Ernesto Scaglia, volvió a insistir en la urgente concreción del segundo puente Chaco-Corrientes y en la aplicación de mayores medidas de seguridad vial en el actual viaducto General Belgrano. Según advirtió, la infraestructura existente está colapsada y genera graves problemas económicos y sociales para toda la región.
«Lo que estamos pidiendo no es nada nuevo, es un reclamo de hace más de 20 años. El puente General Belgrano quedó totalmente obsoleto. Fue construido en los años 70 para un volumen de tránsito mucho menor al actual y hoy no da abasto, ni siquiera sin accidentes. Los fines de semana colapsa por la cantidad de vehículos», señaló Scaglia en diálogo con La Voz del Chaco.
El dirigente se refirió al choque múltiple que interrumpió la comunicación entre ambas provincias el pasado viernes, lo que dejó en evidencia la fragilidad de un corredor estratégico. «No se trata solo de la conexión entre Chaco y Corrientes, sino de toda la Mesopotamia con el resto del país, y también del tránsito internacional que conecta con Brasil y Chile. Muchos camiones que van a Iquique pasan por aquí. Es un corredor fundamental para el Mercosur», subrayó.
Una licitación urgente
Para Scaglia, la construcción del segundo puente no puede seguir demorándose. «Lo importante es que se haga. No importa si los capitales son chinos, norteamericanos o alemanes. Si se realiza mediante una licitación internacional y se financia con el cobro de peaje, que así sea. Lo urgente es que se concrete la obra», afirmó.
El titular de la Federación Económica recordó que se realizaron numerosos estudios técnicos y consultorías sobre el emplazamiento ideal del nuevo viaducto, que debería funcionar como desvío de la Ruta 11 y evitar el ingreso por el centro de las ciudades. «Todo eso quedó en la nada. Fue un desgaste de muchos años en consultorías y auditorías que no se tradujeron en hechos concretos», lamentó.
Problemas de seguridad
Otro de los puntos críticos que planteó Scaglia es la seguridad vial. «Anoche mismo viví la situación de quedar varado en Corrientes. Hasta las dos de la mañana recién se pudo habilitar el paso. Las motos iban a paso de hombre, esquivando autos, y los camiones avanzaban sin orden. Es un riesgo permanente», describió.
En ese sentido, sugirió implementar medidas provisorias mientras se concreta el segundo puente: «Se podría habilitar una balsa para transporte pesado o restringir el cruce de camiones a horarios nocturnos. En horas pico, el tránsito pesado debería suspenderse. Hay que alivianar la carga».
Pérdidas económicas
El impacto del colapso en el tránsito del puente trasciende lo vial y afecta de manera directa a la economía regional. «Cada interrupción significa pérdidas enormes. Profesionales que no pueden llegar a sus trabajos, demoras logísticas, costos adicionales para empresarios de ambas provincias. Resistencia y Corrientes funcionan como un mismo conglomerado urbano, con una economía complementaria. Tener un solo puente es un cuello de botella constante», advirtió.
El dirigente también cuestionó la ubicación del acceso del lado correntino: «Hoy desemboca en plena avenida 3 de Abril, atravesando toda la ciudad. Es como si en Resistencia el puente desembocara en la avenida Sarmiento. La mejor alternativa siempre fue la zona sur, con conexión directa a la Ruta 11 y la Ruta 12».
«Necesitamos es
seguridad y previsibilidad»
«Lo que necesitamos es seguridad y previsibilidad. Seguridad no solo en materia de infraestructura, sino también en lo que va a pasar económicamente hacia adelante. El problema de la Argentina es que cada cuatro años cambiamos drásticamente de un lado para otro, y eso impide proyectar inversiones», señaló en diálogo con medios locales.
Scaglia sostuvo que la falta de reglas claras frena la actividad económica. «No nos pueden cambiar las reglas del juego constantemente. Hoy se puede importar, mañana no; después suben las retenciones, luego las bajan. Estas idas y vueltas desalientan a las inversiones y complican la planificación, sobre todo para las pymes. Hace meses había créditos disponibles y ahora de repente no hay más. Así es imposible pensar en un crecimiento a largo plazo», enfatizó.
Respecto al panorama político, el dirigente empresario expresó sus expectativas de cara a las elecciones legislativas de octubre. «Ojalá que mejore la situación. Al menos en el tema de tasas esperamos un alivio. Lo que pasó en las elecciones de la provincia de Buenos Aires y la decisión del Gobierno nacional de nacionalizarlas generó desconfianza en el sector. Muchas de las reformas prometidas no se sienten en la realidad», indicó.
En ese sentido, recordó que desde el sector empresario se esperaba que el 2024 fuera un año de ajuste y el 2025 uno de crecimiento, con reducción de impuestos. «Lamentablemente, no hubo ninguna baja. Venimos reclamando hace muchos años la eliminación de tributos como el impuesto al cheque, que se impuso en la época de Cavallo por nueve meses y ya lleva 19 años. Es muy dañino para la producción», cuestionó.
Consultado sobre la necesidad de políticas diferenciales para el NEA, Scaglia afirmó que son imprescindibles. «El Gobierno provincial ha hecho un esfuerzo con algunas reducciones impositivas, pero también es necesario que la Nación acompañe con medidas concretas. Pedimos una reforma laboral, una reforma impositiva y acceso al crédito, demandas que venimos planteando desde hace años, no solo a este gobierno, sino a los anteriores», sostuvo.
Asimismo, advirtió sobre el estancamiento económico del país: «El Producto Bruto Interno no crece hace más de diez años. El empleo también está paralizado desde hace tiempo. Más allá de lo que pensemos, la realidad es que la Argentina no crece, al contrario, se sigue achicando. Si seguimos insistiendo con las mismas recetas, evidentemente no funciona».
Finalmente, subrayó que el esquema actual favorece a la especulación financiera por encima de la producción. «Siempre termina ganando el sector financiero. Se vuelve al negocio del plazo fijo con tasas altas, mientras los bancos no prestan y el sistema productivo queda debilitado. Es un escenario muy complicado. Esperamos que después de las elecciones de octubre se pueda revertir esta situación», concluyó Scaglia.
Reclamo conjunto
Scaglia vinculó la situación a la decisión del gobierno nacional de frenar la obra pública. «El problema es que Nación no hace nuevas obras ni permite que las provincias accedan a créditos internacionales para financiarlas. Es lo que pasó con el túnel subfluvial Santa Fe-Paraná: las provincias se pusieron de acuerdo y lo hicieron. Necesitamos que se habilite la posibilidad de una licitación internacional, aunque sea con peaje, para aliviar este tránsito colapsado», planteó.
El dirigente destacó que, incluso con un nuevo puente, el actual viaducto General Belgrano seguirá siendo necesario. «El segundo puente debe absorber el tránsito pesado, pero el Belgrano requerirá un mantenimiento constante, porque seguirá siendo utilizado por los vecinos y el comercio cotidiano entre ambas provincias», remarcó.
«No vamos a bajar
los brazos»
Scaglia señaló que la Federación Económica del Chaco, junto con la de Corrientes, continuará visibilizando el reclamo. «No vamos a bajar los brazos. Queremos sumar también a las entidades nacionales como CAME, para que este problema tenga repercusión en la agenda nacional. Desde el centro del país muchas veces miran solo lo que pasa en el AMBA y no entienden que este es uno de los problemas más graves que tenemos en la región. Sin rutas, sin caminos y sin puentes, no hay desarrollo posible», advirtió.
«Necesitamos que se entienda que no es solo un reclamo sectorial, sino una necesidad para el crecimiento de nuestras provincias y de todo el NEA. Un segundo puente no puede esperar más», concluyó.