El gobernador Jorge Capitanich, la vicegobernadora Analía Rach Quiroga y otras autoridades provinciales recibieron ayer sus certificados tras completar el tercer módulo de la capacitación obligatoria en materia de géneros establecido por la Ley Micaela (Ley Nacional 27499) y la Ley Natalia Samaniego (Ley Provincial 2997-G).
La iniciativa forma parte de la agenda Democracia para la Igualdad, propuesta por el gobierno provincial para todo marzo.
En el acto se realizó la entrega simbólica de certificaciones físicas avaladas por el Instituto Provincial de Administración Pública (Ipap) al gobernador, a la vicegobernadora, a ministras y ministros. En este tercer módulo de marco normativo se abordó la base jurídica sobre la que se asienta la Ley Micaela, a cargo de la doctora en Derecho, Marisa Herrera, integrante de la comisión asesora de expertas y expertos del programa nacional para la Igualdad de Géneros en Ciencia Tecnología e Innovación.
«Estas capacitaciones son parte de un cambio cultural necesario, que implican un nuevo paradigma y con eso un desempeño diferente de las políticas públicas. La formación de la Ley Micaela conlleva a la igualdad de oportunidades en el acceso a empleo de buena calidad, igualdad en el salario y en la participación de las mujeres en la toma de decisiones», señaló Capitanich.
El mandatario mencionó una serie de medidas que se tomaron desde el inicio de esta gestión, en 2019, tendientes a generar condiciones más equitativas para la mujer en la sociedad. «Tenemos la primera vicegobernadora de la historia constitucional de la provincia, nuestro presupuesto provincial tiene perspectiva de género y desde diciembre de 2019 tenemos un gabinete con paridad de género», indicó.
«Llevamos adelante una política activa de acciones, garantizando estos espacios de contención, inclusión en la economía popular, capacitación y formación para lograr igualdad de oportunidades para las mujeres», dijo.
«Para cambiar la realidad es necesaria una transformación de la cultura personal. Para una sociedad más igualitaria, uno debe aprender y ser humilde en el proceso de deconstrucción», insistió Capitanich.
La vicegobernadora aseguró que la de ayer «fue una jornada histórica y muy significativa» en la que se completó efectivamente la capacitación para las y los funcionarios.
«Que haya estado dictado por Marisa Herrera fue ponerle un broche de oro», aseguró al destacar la trayectoria en géneros de la disertante.
La vice consideró que el taller fue el primer paso del camino que marca la ley: «Debemos continuar con el proceso que es largo, que implica seguir formándose para tener herramientas que permitan desarmarse para volver a armarse».
Los talleres de la Ley Micaela ya capacitaron a más de 6 mil trabajadores y trabajadoras de la provincia en sus diferentes ámbitos. «Nos llena de satisfacción porque hay una demanda de los distintos sectores de la sociedad, es evidente que la perspectiva de género nos interpela», remarcó Rach Quiroga.
TRES MÓDULOS COMPLETOS
La Ley Micaela contempla la obligación de que todas las personas que se desempeñan en el Estado, en los tres poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), en cualquiera de sus jerarquías e independientemente de su situación de revista, deben capacitarse en género y violencias contra las mujeres y las diversidades.
Fue una iniciativa de un grupo de legisladoras, entre ellas Rach Quiroga, y del padre de Micaela, Néstor Yuyo García, integrante de la Fundación Micaela García La Negra.
Por la naturaleza misma de la ley, por la complejidad de la temática que aborda, los factores multicausales de las violencias y la estructura social, cultural, política y económica en la que se ejerce, obliga a la capacitación y formación permanente para la incorporación e internalización de las herramientas necesarias que aporten a la desconstrucción de los patrones que profundizan y perpetúan la desigualdad e inequidad de género y el escenario donde las violencias contra las mujeres y personas LGTBIQ se ejercen.