El hospital Perrando mantuvo durante el último año un nivel de ocupación cercano al 95% y enfrentó una demanda sostenida de internaciones y consultas de alta complejidad, según afirmó su directora, Andrea Mayol, en una entrevista con Radio Natagalá.
La funcionaria explicó que el nosocomio atendió a una población que excedió ampliamente el área metropolitana de Resistencia, incluyendo derivaciones de toda la provincia e incluso de provincias y países limítrofes, lo que configuró un escenario operativo exigente para el mayor centro asistencial del Nordeste.
Mayol señaló que el hospital dispuso de 513 camas y que, pese a la estructura «de gran porte», la dinámica diaria estuvo tensionada por ingresos constantes.
Indicó que el Perrando registró más de 300 mil consultas de especialistas anuales, con entre 80 y 100 nuevas internaciones por día, y que la mayoría correspondió a pacientes sin cobertura, aunque también se asistió a personas con obra social que requirieron atención por situaciones complejas o de urgencia.
La directora sostuvo que el flujo de demanda estuvo encabezado por los servicios de maternidad, traumatología, cirugía general, clínica médica, neonatología y salud mental.
En ese sentido, expresó que en maternidad se promediaron 15 a 20 nacimientos diarios, mientras que traumatología concentró la mayor parte de las urgencias por accidentes viales, lo que impactó en los tiempos quirúrgicos programados. «Las emergencias muchas veces nos obligaron a reubicar turnos debido a que los seis quirófanos funcionaron en paralelo y cualquier urgencia alteró las agendas previstas», expresó.
Sobre la convivencia entre cirugías programadas y urgencias, explicó que se trató de un desafío permanente. «Tenemos una planificación semanal y mensual, pero el ingreso continuo de pacientes politraumatizados hizo que no siempre lográramos cumplir con los tiempos», indicó.
Recupero y obras sociales
La directora se refirió también al funcionamiento del sistema de recupero para pacientes con cobertura. Explicó que el hospital no elige a quién atender, pero sí tiene la obligación de facturar los insumos de alto costo -como prótesis e implantables- a las obras sociales.
«Pasamos de facturar $100 millones o $200 millones a $1.700 millones en el último mes, aunque una cosa es la facturación y otra el pago efectivo de las obras sociales», sostuvo.
Mayol detalló que la Oficina de Recupero de Gastos de la provincia concentró la documentación y se encargó de la facturación conjunta de todos los efectores públicos, mientras que la normativa vigente estableció la distribución del recupero: 40% para recurso humano, 40% para el hospital y 20% para dependencias del Ministerio de Salud.
Situación epidemiológica
Consultada sobre la circulación viral en la región, Mayol afirmó que los registros se mantuvieron dentro de los parámetros estacionales. «No tuvimos un aumento significativo de consultas respiratorias ni situaciones que ameritaran alerta», aseguró y explicó que el hospital no detectó casos neumáticos graves ni un incremento de covid-19 similar al reportado en provincias vecinas.
En cuanto al sarampión, señaló que todos los brotes e informes se canalizaron a través del sistema nacional de vigilancia y que el Perrando no reportó casos en neonatología ni en población pediátrica interna.
Vacunación y debates públicos
La directora defendió la importancia de la inmunización frente a los movimientos antivacunas. «Las vacunas salvaron vidas; eso está científicamente demostrado. Gracias a ellas se erradicaron enfermedades como la viruela y el sarampión», remarcó.
Añadió que el hospital sostuvo un servicio ambulatorio de vacunación para adultos y niños, y que los recién nacidos no egresaron sin completar las aplicaciones de calendario, incluso los fines de semana.
Fortalezas y debilidades
Mayol destacó que el principal activo del hospital fue su recurso humano. «La gran mayoría empuja y sostiene la estructura con compromiso; otros quizás menos, pero tratamos de acompañarlos para que se sumen», afirmó.
Señaló que los médicos de guardia enfrentaron escenarios complejos, con 150 consultas diarias en emergencias, 60 en maternidad y 70 en salud mental, cargas que exigieron conocimientos, templanza y capacidad de resolución inmediata.
Sobre los motivos de tensión en las guardias, explicó que los usuarios llegan con angustia, urgencia y expectativas que no siempre pueden satisfacerse con rapidez. «La mayoría de quienes no quedan internados vuelven a su casa porque el cuadro no era urgente, pero el malestar existe y hay que gestionarlo», sostuvo.
Respecto a la infraestructura, reconoció que el edificio -que cumplió 115 años- atraviesa una convivencia entre sectores antiguos y otros modernizados. «La sábana es corta: las necesidades son muchas y debemos priorizar insumos, internaciones y terapias antes que grandes obras», expresó.
Seguridad en el predio
La directora reconoció que en determinados momentos hubo situaciones de tensión con familiares de pacientes, especialmente los fines de semana, aunque aseguró que el hospital contó con un destacamento policial activo.
«Tenemos entre seis y siete agentes por turno haciendo rondas y presentes en los ingresos de ambulancias. Su presencia fue fundamental para ordenar situaciones críticas», afirmó.
paliativos y muerte digna
Mayol abordó además debates sensibles como la muerte digna y la futura discusión legislativa sobre la eutanasia. Explicó que el hospital cuenta con un servicio de cuidados paliativos en expansión. «La muerte digna no es no asistir, es acompañar. Buscamos un buen morir, evitar el padecimiento y trabajar con la familia», sostuvo.
Sobre la eutanasia, sostuvo que es un debate cultural y ético. «No se trata de lo que yo piense; es un camino que la sociedad deberá recorrer, con criterios científicos y convicciones personales», expresó.
SOBRE EL IVE
Consultada por mitos sobre la supuesta relación entre la Interrupción Voluntaria del Embarazo y la reducción poblacional, Mayol fue categórica. «La baja de natalidad en el Chaco fue un fenómeno mundial: pasamos de 25 mil nacimientos en la provincia a 14 mil. No se explica por la ley, sino por cambios culturales, laborales y de planificación familiar», dijo.
Explicó que los programas de educación sexual y acceso a métodos anticonceptivos contribuyeron a que las personas pudieran decidir cuándo ser madres o padres. «La reducción tiene múltiples causas y no está ligada a la IVE como algunos sectores plantean», aseguró.
demandas y sindicatos
Sobre las demandas laborales, afirmó que el vínculo con los trabajadores fue directo y cotidiano. «Camino todos los días por el hospital y hablo con todos; recibo sus inquietudes y las transmito. Sabemos que las condiciones salariales impactan y buscamos mejorarlas dentro de las posibilidades», señaló.
Indicó que los reclamos edilicios se manejaron a través de un sistema interno que buscó dar respuestas dentro de los límites presupuestarios. «Somos muy dinámicos para resolver problemas; tratamos de hacerlo en el menor tiempo posible», expresó.
El modular pospandemia
La directora describió el estado actual del hospital modular construido durante la pandemia. Explicó que parte del edificio funciona como ropería y otra parte como cirugía oncológica. El sector de internación -el más grande- está en proceso de reconversión.
«El proyecto prevé consultorios externos para oncología, expansión de cuidados paliativos y una mejora del área de cirugía oncológica», detalló.
Cobro a extranjeros
Frente al debate sobre cobrar atención médica a ciudadanos extranjeros -como aplicó Salta-, Mayol respondió con prudencia. «El Chaco siempre fue de puertas abiertas, pero las necesidades crecientes obligan a administrar mejor los recursos. Es un debate que deberá resolverse a nivel legislativo y político», señaló.
Aclaró que, ante emergencias o consultas en tránsito, nadie queda sin atención. «Nadie se va sin ser asistido. Si alguna vez se establece un arancel, será para recuperar costos y mejorar el sistema», afirmó.
Como balance final, Mayol resaltó que, aun en un contexto económico difícil, el hospital logró avances en equipamiento, obras y organización interna. «Vamos lento, a veces con tropezones, pero siempre hacia adelante. Un paso atrás y dos adelante: así trabajamos», afirmó.

