Operativos simultáneos en Resistencia y Paso de la Patria terminaron con la detención ayer del empresario Braian José Obregón, dueño del local Cebra Phone, en el marco de una causa por presunto lavado de activos agravado por habitualidad. Su pareja, Agostina Antonella Vargas Vispo, que también figura como imputada en la investigación, se encuentra arrestada.
La causa, a cargo del fiscal federal Patricio Sabadini, se inició tras un monitoreo en redes sociales donde Obregón exhibía un alto nivel de vida: viajes internacionales, vehículos de alta gama, incluido un BMW violeta valuado en más de $64 millones, motos, camionetas y una lancha de lujo.
Según el expediente, estas adquisiciones no se condicen con los ingresos declarados y se habrían financiado con fondos provenientes del contrabando de productos electrónicos y la comercialización de artículos con marcas falsificadas, en infracción a las leyes 22.415 y 22.362.
El caso está caratulado como lavado de activos agravado por habitualidad, figura prevista en el artículo 303 del Código Penal, que contempla penas más severas cuando las maniobras son reiteradas y forman parte de un plan sostenido en el tiempo.
Para la fiscalía, Obregón y Vargas Vispo habrían actuado coordinadamente para insertar capitales ilícitos en la economía formal mediante comercios, bienes registrables y transacciones financieras que les daban apariencia de legalidad.
La investigación
De acuerdo con la investigación, Obregón habría comenzado trayendo teléfonos celulares desde el Paraguay para su reventa en Resistencia, actividad que con el tiempo se consolidó en el comercio Cebra Phone, en la calle Vedia 475.
Allí, según el Ministerio Público Fiscal, se ofrecen productos por debajo del precio de mercado y sin timbres fiscales, aceptando pagos en efectivo, transferencias, criptomonedas, PayPal y tarjetas de crédito.
En varios casos, las ventas se realizaban sin factura, utilizando cuentas de terceros e incluso una empresa con sede en Buenos Aires para canalizar los cobros.
El expediente detalla la compra y venta de numerosos vehículos, muchos registrados a nombre de terceros o de Vargas Vispo, lo que, según la acusación, tenía como fin ocultar la verdadera titularidad.
Entre ellos se incluyen camionetas RAM, Volkswagen Amarok, Ford Ranger, Toyota Hilux, motos Yamaha y Honda, y un Mercedes Benz A200.
Asimismo, Obregón figura además como propietario, junto a un familiar, de una lancha Pampa Marine 520 con motor Yamaha 40 hp, valuada en unos USD12 mil.
En materia inmobiliaria, los investigadores identificaron una vivienda en la calle Cangallo 2020 -donde residen los imputados- con importantes mejoras, entre ellas una piscina, además de un quincho en un barrio privado y un galpón en construcción.
El valor de estas obras, sumado al parque automotor y a los viajes al exterior -a destinos como Punta Cana, Camboriú, Isla San Andrés, México y Bariloche-, refuerza la hipótesis de una exteriorización patrimonial incompatible con sus declaraciones fiscales.
El análisis tributario reveló facturaciones que no se corresponden con la actividad económica declarada, incluyendo operaciones millonarias con contribuyentes catalogados como «no confiables» por la Afip. Solo en dos meses de 2024, Obregón habría recibido facturas por casi $150 millones de una firma limitada por irregularidades.
Los allanamientos, ordenados por la jueza federal interviniente, incluyeron comercios, concesionarias, domicilios y una cabaña donde se guardaba la embarcación. La Justicia busca el secuestro de siete vehículos de alta gama y otros bienes considerados clave para la investigación.