alienta a pensar la normalización de lluvias en nuestras zonas”, reiteró..
Con respecto al Paraná, el especialista añadió: “ hay otros factores, no solamente que se ha normalizado y las perspectivas de lluvia en Brasil y están indicando condiciones normales y algunas por encima de lo normal. Las represas han recuperado su almacenamiento que hoy está alrededor del 75%, con lo cual, independiente, de que ahora comienza un periodo de pocas lluvias a partir de mayo, ya tienen una reserva muy importante que hace garantizar niveles más altos o normales en el Paraná”, entendió.
“Hay un montón de factores que están dando indicios de recuperación de esa memoria que durante tres años afectaron y mucho en todo lo largo del Paraná y Paraguay”, destacó.