Más de 100 personas debieron ser evacuadas en Sáenz Peña, tras las intensas lluvias que se registraron desde el pasado martes que provocaron anegamientos, caída de árboles y el desborde de canales en varias zonas vulnerables de la ciudad.
Así lo informó a Diariochaco.com, el secretario de Desarrollo Humano de la Municipalidad, Germán Rearte, quien confirmó que desde el inicio de la emergencia se montaron tres centros de evacuación para asistir a las familias damnificadas.
«Desde la madrugada del martes estamos trabajando, tratando sobre todo de estar al lado del vecino, escucharlo», declaró Rearte.
El funcionario remarcó que la situación fue «angustiante» para muchos habitantes, especialmente en los barrios del norte de la ciudad, históricamente más expuestos a las inclemencias del clima.
Según datos aportados por la comuna, en menos de 24 horas se acumularon casi 300 milímetros de lluvia. Esto provocó que los sistemas de drenaje colapsaran en distintos sectores, obligando a la intervención de cuadrillas municipales y la activación de estaciones de bombeo para evacuar el agua acumulada.
«Hay zonas que todavía están muy afectadas con el tema del agua, que son las que siempre tienen un inconveniente mayor en la zona norte de la ciudad, y para estos casos esta red es fundamental para poder llegar con la asistencia alimentaria a cada familia», explicó Rearte.
Centros de evacuación
Los principales puntos de contención fueron montados en la Escuela 354 del barrio Nalá, en el Centro Integrador Comunitario (CIC) del barrio Santa Mónica y en la sede de la Liga Saenzpeñense de Fútbol, donde se alojaron familias provenientes del barrio Ginés Benítez.
De acuerdo al relevamiento oficial, al menos ocho familias se refugiaron inicialmente en la Escuela 354, aunque regresaron a sus viviendas por temor a robos.
Sin embargo, el establecimiento volvió a abrir sus puertas al día siguiente, y las familias retornaron al refugio, junto a nuevos grupos provenientes del barrio Sáenz Peña.
«En total tenemos a casi 100 personas evacuadas, lo cual no es un número muy alto, pero significa un trabajo particular en esos tres sectores», subrayó Rearte.
La Municipalidad coordinó también acciones con escuelas y centros integradores en los barrios más afectados. En Nalá, por ejemplo, se alojó a familias que viven en inmediaciones del canal principal, el cual se desbordó producto de las lluvias. Además, se trabajó en la Escuela 345 del barrio Sáenz Peña y en otras zonas donde la situación fue catalogada como «compleja».
asistencia social
y alimentaria
Desde la Secretaría de Desarrollo Humano se organizó una red de asistencia que incluyó a comedores, merenderos, centros integradores comunitarios y otras áreas municipales para atender a las familias evacuadas y a aquellas que, pese a la inundación, decidieron permanecer en sus viviendas.
«Todavía nos quedan algunos sectores que no pudimos alcanzar, pero contamos con un gran equipo de trabajo, tanto de la Secretaría como de las demás secretarías del municipio que están al frente en este momento bastante difícil para los vecinos», explicó Rearte.
El municipio garantizó la entrega de almuerzos, meriendas y viandas calientes durante toda la jornada. También se realizaron visitas domiciliarias para evaluar la situación de cada familia y determinar si era necesaria una evacuación urgente o asistencia específica.
Miedo a los robos
Uno de los factores que complicó el operativo de evacuación fue la negativa de muchas familias a abandonar sus viviendas, aun cuando estaban inundadas. El temor a perder sus pertenencias fue más fuerte que el riesgo de permanecer en condiciones de insalubridad o inseguridad estructural.
«La verdad que la gente hoy no quiere dejar su vivienda por el temor a que le roben, entonces a través de esta red que se ha armado, muy interesante, con Acción Social, con los comedores y los merenderos, que son actores fundamentales no solo en el día a día sino cuando pasan este tipo de cosas, estamos llegando a cada sector afectado», relató el funcionario.
Durante la jornada del miércoles, Rearte y su equipo recorrieron los barrios Ginés Benítez y La Salada hasta altas horas de la noche, dialogando con los vecinos y relevando los daños.
Sistema de bombeo en marcha
Para mitigar los efectos del anegamiento, la Municipalidad activó todas las estaciones de bombeo disponibles desde el lunes. Estaban en funcionamiento dos bombas en la estación de calle 33 y ruta 95; una en el barrio Puerta del Sol; tres en el cuenco de calle 68; dos en el Ginés Benítez–Tiro Federal; dos en el Parque Temático Ciudad de los Niños; una en el barrio 713 Viviendas, y una más en proceso de instalación en el barrio San Miguel.
En la zona de La Salada, donde el canal aún mantenía un alto caudal, se aguardaba una merma para poder reactivar la bomba correspondiente. Rearte aclaró que este sistema es clave para lograr un drenaje más rápido en las zonas bajas.
Operativos
en los barrios
Además de las tareas de evacuación y asistencia directa, las cuadrillas municipales trabajaron intensamente en la remoción de ramas y árboles caídos, limpieza de canales, cunetas y desagües en puntos críticos de la ciudad.
La noche del martes, fuertes vientos acompañaron las lluvias y agravaron la situación en varios barrios.
Asistencia permanente
Desde el municipio se insistió en que la línea 103 de Defensa Civil estaba disponible las 24 horas para atender urgencias y pedidos de asistencia.
Rearte remarcó que el compromiso de las distintas áreas municipales fue «total» y que se mantenía el estado de alerta hasta que la situación climática se estabilice.
«Siempre digo que por ahí hay que esperar que baje un poquito el agua para hacer un trabajo más en profundidad, porque hay zonas que todavía están muy afectadas», reflexionó el funcionario, al tiempo que destacó la labor del personal y el acompañamiento de la comunidad.