El movimiento turístico en el Chaco durante el último fin de semana largo del año mostró niveles bajos de ocupación, con un comportamiento acotado frente a otros destinos del país.
De acuerdo con los relevamientos realizados por entidades sectoriales, las tres regiones chaqueñas (Litoral, Centro–Sudoeste y El Impenetrable) registraron una demanda moderada, condicionada principalmente por factores climáticos y por la estructura particular que caracteriza al flujo de visitantes en la provincia.
La inestabilidad atmosférica, las altas temperaturas y las alertas por calor extremo redujeron la cantidad de viajeros que suelen elegir destinos naturales o al aire libre, lo cual tuvo un impacto directo en la actividad turística local.
En la región El Impenetrable, la falta de turismo estuvo directamente asociada al clima adverso. Las temperaturas elevadas, sumadas a la inestabilidad persistente, desalentaron el ingreso de visitantes a zonas donde las actividades dependen del acceso a entornos naturales profundos.
Estas condiciones afectaron especialmente a quienes buscan experiencias vinculadas con la biodiversidad, los senderos de interpretación y los recorridos de fauna y flora autóctona. En este escenario, la demanda se redujo de manera significativa.
En paralelo, la condición del Chaco como destino de tránsito volvió a manifestarse en este fin de semana largo. La provincia suele recibir visitantes que realizan paradas breves o desplazamientos espontáneos, con decisiones tomadas con escasa anticipación.
Este patrón se intensifica cuando las condiciones climáticas no acompañan la planificación previa, lo que deriva en una tasa de reservas efectivas considerablemente baja. La estadía promedio registrada en el territorio chaqueño fue de dos días, en línea con la modalidad de escapadas cortas.
El gasto promedio estimado por turista en el Chaco se ubicó en $65 mil diarios. Este monto incluyó una comida completa y traslados internos, lo que refleja un consumo concentrado en servicios esenciales y de bajo costo. A pesar de que el nivel de ocupación fue bajo, este gasto permitió sostener parcialmente la actividad en sectores vinculados a la gastronomía, la movilidad urbana y algunos servicios de recreación.
En materia de oferta cultural, la capital provincial, Resistencia, mantuvo una agenda activa que contribuyó a dinamizar la presencia de visitantes locales y regionales.
Entre los eventos destacados del fin de semana se encontraron el 9° Festival de la Cerveza Artesanal, una convocatoria que reúne a productores y emprendedores del sector; el festejo por los 10 años del Bloco de Percusión Los Girasoles, que volvió a atraer público interesado en propuestas musicales urbanas; y la Noche de Ballet y Danza, que se realizó con acceso abierto al público.
DINÁMICA NACIONAL DEL FIN DE SEMANA LARGO
A nivel nacional, el fin de semana largo por el Día de la Inmaculada Concepción convocó a 1.377.810 turistas, un incremento del 43,5% frente al mismo feriado de 2023.
Este crecimiento se dio en un contexto de clima inestable y pronósticos de tormentas que condicionaron algunas decisiones de viaje, pero que finalmente no impidieron un movimiento robusto para estas fechas, históricamente relevantes como antesala de la temporada de verano.
La estadía promedio nacional fue de dos noches, por debajo de las 2,6 noches registradas en 2023. Este descenso respondió a la tendencia de realizar escapadas cortas, económicas y cercanas, producto de un poder adquisitivo limitado y de una reorganización del gasto familiar. Los turistas concentraron sus consumos en servicios básicos y en actividades seleccionadas por su alto valor percibido.
El gasto promedio diario por turista en el país alcanzó los $90.495, lo que representó un aumento real del 8,8% frente a 2023. Este incremento evidenció un mayor esfuerzo de consumo en un contexto económico desafiante. En total, durante el fin de semana largo se desembolsaron $249.370 millones, una suba del 20,1% real respecto al mismo período del año anterior.
Según los relevamientos de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa, estos feriados recuperaron su importancia como dinamizadores tempranos de la actividad turística estival.
Los destinos con mayor movimiento fueron Buenos Aires, Mar del Plata, Córdoba, Puerto Iguazú, Mendoza y Ushuaia. También se destacaron aquellas ciudades con fuerte impronta religiosa, como Salta, San Miguel de Tucumán, San Salvador de Jujuy y Corrientes, que registraron niveles de ocupación superiores por las celebraciones vinculadas a la fecha.
Balance anual
En el acumulado enero-diciembre de 2025, el país celebró ocho fines de semana largos, en los cuales se movilizaron 13.342.750 turistas. Estas escapadas representaron un movimiento económico estimado en $2.971.578 millones, equivalente a USD2.030 millones. La magnitud de este movimiento confirma el rol estratégico de los feriados como motores del turismo interno.
El impacto económico de estos fines de semana largos se percibió de manera notoria en las economías regionales, que encontraron en estos movimientos una fuente relevante de ingresos y actividad productiva.
Miles de pequeñas y medianas empresas vinculadas a la hotelería, la gastronomía, el transporte, las actividades culturales y el comercio local aprovecharon estas fechas para mantener su funcionamiento en un año condicionado por variaciones económicas y desafíos de competitividad.
En el caso del Chaco, la disparidad territorial fue uno de los rasgos más destacados del año. Mientras que algunas zonas urbanas, especialmente Resistencia, lograron sostener un mínimo flujo de visitantes gracias a eventos programados y a la oferta cultural constante, las regiones con perfil más natural -como El Impenetrable- enfrentaron una baja considerable en la demanda producto de las condiciones climáticas extremas.
Esta situación reafirma la necesidad de estrategias de adaptación, promoción específica y fortalecimiento de infraestructura, especialmente en destinos donde el factor ambiental es determinante.

