El presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, delegación Chaco, Alejandro Salgado, se refirió a la declaración emitida por el Consejo Federal de la Cámara Argentina de la Construcción, reunido en Paraná (Entre Ríos), donde se enfatizó la necesidad de transformar la infraestructura pública en una verdadera política de Estado.
En ese marco, el dirigente chaqueño señaló: «Es la historia de siempre. Ya van dos años de gestión y las obras no arrancan, ni siquiera los convenios que los gobernadores acordaron con la Nación. Por eso escuchás tantos comentarios de mandatarios enojados: ni siquiera cumplen con lo que se comprometieron a hacer».
Asimismo, el empresario explicó que las provincias se encuentran en una situación financiera delicada, lo que impide dar inicio a nuevos proyectos: «Las provincias están muy complicadas de fondos como para iniciar obras de acuerdo a lo que se necesita. Algún tipo de obras se están haciendo, pero no lo suficiente».
«No creen en la obra pública»
Para Salgado, el problema excede la coyuntura y revela una postura política. «No parece ser un ajuste temporal. Simplemente manifiestan que no creen en la obra pública. Tanto se descalificó ese nombre que ahora se habla de ‘obras de infraestructura’. Pero la gente ya tomó conciencia de la importancia que tienen: rutas, escuelas, viviendas. La necesidad habitacional es monstruosa», dijo.
En este sentido, subrayó la urgencia de generar soluciones concretas: «Yo no digo que haya que regalar viviendas, porque es imposible cubrir con fondos públicos el millón de casas que faltan. Pero el Estado sí debería participar, por ejemplo, subsidiando tasas de créditos a largo plazo. Hoy esas tasas son imposibles».
Empleo en caída y deudas acumuladas
El titular de la delegación Chaco alertó sobre el impacto directo en el empleo. «Con deudas y sin actividad en la construcción, la situación se torna insostenible.
En el Chaco ya estamos por debajo de los cuatro mil obreros, un número muy bajo para una provincia con más de un millón de habitantes. Eso repercute en toda la economía: comercios, industrias y servicios vinculados al sector», describió.
Asimismo, señaló que los compromisos financieros pendientes agravan el escenario: «Algunas entidades logran cancelar deudas históricas, pero en la mayoría de los casos no ocurre. Eso impide que las empresas tengan capital de trabajo y puedan retomar la actividad».
Reclamos del campo y déficit de infraestructura
Salgado recordó que la falta de inversión también afecta al agro. «El campo es el que más está reclamando infraestructura. Entre Ríos, por ejemplo, tiene 28 mil kilómetros de ruta, pero solo 2 mil pavimentados y unos 5 mil mejorados. Eso deja más de 20 mil kilómetros de caminos naturales, lo que dificulta enormemente sacar la producción. Con retenciones altas y costos ajustados, sin rutas y sin puertos cercanos, los números no cierran», explicó.
El segundo puente, una deuda postergada
El dirigente chaqueño insistió en la necesidad de construir el segundo puente Chaco-Corrientes. «El actual está colapsado. Solo atravesar la ciudad de Corrientes para salir a ruta puede llevar una hora.
El segundo puente es imprescindible, pero hoy parece utópico. Si no pueden bachear rutas que generan accidentes, menos van a avanzar en una obra de esa magnitud», cuestionó.
Por último, advirtió sobre la falta de mantenimiento de las rutas existentes: «Cuando el pavimento empieza a deteriorarse, el proceso se acelera exponencialmente. Los baches acumulan agua, los vehículos pesados golpean y la destrucción se multiplica. Además del costo, es un riesgo para la seguridad vial. Todo esto se resuelve con decisión política, que hoy no existe».
Un panorama complejo
Salgado aclaró además que «la preocupación es que no es solo la construcción. Todos los sectores están teniendo problemas: el campo, la industria y ahora también el comercio. El panorama es complicado y por eso nuestra función es alertar. Sin infraestructura no hay desarrollo posible».
Burocracia y freno a los edificios en altura
Consultado sobre la situación de los edificios en altura en Resistencia, el dirigente reconoció que no se registra un gran movimiento en ese segmento y apuntó a las demoras administrativas.
«Estamos intentando hablar con el municipio de Resistencia para agilizar procesos. La intención está, pero la burocracia creció demasiado. Hay trámites muy sencillos, como una evaluación fiscal posterior a la aprobación de un loteo o un edificio, que deberían resolverse rápido y terminan demorando meses. Eso retrasa las escrituras y genera un cuello de botella innecesario», explicó.
Según Salgado, esas trabas no dependen de la voluntad de los empleados municipales, sino de un esquema administrativo mal diseñado. «La lógica te diría que, una vez aprobado un loteo, a la semana se pueda escriturar. Sin embargo, hoy eso es imposible», sostuvo.
Diálogo con el Gobierno provincial
El titular de la delegación chaqueña aseguró que existe voluntad política de resolver estos temas. «Cada vez que pedimos audiencia, el gobernador nos recibe.
Somos conscientes de que maneja muchos frentes, pero también sabemos que están intentando agilizar los procesos. Cada obra que no se arranca significa fuentes de trabajo que se pierden y oportunidades que se dilatan», advirtió.
Viviendas y fondos limitados
Respecto al plan habitacional, Salgado indicó que se están finalizando obras iniciadas en gestiones anteriores. «Es una decisión política no dejar viviendas inconclusas. Se están terminando con los escasos fondos del Fonavi. El presidente del Instituto de Viviendas está haciendo un gran esfuerzo para optimizar esos recursos», señaló.
Fideicomisos e inversión privada
Otro de los temas abordados fue el desarrollo de fideicomisos inmobiliarios. «Estamos trabajando con Fiduciaria del Norte. Tienen un equipo muy capacitado, pero el problema central es el financiamiento. Hoy los bancos solo financian viviendas listas para escriturar, no emprendimientos nuevos.
Hablan de hipotecas divisibles, pero todavía no hay una reglamentación concreta. Es una manera elegante de decir que no están disponibles», lamentó.
En esa línea, criticó el impacto de la política financiera nacional. «El Gobierno sigue absorbiendo fondos de los bancos, que no tienen excedente para volcar al crédito privado. Además, las tasas son altísimas: UVI o UVA más 8% o 9%. Eso es inflación más un adicional impagable.
En el mundo las tasas rondan el 4% o 5%, incluida la inflación. Acá es imposible pensar en créditos a largo plazo con semejantes condiciones», explicó.
La importancia de invertir en infraestructura
Finalmente, Salgado insistió en que el país necesita comprender la infraestructura como inversión estratégica. «No se trata de beneficiar a las empresas constructoras. Invertir en infraestructura reduce costos logísticos, baja la siniestralidad vial y ahorra tiempo de traslado.