La Policía británica confirmó la detención de dos personas en el marco de la investigación por el ataque terrorista ocurrido en una sinagoga de Mánchester, al noroeste de Inglaterra.
El hecho dejó como saldo dos víctimas fatales, además del atacante, y al menos tres personas heridas. La gravedad del episodio llevó a las autoridades a declarar el suceso como atentado terrorista, reforzando así la importancia de la investigación y las medidas de seguridad adoptadas en la zona.
El subcomisario Laurence Taylor, jefe de la unidad nacional contra el terrorismo, ofreció declaraciones desde Scotland Yard en Londres para confirmar los arrestos y dar detalles preliminares sobre la situación. “Creemos conocer su identidad, pero por razones de seguridad en el lugar de los hechos, no podemos confirmarla en este momento”, afirmó.
También confirmó que el presunto autor del ataque fue abatido por los agentes que intervinieron en el lugar. Las autoridades mantienen la cautela mientras se analizan todos los elementos encontrados en la escena.
De acuerdo con fuentes policiales, equipos de artificieros revisaron “objetos sospechosos” que fueron hallados en el cuerpo del supuesto agresor.
Su imagen circuló en videos en redes sociales, en los que se lo observaba inicialmente de pie con un objeto en la cintura y luego abatido en el suelo.
Este detalle generó preocupación adicional sobre la posibilidad de que hubiera explosivos o armas ocultas en su poder, lo que motivó un amplio operativo de seguridad en la zona.
El subcomisario Taylor transmitió un mensaje de condolencia hacia las víctimas y sus familiares, destacando la gravedad del hecho. En sus palabras, calificó de “devastador” que el ataque se produjera en Yom Kippur, la fecha más sagrada del calendario judío, en la cual las sinagogas suelen concentrar una gran concurrencia de fieles.
La coincidencia del atentado con esta festividad profundizó el impacto emocional en la comunidad judía, que expresó consternación y preocupación por lo ocurrido.
RESPUESTA INSTITUCIONAL
La investigación está siendo llevada adelante de manera conjunta entre la unidad antiterrorista y la Policía del Gran Mánchester. Según el reporte oficial, el ataque comenzó alrededor de las 9:30 de la mañana, cuando un vehículo embistió a varios transeúntes en las inmediaciones del templo.
Posteriormente, un hombre, presuntamente el guardia de seguridad, fue apuñalado en la entrada de la sinagoga, lo que desató la intervención inmediata de las fuerzas de seguridad y culminó con la muerte del agresor.
El primer ministro británico, Keir Starmer, interrumpió su participación en una cumbre europea celebrada en Dinamarca para regresar de inmediato a Londres. Desde allí anunció que se reforzará la seguridad en todas las sinagogas del país y convocó a una reunión del comité COBRA de emergencias para evaluar medidas adicionales.
El gesto político refleja la dimensión del hecho y la prioridad otorgada a la protección de la comunidad judía y de los espacios religiosos.
La comunidad internacional y distintas organizaciones representativas del judaísmo manifestaron su solidaridad con las víctimas y repudiaron el atentado. En Mánchester, numerosos ciudadanos se acercaron a la sinagoga para expresar apoyo a las familias afectadas, mientras que líderes comunitarios pidieron a las autoridades redoblar la seguridad en torno a los lugares de culto.
El episodio provocó un inmediato debate sobre los riesgos de ataques con motivaciones extremistas en fechas religiosas sensibles.